Fidelidad en medio de la adversidad

Y esto era tan notorio entre ellos, pues el mismo Pablo ha estado siendo impedido por sus amigos a que no salga por el peligro de muerte que eso implica. Es en una prueba donde se comprueba que tan grande es nuestra fidelidad.

b. Un veredicto confirmado por un pagano (vers. 37)

Nadie podía calmar aquella multitud desenfrenada. El fanatismo religioso tiene consecuencias impredecibles. Los adoradores de ídolos terminan haciendo lo mismo. La euforia colectiva es su característica y esto fue lo que sucedió en aquel momento.

Fue la presencia de un hombre equilibrado que pudo calmar los ánimos que se habían caldeado, de manera que cualquier cosa podía suceder. El escribano se dio cuenta de dos cosas de esos hombres: Primero que no estaban profanando ni blasfemando contra su virgen, y segundo que ellos eran hombres mansos y fieles que estaban arriesgando sus vidas por la predicación del evangelio.

La valentía de estar en un lugar donde pueden ser linchados por esa turba fanatizada, es digna de ser considerada. Aquellos hombres no eran una amenaza. No habían dado muestra de ser agitadores de oficio, sino leales a su fe.

Aunque ciertamente estaban allí frente a una confrontación de quién era Dios, su mayor pasión fue que los efesios conocieran que no era un ídolo hecho por los hombres al que había que adorar, sino al Dios que hizo los cielos y la tierra. Y es allí en medio de semejante prueba donde la fidelidad se impone a lo que es contrario a la fe.

II. FIDELIDAD CUANDO HAY UNA RESPONSABILIDAD

a. Siguiendo al compañero (Hechos 20:4)

Una gran hambre azotó la región de Judea durante el tiempo del emperador Claudio, profetizada por un profeta llamado Agabo (Hechos 11), lo que hizo que Pablo se activara en una recolección de una gran ofrenda para ayudar en tal crisis como nunca se había hecho.

La suma fue tal que Pablo requirió de un grupo muy particular de hombres, de distintos trasfondos culturales debidamente representados, para llevar este encargo. Y entre los hombres que formaron aquel primer “comité de finanzas” estuvo Aristarco.

La confianza que él inspiraba lo hizo ser parte de un equipo tan exigente y demandante debido a la gran responsabilidad de llevar tanto dinero para una causa tan noble como la que Pablo había emprendido. Lo que pasó en Éfeso pudo hacer pensar a Aristarco del grave peligro que significaba ser parte de un equipo como el de Pablo.

El mismo Espíritu Santo le había advertido que el viaje a Jerusalén estaba rodeado de un inminente peligro, sin embargo, para este discípulo el deber estaba por encima de los riesgos y de lo que podía pasar al acompañar a Pablo con la ofrenda para los pobres de Jerusalén. La fidelidad no está condicionada. La fidelidad debe verse en la adversidad.

b. Más allá de su posición privilegiada

La gran mayoría de los comentaristas coinciden en señalar que Aristarco formaba parte de una familia pudiente. Lo que se cree es que el Aristarco de Tesalónica era la misma persona que aparece en una lista de aristócratas de la ciudad. Si así fuese, sería uno de los más ricos e importantes de Tesalónica.

Este detalle hará de este discípulo una vida aún mucho más interesante. Por un lado, porque al andar con Pablo seguramente renunció a esa posición de privilegio de riqueza y de comodidad, para vivir otra de austeridad, de entrega y de total fidelidad. Este hombre ya sabía lo que Jesucristo dijo cuando habló de pagar el precio del discipulado.

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