Tal vez tú has sido una persona séptica o a sido un crítico de la religión pero por fin has tocado fondo y estás tocando una respuesta divina te quiero decir que has venido lugar correcto y también que mires la respuesta de Jesús.
Marcos 5:24 Jesús fue con él, y toda la gente lo siguió, apretujada a su alrededor.
Jesús no le dijo: mira ahora sí que te conviene quieres que te ayude o no le dijo después de meses de hostigarme, criticarme o despreciarme, desacreditar mi ministerio y acusarme falsamente aún de odio, sembrar odio mucha gente, ahora resulta que quien es un milagro bueno eso es lo que cambies nosotros como humanos podemos hacerlo tendríamos muchas ganas de hacerlo.
Uno pensaría que esto es un hombre que le ha cuestionado mucho Jesús yo creo que Jesús no lo debe nada este hombre, pero Jesús demuestra una vez más que aún a la persona que hasta ese momento demostrado desprecio por Jesús el momento que extiende su mano para pedir ayuda a Dios.
Él está dispuesto a abrir los brazos y decirte quizás hasta ahora me has rechazado me has criticado no me has dado la espalda pero tú te humillaste y yo soy un Dios de amor de gracia y misericordia estoy dispuesto a escuchar tu oración y responderlo para hacer una diferencia en la vida de tu hija.
No importa cómo llegaste hoy, no importa si tienes décadas desacreditando la iglesia o el cristianismo o el liderazgo, el pastor, si tú llegaste hoy con un corazón sincero diciendo que yo necesito tu respaldo necesito una intervención divina en mi vida pues Dios escucha tu oración y te está recibiendo hoy con los brazos abiertos y ciento ti bienvenido a casa. Mira Jairo siendo un líder de la sinagoga y que se había opuesto al ministerio de Jesús, ahora él busca Jesús.
Marcos 5:25-26 Una mujer de la multitud hacía doce años que sufría una hemorragia continua. Había sufrido mucho con varios médicos y, a lo largo de los años, había gastado todo lo que tenía para poder pagarles, pero nunca mejoró. De hecho, se puso peor.
Imagínate una condición de esta mujer que tiene una enfermedad ginecológica y en el primer siglo no había los estándares de higiene que tenemos hoy en día ni las prácticas medicinales que hoy tenemos y para empezar qué horror tener un flujo de sangre una hemorragia continua por 12 años.
¿Te imaginas la anemia el dolor y el cansancio los mareos simplemente estar tremendo y continuo que sentía esta mujer? Además de esto, la Reina Valera dice que sufrió mucho la mano de sus doctores. En el primer siglo, hace 2000 años, vemos a médicos que no tienen ni más remota idea de cómo tratar.
¿Imaginas cuántas cosas intentaron hacer para esta mujer? Y otros que no tenía ni idea pero solamente le sacaba dinero, y con eso el dolor la incomodidad y las infecciones que pudieron haber provocado.
Esta mujer realmente vivió un legítimo infierno, y no solamente por su condición física sino también por la condición religiosa ya que en Ley judía indica que una mujer que está menstruando está ceremonialmente impura, eso quiere decir que no puede tener contacto con ninguna persona.
No puede ir al Templo, puede hablar con personas; recuerde que esta ley se escribió hace 3500 años y era supuestamente para proteger a la mujer. Sin embargo incluía ahí que si tenías una enfermedad con flujo de sangre no podías tener contacto con nadie. Eso significa que esta mujer por 12 años no sentía un abrazo un calor humano.
Imagínate que no podían hablar con ellos porque el mismo aliento podía contagiar a los otros indicando que son impuros, y entonces estas personas también podían ser impuros por 24 horas y no podían entrar a las sinagogas y tenían que entrar por un rito de sanidad y purificación. Por ende no podía tocarle a ella ni ella a nadie, eso es un martirio.
Que triste saber que era una persona que antes tenía muchísimo dinero, vivía rodeada de gente, tal vez pero ahora no podía estar con nadie ni nadie podía acercarse ni tocarla. Ahora tenía que vivir como pordiosero vivir en la calle y vivir con el rechazo de la gente sin nada de dinero.
Pero ella había oído hablar de Jesús.. Marcos 5:27 Ella había oído de Jesús, así que se le acercó por detrás entre la multitud y tocó su túnica. 28 Pues pensó: «Si tan solo tocara su túnica, quedaré sana».
