El evangelio de los leprosos

Julio Ruiz

Updated on:

El evangelio de los leprosos

El evangelio de los leprosos

5
(1)

Pero ahora hay una nueva profecía de restauración y satisfacción frente al hambre que padecen. Eliseo era el profeta del momento.

El milagro que iba a ocurrir lo dijo en este texto. Nadie creería esto. Era imposible pensar que en un solo día la economía de una ciudad destrozada pudiera recuperarse.

El rey de Samaria no lo creyó, su príncipe inmediato tampoco lo creyó (vers. 2), pero en un solo día la palabra profética se cumplió (verss. 16-19). El milagro para lograr esto estaba afuera.

Los mismos enemigos que causaron su desgracia proveyeron para su propia satisfacción. Dios no deja morir para siempre al hambriento. Esto es lo que hace el evangelio.

El evangelio en sí es un milagro. Quien lo recibe sabe al final que nada pudo cambiar su vida como lo hace el poder que él mismo tiene (Romanos 1:16). El evangelio también fue profetizado como un milagro. Jesucristo es la encarnación de ese milagro.

2. La incredulidad al mensaje de el evangelio(verss. 2-12)

No siempre es fácil creer en las buenas nuevas del evangelio. Los hombres como Tomás han existido siempre. La mente racional no concibe la posibilidad de un milagro. Observe la actitud del rey y del príncipe.

Cuando Eliseo lanzó su profecía que cambiará la tragedia que vivía Samaria, simplemente negó que estas palabras fueran reales, expresándose con sarcasmo (vers. 2).

La incredulidad al mensaje traerá al final un destino impensable. Por cuanto aquel príncipe se negó a creer lo dijo el profeta, el mismo Eliseo le profetizó, diciendo: “He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello”. Pero lo mismo hizo el rey.

No creyó la noticia de los leprosos, sino que pensó que era una trampa de los sirios. Lo que siempre vemos es que los que oyen el mensaje del evangelio, debido a sus propios prejuicios, o frente a la imposibilidad que suceda algo, se resisten a creer.

Muchos creen más en las malas noticias que en las buenas. ¿Era mala la noticia que estaba comunicando el profeta y ahora los leprosos? ¡En ninguna manera! Pero así son los corazones que prefieren cerrarse al mensaje, aunque sus vidas están pereciendo.

II. EN UNA BUENA NOTICIA QUE PUDIERA SER ESCONDIDA

1. La necesidad de un mensajero de el evangelio (vers. 8)

La evangelización plantea la importancia de un mensaje y la necesidad de un mensajero. Es un mensaje que no llegará solo. Su impacto depende del instrumento. Como si se tratara de un producto de suma necesidad, su consumo depende del vendedor.

¿Qué tan útil fue esta publicación?

¡Haz clic en una estrella para calificarla!

Julio Ruiz
Autor

Julio Ruiz

Pastor en Virginia en los Estados Unidos, con 42 años de experiencia de los cuales 22 los dedicó en Venezuela, su país de origen. Otros 9 años los dedicó a pastorear en Vancouver, Canadá y los últimos 9 años en Columbia Baptist Church en su ministerio hispano, donde estuvo hasta agosto del (2015). A partir de octubre del mismo año (2015) comenzó una nueva obra que llegó a constituirse en iglesia el 22 de mayo de 2016 bajo el nombre de Iglesia Bautista Ambiente de Gracia en la ciudad de Burke, Virginia. El pastor Julio es Licenciado en Teología y ha estudiado algunas cursos para su maestría en Canadá. Además de haber sido presidente de la convención bautista venezolana en tres ocasiones, también fue profesor del seminario teológico bautista. El pastor Julio por espacio de unos 18 años publica sus sermones y artículos por estos medios. Es casado con Carmen Almera Ruiz y tiene tres hijas y una nieta: Laura, Oly, Sara e Isabella. Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251-6590.

Deja un comentario