Vamos por uno más

Las personas en vez de asombrarse y decir es la persona que aúlla en la noche, es la persona que se cortaba con rocas, esa es la persona que rompió y que incluía controlar, mira que hermosa obra hizo Dios en la vida de este hombre. Pena, pero no hacen nada de eso. Más bien ven los cerdos que perdieron, por ende ven su economía afectada y dicen Jesús vete de aquí (vers. 17); esto si es fuerte y trágico.

Marcos parece hacer la historia de este hombre a propósito con detalles. Pinta una escena muy devastadora, dónde hay una persona que gracias a esa legión de demonios vive como un animal y todos le temen, todos le conocen.

Ahora lo ven sano y normal, y que en vez de festejar eso, para ellos fue más importante los cerdos, y furiosos gritaron que se fuera  a Jesús, en lugar de decir mira Jesús en mi casa tengo un hijo enfermo, tengo familiar un vecino afectado, ¿puedes ayudarme? Pues no lo hicieron, porque estaban tan molestos por su economía que no querían nada que ver con Él.

Vemos que su bienestar personal era más importante que las necesidades ajenas. Cualquiera de nosotros puede luchar con esto en darle más importancia a nuestra situación personal, a nuestro estado de cuentas que el estado emocional de las personas que nos rodean. No estoy diciendo que eso es ser cruel, porque ellos no estaban insultando al Gadareno ni a Jesús. Estaban molestos porque perdieron su fuente de ingresos.

Creo que aquí debemos hacernos una pregunta muy difícil. ¿Amamos más lo material o que una persona tenga un encuentro personal con Jesús? ¿Buscamos comodidad o preferimos salir de esa zona de confort y ser una diferencia en las demás personas?

Si Dios viniera para ti y te dijera vas a perder absolutamente todo lo material, no tu familia, pero vas a perder absolutamente todo, pero muchísimas personas van a tener un encuentro con Jesús que transformara su eternidad, ¿estarías dispuesto a hacerlo?

Te prometo dices: bueno son como 3000 personas creo que vale la pena. Pero, qué tal si te cambia la pregunta y te dice, bueno perderás todo pero sólo una persona conocerá a Jesús, sólo una persona sera transformada, ¿valdría la pena?

Eso es lo que pasó con el Gadareno, ellos lo perdieron todo y sólo se sano una persona. Cuando ellos estaban haciendo cuentas pues dicen, sabes que Jesús hubiéramos preferido dejado el Gadareno cómo estaba y no afectes así nuestras fuentes de ingresos.

Esto te hace pensar y te recuerda que si Dios te ha dado una casa no es sólo para tu beneficio, sino también para el de otros. Si tienes un trabajo no es sólo para tu beneficio, sino también para el de otros. Todo lo que Dios te ha dado no es sólo mente para ti, es para que aprendas a darle a los demás, a compartir con los demás, a salvar a uno.

IV. EL ENDEMONIADO

Hemos hablado de leprosos, de enfermos, entonces no quiero redundar demasiado. Para estas alturas ya es obvio que no importa cuál es tu enfermedad Jesús te puede sanar. Que no importa la opresión que tengas, Jesús te puede librar. Que no importa cuál es la condición en la cual te encuentres, porque Dios te puede transformar.

Espero que eso ya sea un hecho para ti, y este tal vez es el ejemplo más fuerte que hemos topado hasta ahora. Porque realmente no sabemos cuántos demonios, ya que una legión está entre 5000 y 12,000 soldados y únicamente habían 2000 cerdos. No sé cuántos demonios se metieron en cada uno de los cerdos.

Estoy seguro que tener un demonio es terrible, pero imagínese tener más de 5000 demonios, vivir en tumbas, y por la noche gritar y aullar como un animal salvaje. Marcos realmente nos está pintando la imagen más aterradora que puede existir, y Jesús toma a este hombre que ahora está sentado y vestido ya en su sano juicio, esto sí que es increíble.

Dios te puede perdonar, transformar, sacarte de cualquier situación. Así que jamás dudes de el poder de Dios. Pero no me quiero enfocar en eso, me quiero enfocar en el encuentro que tiene el ex endemoniado.

