La patria que dejamos

Julio Ruiz

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Yo no sé si usted se ha puesto a pensar en la osadía de Cristóbal Colón de aventurarse a la conquista de un nuevo mundo con las tres embarcaciones, llamadas “la Niña, la Pinta y la Santa María”, sólo tiradas por el viento, sabiendo de los peligros propios del mar y de los eventuales huracanes hace unos 500 años atrás. Pero así lo hizo. El viaje duró más de un mes de navegación hacia el Oeste sin ver tierra.

Como era de esperarse la tripulación pasó por momentos difíciles de los cuales Colón tuvo que sofocarlos en no pocas oportunidades, pero la fe segura del Almirante ante lo desconocido, y que en ocasiones si los marinos veían algún pájaro volando o alguna rama verde flotando en el mar, podría indicar la proximidad de la tierra.

Y aunque si bien es cierto que en la mentalidad de este marinero surcada la obtención de nuevas tierras para la corona de España, también mantenía la idea de “cristianizar” los mundos conquistados y esto requería de una gran fe para lograrlo..

2. La determinación de la conquista (Hebreos 11:8-10)

Abraham salió sin saber a donde iba, solo que estaba determinado por una fe que lo movía hacia delante. Fue esa misma fe que le permitió vivir como extranjero en la tierra que un día su descendencia heredaría. Y en esa tierra vivió de carpa en carpa, como diciendo que aunque esta sea “la tierra prometida”, hay una tierra mejor donde un día habitaremos.

Dejar la patria que nos vio nacer nunca ha sido una decisión fácil. Porque atrás ha quedado el “hogar de mis recuerdos”, aquel pueblo o ciudad que me vio crecer. Atrás quedó mi familia cercana, mis amigos y mis vecinos.

Sí, haber salido de nuestra patria involucró un acto de mucha fe. Un gran salto que cambiaría para siempre mi vida. Es el acto de fe que me permite la conquista de una nueva tierra.

Como quiera que sea, en la mente de un conquistador impera la determinación, y eso fue lo que ocurrió con Cristóbal Colón cuando zarpó de los puertos de España para explorar y conquistar las nuevas tierras. Y la determinación tiene su mejor aliada en la fe.

Así que, al igual que Abraham, la fe que conquista lo desconocido. Apunta más a lo celestial que a lo terrenal (Hebreos 11:10). Esa fe jamás fracasará en su intento.

II. SALIR DE LA PATRIA CREA UNA NUEVA ESPERANZA

1. La nueva patria – El sueño americano (Hebreos 11:9)

El llamado “sueño americano” siempre está latente en todo aquel que emigra hacia otro continente. Es una esperanza para mejorar su condición de vida. Y esto es legítimo y bíblico (Romanos 8:23-24). La pobreza en la que se vive en los países de procedencia impulsa a buscar una mejor vida.

Por supuesto que esta no fue la situación de Abraham porque él no dejó a Ur, su país de origen, por alguna presión social, necesidad económica o inestabilidad debido a algún gobierno dictatorial. En el caso de Abraham, cuando salió ya era rico, lo que plantea que no tenía necesidad de salir.

Sin embargo, en su caso, Dios lo llamó para hacer de él una gran nación. Su salida fue solo un acto de obediencia a un llamado divino. Algunos nos tocó dejar nuestros países por el mismo llamado.

Pero aún esto, aunque no tiene ningún parecido a la razón que impulsa a tanta gente a dejar su patria, la salida planteó una nueva esperanza para ser usado por Dios en lugar fuera del país amado.

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Julio Ruiz
Autor

Julio Ruiz

Pastor en Virginia en los Estados Unidos, con 42 años de experiencia de los cuales 22 los dedicó en Venezuela, su país de origen. Otros 9 años los dedicó a pastorear en Vancouver, Canadá y los últimos 9 años en Columbia Baptist Church en su ministerio hispano, donde estuvo hasta agosto del (2015). A partir de octubre del mismo año (2015) comenzó una nueva obra que llegó a constituirse en iglesia el 22 de mayo de 2016 bajo el nombre de Iglesia Bautista Ambiente de Gracia en la ciudad de Burke, Virginia. El pastor Julio es Licenciado en Teología y ha estudiado algunas cursos para su maestría en Canadá. Además de haber sido presidente de la convención bautista venezolana en tres ocasiones, también fue profesor del seminario teológico bautista. El pastor Julio por espacio de unos 18 años publica sus sermones y artículos por estos medios. Es casado con Carmen Almera Ruiz y tiene tres hijas y una nieta: Laura, Oly, Sara e Isabella. Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251-6590.

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