Predicas Cristianas
Prédica de Hoy: A la manera de Jesús
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Marcos 7:31-37
Introducción
Una de las cosas de la biblia, y sobre todo de la vida de Jesús, es que es increíblemente sencillo. Jesús orando dice: te doy gracias porque escondiste cosas a los sabios y se la revelaste a los niños. Hay ciertas partes de nuestra fe cristiana que si lo complicas no lo vas a entender porque es algo que se le debe entender como un niño.
Si le presentamos esta historia al niño, y le preguntamos de qué se trató, sencillamente diría que es de un joven que estaba sordo y que sus amigos le llevaron a Jesús y él lo sano.
Si le pregunto qué quiere decir esto, de seguro él me diría que cuándo estamos sufriendo o estamos enfermos o tenemos alguna necesidad, podemos ir a Jesús sabiendo que nos puede curar, nos puede ayudar, nos puede sanar y sabiendo que le importamos.
Siento que es muy importante cuando nos acercamos a las historias de la Biblia, sólo leer y creer lo que dice en primera intención, que no importa lo que estés pasando, no importa lo que estés sufriendo, no importa que enfermedad portas, debes entender que Dios te ama y está interesado en ti y sobre todo tiene el poder para sanarte. Debes tener la fe y la convicción para ir a él sabiendo que es el único capaz para ayudarte a salir de donde estás. Veamos siempre la biblia con esa convicción en el corazón, que Dios es un Dios bueno y que está a nuestro favor.
Las sanidades de Jesús
En Marcos hemos visto un montón de sanidades. Me fascina leer la biblia porque puedes ir descubriendo por capas. En una primera lectura siempre vas a ver una enseñanza general, pero cuando vas rascando un poco encuentres cada vez que le des nuevas maravillas nuevas cosas profundas.
El libro de Marcos es una obra maestra, es bien útil entenderlo. Al inicio aparece sólo un resumen de la historia de Jesús, pero cuando rascamos nos damos cuenta como Dios ama a los enfermos. Que él es capaz de sanar enfermedades, y de repente vemos algunos elementos en la historia que nos sacude la cabeza. Como por ejemplo, la forma que tiene de sanar Jesús en esta historia a este hombre.
Jesús le mete los dedos en las orejas a este hombre
No sé si a ti te pasó, o si tú lo hiciste en la primaria o secundaria, mojarse con saliva los dedos y ponerle alguien en las orejas. No sé si esta costumbre vino de esa práctica que hizo Jesús. Pero te imaginas que en esa saliva siempre hay bacterias y gérmenes.
Pero mira, aquí coge y escupe en su mano, y las frota con su mano sobre la lengua de este hombre mudo con su saliva. Cuando tú vas al médico y te pone ese palito de madera para revisarte la lengua y la garganta, a veces te da arcadas, ganas de vomitar,. Ahora imagínate ese hombre que está abriendo su boca, y te está poniendo su mano ahí untada de otra saliva.