Llega a Jesús y le ruega diciendo, déjame ir contigo (vers. 18). Porque al ver su transformación lo que más quiere es ir y ser un seguidor de Jesús. Lo que más quiere es ir y ver cómo sigue transformando a más personas y ver como trabaja Jesús. Y uno se imaginaría a Jesús diciendo claro ven con nosotros.

Pero Jesús le dice, no quédate aquí y ve a los tuyos, y ve a tu familia (vers. 19). Esto es extraño y loco, este hombre le estaba diciendo a Jesús que le dé la oportunidad de ser un misionero, y Jesús le dice no, quédate aquí y se aquí la diferencia.

Mire Jesús fue un misionero, dejó el cielo y vino a este mundo. Todos los discípulos se convirtieron en misioneros. Salieron de Jerusalén y fueron a todas las partes del mundo a compartir el mensaje del reino de Dios. Si Dios está poniendo un llamado misionero en tu corazón excelente.

Si te está llamando a la India, está muy bien enviarte a cualquier parte del mundo. Sin embargo también es muy importante saber que hay algunas personas que dicen Dios mándame a cualquier lugar, pero aún no han aprendido a ir a sus familiares y vecinos con las personas que tienen cerca.

Jesús aquí le está diciendo empieza con las personas que están a tu alrededor, y creo que ese es uno de los consejos más prácticos que hoy te puedo dar. Si tú quieres cambiar el mundo, y quieres hacer una diferencia, inicia impactando al mundo impactando a la gente que está tu alrededor.

Empieza con el profesor de la universidad o del colegio, tu jefe en el trabajo, con los padres de otro compañerito de tus hijos, con el estilista que te corte el cabello, con el mesero que te sirve siempre un café o un almuerzo, con todas aquellas personas que Dios ha colocado a tu alrededor. Ellos deben ser la primera parada en cuestión de contar tu historia para hacer la diferencia.

CONCLUSIÓN

Muchas personas me han dicho, quisiera hacer la diferencia pero no sé cómo. Quisiera hacer algo para Jesús pero no sé cómo. Es que a veces sentimos que si no hago algo magno, algo grande, es como si no hiciera nada.

Pero la Biblia te está diciendo empieza hoy allí donde estás. Si quieres cambiar el mundo deja que Jesús te transforme, y comparte la historia de tu transformación con todas aquellas personas que están a tu alrededor.

Vivimos en un mundo escéptico en una ciudad escéptica, inteligente, equipada, entrenada, científica, pero escéptica. Y quizás pueden pelear contra cosas de La Biblia, pero no pueden pelear y discutirte cosas de tu vida.

Quizás pueden debatirte asuntos históricos, pero no pueden debatir tu historia. Y cuando tú llegas a las personas y tienes tu historia y les dices yo era oprimido pero ahora soy libre, yo estaba esclavizado pero ahora tengo esperanza, yo estaba atado pero ahora tengo libertad, ese es el mensaje que puede cambiar la vida de individuos, y por ende ayudaras a hacer un cambio real.

En unos pocos capítulos Jesús va a regresar a Decapolis tierra de las 10 ciudades (así se llama esta tierra del Gadareno). En esta vez llego y solamente vio un hombre, pero la próxima vez que llegue van a aparecer multitudes pidiendo que sane a sus enfermos. ¿De dónde salieron todos ellos?

Yo creo que este ex endemoniado fue a todas las personas que conocía y les dijo: hay un hombre que me sanó, hay un hombre que me cambió la vida, hay un hombre que me dio libertad, hay un hombre que venció los demonios que traía adentro, y su nombre es Jesús. Entonces la fama de Jesús creció gracias a este individuo. La próxima vez que llegó Jesús habían multitudes que querían verlo y conocerlo.

SI QUIERES CAMBIAR EL MUNDO, ENTONCES DEJA QUE ÉL TE TRANSFORME A TI Y A TRAVÉS DE TI TRANSFORMAR A PERSONAS QUE ESTÁN A TU ALREDEDOR.

© Franklin Riera. Todos los derechos reservados.

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