Una respuesta a la religiosidad

Entonces su idea era, no comas cosas ricas. De hecho comían cosas desagradables, o secas. Se prohibía comer cualquier cosa fuese rica, ya que cualquier cosa que disfrutaran en esta vida disminuiría su clase en la vida eterna. Es decir, si yo sabía que la relaciones sexuales eran única y exclusivamente para crear, no les adraban. Esto era visto como algo asqueroso y malo. Para ellos cualquier placer era visto como algo negativo.

¿Cual de estas filosofías crees que afectó más a la iglesia en la antigüedad? Al inicio muchos cristianos no fomentaban sus enseñanzas en las enseñanzas de Jesús, sino de los fundamentos y pensamientos griegos.

Mire una de las profetizas, no son muchas, depende si yo estaba yendo a todas las poblaciones del imperio romano, y su mensaje era muy sencillo: si tú eres mujer ya no puedes tener relaciones sexuales después de la menopausia porque la relaciones sexuales era únicamente para procrear y tú ya no podías. Así que les enseñaba que tener sexo para no procrear era un pecado y la mayoría del iglesia se lo creía. Imagínate,  ancianitos empezaron a a odiar a esa profetiza.

Había una cultura de prohibición muy fuerte, y eso existe hasta el día de hoy. Para muchos la idea de agradar a Dios esta cohibirse muchas cosas, y te dicen no puedes hacer eso o aquello porque es prohibido.

Las dos filosofías que hemos visto, afectaron el pensamiento del iglesia antigua. Por un lado decian: “haz lo que quieras que no importa”, y el otro extremo era: “no puedes hacer nada que te traiga placer porque eso es ofender a Dios.” Y esos dos extremos existen hasta hoy en día.

Jesús no pertenece a ninguno de estos extremos, porque Él no era prohibista, pero tampoco era un liberal. Jesús tenía ese balance en donde tenía mandamientos muy firmes y muy fijos. Y al mismo tiempo tenía la actitud que la vida cristiana no se trata de  prohibiciones. Él establece una nueva forma de vivir, que enseña una nueva forma de ver la vida y la biblia, que deben fortalecer nuestra autodisciplina.

En el contexto aquí, Jesús está comiendo y viviendo con gente controversial. Recuerden que estas personas eran personas rechazadas por la sociedad y estaban comiendo juntos. Obviamente ahí había personas que estaban tomando; obviamente Jesús y sus discípulos no estaban tomando. Ahí con Jesús había gente que utilizaban todo tipo de groserías, los chistes malas palabras. Pero Jesús estaba ahí con sus discípulos sin hacer lo mismo.

Así que ten en cuenta que literalmente era una pachanga, una fiesta, y ahí también estaban estirando la cabeza los escribas y fariseos diciendo:

vers. 18Cierta vez que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, algunas personas se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los fariseos?” (NTV)

Para entender esto debemos recordar que en la antigüedad, la ley de Dios en el Antiguo Testamento exigía que los judíos debían ayunar un día al año, en el día de la expiación.

Sin embargo en su afán de hacer las cosas bien y agradar más a Dios, ellos dijeron nosotros seremos más espirituales, así que vamos a ayunar un día por semana. Así que el judío promedio lo hacía así un día por semana. Los fariseos veían al judío promedio hacerlo con normalidad y dijeron nosotros somos más devotos, así que nosotros ayunaremos dos días por semana. Así que los fariseos y los discípulos de Juan  ayunaban los lunes y los jueves de cada semana.

Así que ahora imagínate, ellos están ayunado y de golpe regresan a ver que en esa casa  estaban Jesús y sus discípulos en tremenda fiesta, en un tremendo asado. Y dicen: oye pero si nosotros estamos ayunando porque estos no lo hacen. Una vez más el texto nos indica la actitud de los fariseos y la actitud de aquellos que querían acercarse a Jesús por medio de las prohibiciones.

Hipocresía de la religiosidad

Jesús nos dice que cuando los fariseos ayunaban se demacraban para que los demás vieran que estaban ayudando (Mateo 6:16). Dos veces a la semana no se lavaban, no se bañaban, no se peinaban. Es más había la costumbre de tirarse tierra encima para que les vieran que estaban muy mal. Allí la gente decía: ¿pero qué te pasa? ¿Qué te sucede? Y ellos, como un gesto de sufrimiento decían: es que estoy ayudando; es que yo soy muy devoto, y amo a Dios. La meta de ellos era ser vista por los hombres. La meta de los fariseos, de la religiosidad, de la hipocresía, no es agradar a Dios sino impresionar al hombre.

Esto es algo que a veces podemos ver en las iglesias. Hay gente que no le interesa tener una intimidad con Dios, sino apantallar o sorprender a las personas. Así que hermanos debemos tener mucho cuidado con eso.

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