Con toda bendición espiritual

Ahora tenemos amor, hacia Dios y hacia los hermanos de la fe. También amor por aquellos que no han conocido del Señor para que también, al igual que nosotros, pasen de experimentar los frutos del pecado y experimenten las bendiciones del Espíritu. Tenemos Gozo al saber que en la eternidad veremos a Dios y estaremos siempre con Él. Este es un maravilloso fruto pues siempre estamos con gozo de espíritu y disfrutamos la vida.

Por sobre todas las cosas tenemos paz, al saber que a los hijos de Dios todas las cosas ayudan para bien, y que podrán caer a nuestro lado miles pero ninguna plaga nos tocará, porque Dios está con nosotros.

Tenemos paciencia en medio de la tribulación al saber que en Dios encontramos solución y que por algún propósito las permite. También la benignidad de Dios se impregna en nosotros y podemos mostrar compasión por los demás, aunque nuestro carácter antes no fuera así. Bondad, Mansedumbre, fe y templanza. Dios es es que da estas bendiciones espirituales a través de su Espíritu.

Ahora podemos recibirlas y llenan nuestra vida cada día a través de este cambio de en nosotros que solo Dios pudo hacer. Gracias a Dios por su bondad hacia su pueblo.

c. Bendición espiritual – La plenitud de Dios (Efesios 3:19)

No debemos creer en ningún momento que estas bendiciones pueden alcanzar a los demás y no a nosotros. El Señor las ha dejado para todo aquel que crea y solo espera Dios que se lo pidamos para darnos toda bendición espiritual.

Dios quiere darnos toda bendición hasta que tengamos la plenitud de Cristo. Dios quiere daros esa plenitud que se manifestara en ese amor hacia Dios, pero no un amor impuesto sino que nace del interior de cada uno. Un amor hacia Dios y hacia la humanidad entera.

De repente solo queremos el bien y actuar con justicia. Buscamos hacer lo bueno todo el tiempo. Y nos damos cuenta que no es algo que normal en nuestro corazón, sino que Dios ha comenzado a vivir en él y toda nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo son rendidos al Señor.

Sin darnos cuenta empezamos a vivir totalmente para Dios y cada acción automáticamente está regida por la palabra de Dios y su voluntad. Empezamos a pensar como Cristo, sin darnos cuenta, sin saberlo es plenitud nos llena poco a poco hasta que podemos decir como el apóstol Pablo, ya no vivo yo, Cristo vive en mi.

2. Bendiciones materiales

Dios es dueño de todas las riquezas y nos bendice con ellas. Muchas veces esas riquezas las tenemos y no les prestamos atención pues las damos por sentado. Pero es Dios quien nos guarda y protege de todo mal.

a.  Salud – Bendición espiritual (Éxodo 15:26)

En el mundo hay infinidad de plagas, enfermedades y dolencias que en algún momento afectan al ser humano y nadie es inmune a ellas. Pero Dios tiene cuidado de sus hijos y ofrece bendecirnos si le obedecemos. Si hacemos lo recto delante de Dios ninguna plaga tocara nuestra morada y podremos estar seguros.

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