La iglesia – Pastoreando al que pastorea

Otras versiones dicen: os pido encarecidamente, como favor especial. Esto da a entender que el apóstol llevaba una carga grande en su corazón. Algo estaba pasando, de allí el ruego.

El asunto es que Pablo va a tratar un tema muy importante y la iglesia debería conocerlo. La palabra “hermanos” habla mucho de una relación cercana e íntima. Esto solo se da en una iglesia.

El ruego de Pablo es para que reconozcan a los que están con sus pastores. Lo contrario a reconocer es ignorar, y eso es lo que Pablo les está pidiendo que no hagan. Varias versiones traducen así el texto: “que reconozcáis”, “sean considerados”, “honren a sus lideres”. Es un llamado a valorar y apreciar a su pastor.

2. Reconocerlos por lo que hacen (vers. 12b)

Hay tres grandes responsabilidades que ejercen los pastores. Primero, “los que trabajan entre vosotros”. Observemos este reconocimiento por el trabajo que ellos hacen. ¿Cuál es el trabajo de un pastor?

Algunos juzgan y hasta menosprecian el trabajo de un pastor porque no es comparado con el que hacen los demás hombres, especialmente los hispanos en un país como este.

El trabajo de un pastor es el más importante que hombre alguno puede hacer, de acuerdo con Hebreos 13:17. El trabajo de un pastor es velar por sus ovejas ¿Sabe lo que esto significa? La segunda responsabilidad es “y os presiden en el Señor”.

Entre los dones que el Señor nos da está el de “presidir”; eso es, el ser líder de la iglesia. ¿Por qué Pablo dijo esto? Porque a veces se cuestiona cuál es el liderazgo de un pastor, de allí este recordatorio.

La tercera responsabilidad es “y os amonestan”. Amonestar significa “llamar la atención o reprender gentilmente; advertir.”. Es, “al mismo tiempo que su tono es fraternal, es como de un hermano mayor”.

II. LA IGLESIA PASTOREA A SU PASTOR AMÁNDOLO

1. Tenerlos en mucha estima y amor (vers. 13)

El texto dice que los que tengáis “en mucha estima”. Se dice que en el original, cuando esta oración se une con la palabra “amor”, es algo hiperbólico, o sea, algo extremadamente grande.

La iglesia tiene que amar a su pastor en un grado extremo. Cuando leí estas palabras en el original y su profundo significado vino a mi mente el tiempo en que yo era una oveja y no un pastor.

Y me acordé de los cuatro pastores que tuve en mi vida, y de todos ellos guardo un hermoso recuerdo, por su calidad de vida, y a todos ellos los llegué a amar como eran, con sus virtudes y defectos.

Y fue mi estima y mi amor por ellos que me hizo después evaluar las cosas que cada uno de ellos me transmitieron en esa relación que llegamos a mantener. Del primero con el me convertí aprendí el arte de amar a los creyentes. Del segundo aprendí el arte de la predicación. Del tercero aprendí el arte de la evangelización, y del cuarto aprendí el arte de hacer discípulos.

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