Predicas Cristianas
Prédica de Hoy: Persuadidos de cosas mejores
Tema: Mensajes de la Carta a los Hebreos
Predicas Cristianas Lectura Bíblica de Hoy: Hebreos 6:9-12
INTRODUCCIÓN:
Si la fe se debilita, la esperanza queda atrapada en el desánimo. El desánimo parece ser el arma favorita de Satanás. Observe cómo la usó quebrantando a grandes gigantes del pasado.
De Moisés se dice que era el hombre que más cerca ha estado de Dios, sin embargo, al ver la continua rebelión de Israel le pidió a Dios que le quitara la vida (Números 11:15).
Job es considerado en el Antiguo Testamento el hombre perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal, sin embargo, después de ser probado quiso morirse (Job 10:18).
Elías es considerado el más grande de los profetas del Antiguo Testamento, capaz de desafiar a los 400 profetas y matarlos en su solo día, pero al ver que la malvada Jezabel estaba determinada a matarlo, quiso morirse (1 Reyes 19:4).
Jeremías maldijo el día que había nacido (Jeremías 20:14-18). Al profeta Jonás Dios no lo complació en destruir la ciudad de Nínive, así que le pidió que le quitara la vida (Jonás 4:8). Pero Dios no le dio el gusto a ninguno de esos hombres que murieron cuando quisieron, porque tenía mejores cosas para ellos.
De Moisés se dice que murió lleno de días y fue por él medio por quien Dios trajo la ley. Dios no complació a Elías con la muerte, porque tenía cosas mejores para él, llegando a ser el segundo hombre traspuesto al cielo sin ver la muerte.
Tampoco lo hizo con Jeremías, porque él sería un tipo de Cristo cuando él viniera (Mateo 16:14-16). Dios tampoco complació a Job matándolo, porque al final le devolvió todo lo que tenía, incluyendo una nueva esposa, nuevos hijos, abundante riqueza y después de eso vivió 140 años más.
Y Dios tampoco complació a Jonás, matándolo, porque sería un tipo de la resurrección de Cristo de acuerdo con lo que nos dice Mateo 12:40. Amados hermanos, que bueno es saber que detrás de mi desánimo está nuestro Dios que nos llena de esperanza para que veamos mejores cosas de las que pasamos ahora. Consideremos esa esperanza.
I. LAS COSAS MEJORES QUE NOS ESPERAN
1. “Pero en cuanto a vosotros, oh amados…” (vers. 9)
Cuando uno lee la carta a los Hebreos pronto descubre que está llena de advertencias por todas partes. Si la fe del creyente no está bien firme y no tiene la seguridad de su salvación, se va a encontrar con textos que lo harán pensar seriamente en su propia condición.