Jesús era un hombre divertido
Jesús es alguien que le gustaba celebrar. Si tú ves en el libro de Marcos vas a ver a Jesús que está de reunión en reunión. En bodas, en comidas, y a veces no pensamos en eso que Jesús nos dice en tres ocasiones diferentes el porque vino, y aclara: “Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos». (Mateo 20:28)
Recuerde que Jesús vino para salvar al mundo, para salvar a los perdidos. ¿Y como cree que tenía que hacerlo? Pues comiendo y bebiendo con las personas que estaban lejos de Dios.
Así que la actitud de Jesús es que si tú no sabes celebrar, si no sabes divertirte, si no sabes tener un buen tiempo, si no sabes estar agradecido con Dios por todo lo que Él te ha dado, pues entonces no vas a hacer un cristiano sano. Ya que un cristiano sabe que hay momentos en la vida que Dios ha puesto para aprender a celebrar, y Jesús les está diciendo a los fariseos ustedes saben ser disciplinados, pero no saben divertirse. Así que déjame, me divierto un poco con mis amigos discípulos y no me juzgues. Déjame hacerlo porque es parte de mi misión.
Muchos libros cristianos se escriben de cómo ser más obediente a las reglas, pero muy pocos libros se han escrito de cómo disfrutar y ser felices con lo que Dios te ha dado y estar bien en Su presencia.
Así que la respuesta es no vamos a ayunar mientras está el novio, pues llegará el momento en que el novio será llevado y en ese momento ayunarán.
Lo que está diciendo es que todo tiene su tiempo como dice Eclesiastés 3. Hay un tiempo para llorar, hay un tiempo para reír, tiempo para sembrar, hay un tiempo para cosechar, hay un tiempo para lamentar, y un tiempo para bailar.
Un cristiano entiende eso, hay tiempos que debemos llorar con los que lloran y abrazar con las personas que están sufriendo. Pero también hay momentos para celebrar con los que celebran y tener una cena con amigos y sonreír y de pronto carcajearse y decir que bueno ha sido Dios. Así que hay que aprender discernir el tiempo con empatía.
Así que como cristianos creo que es tiempo de medir qué clase de cristianos somos. Me atrevo a decir que en las iglesias más sabemos prohibirnos de cosas. Las iglesias están llenas de personas que saben que no deben de decir groserías, saben que no deben emborracharse, saben que no deben hacer ciertas cosas que la Biblia prohíbe, así que su énfasis y su enfoque es que no puede hacer esto o aquello. Y esas personas necesitan aprender que la vida cristiana no es solamente disciplina y prohibiciones, sino también disfrutar y celebrar todo lo que Dios ha hecho. Hay que saber ser personas alegres.
Hay personas aquí que necesitan salir con sus amigos, tener una buena comida, reírse hasta que les duele la barriga, sabiendo que es gracias a Dios que tenemos el privilegio de estar vivos. Tener amigos, estar en una iglesia, tener salud, tener familia, y estar genuinamente felices por todo lo que Dios ha hecho.
Pero también en las iglesias hay personas que les encanta más la pachanga. Ellos necesitan en cambio ser más disciplinados, aprender a ayunar, tiempo de oración, es decir tener buenos hábitos de fe.
Hay que tener un balance.
Jesús en esta historia termina con dos ejemplos muy interesantes o peligrosos
verss. 21-22 »Además, ¿a quién se le ocurriría remendar una prenda vieja con tela nueva? Pues el remiendo nuevo encogería y se desprendería de la tela vieja, lo cual dejaría una rotura aún mayor que la anterior. 22 »Y nadie pone vino nuevo en cueros viejos. Pues el vino reventaría los cueros, y tanto el vino como los cueros se echarían a perder. El vino nuevo necesita cueros nuevos.” (NTV)
Da ejemplos de remendar una tela. Aunque yo no sé casi nada de costura, sabemos que si tienes una tela como algodón y coses el remiendo sin antes haberle lavado se va a encoger y va a desgarrar más a la tela.
No puedes poner vino nuevo en un cuero viejo, porque el vino nuevo todavía está en proceso de fermentación y este suelta muchos gases. Eso expande, y el cuero viejo o tieso va a reventarse por la expansión.
Entonces el texto lo que nos está diciendo es que si vamos a poner algo nuevo en algo viejo, se va a desperdiciar tanto lo nuevo como lo viejo.
El texto está llenísimo de significados, pero quiero resumir aquí lo que está diciendo Jesús. Obviamente lo primordial es que no puedes poner algo nuevo en algo viejo porque es incompatible. Entonces ¿qué quiere decir eso?
Hay muchos errores de ortografía y de gramática, como si fuera una mala traducción.
Bendiciones Angel.. Muchas gracias pos su comentario. Ya hemos arreglado los errores que Ud. mencionó.