Asombrosamente hecho

David sigue asombrado en su descripción añadiendo más elementos a ese conocimiento previo para decir también que “mi cuerpo no fue oculto” de esos ojos. La visión anticipada de Dios respecto a nuestras vidas nos da una gran seguridad, porque nadie más sabe cuál sería mi destino y mi misión como el Señor. Antes de ser lo que soy estuve en la mirada de Dios. Eso me hace vivir para un propósito.

III. LA MANERA CÓMO FUIMOS HECHOS

1. “No fue encubierto de ti mi cuerpo…” (vers. 15)

Otra versión dice: “Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto…”. Aunque la ciencia puede hoy saber los movimientos del bebé a través de un ultrasonido, y hasta precisar su sexo, no podrá entender la manera cómo el cuerpo humano va cobrando forma dentro de nosotros. Pero para Dios todo está a su vista porque Él ha sido su hacedor.

Llama la atención en esta única y maravillosa obra, la manera cómo Dios trabaja; así David sigue describiendo la obra de Dios en su vida: “Bien que en oculto fui formado…”. Juan Calvino, comentando este texto ha dicho: “Si un artesano intentara comenzar una obra en una cueva oscura, donde no hay luz para ayudarle, ¿adónde dirigiría su mano para hacerlo? ¿Y en qué forma lo haría? ¿Y qué clase de arte demostraría?

Pero Dios hace la obra más perfecta de todas en la oscuridad, porque forma hombres en la matriz de una madre”. Extraordinario comentario. Dios no necesita de luz para hacer su obra, porque lo mismo le son las tinieblas que la luz vers.12. Spurgeon dice: “¡Con qué hermosura describe la formación de nuestro ser antes del tiempo de nuestro nacimiento! El gran artista trabaja a solas en su estudio…”. La obra será maravillosa.

2. “Y entretejido en lo más profundo de la tierra” (vers. 15b)

Otra versión traduce como “bordados” por las manos del Creador. Dios nos hizo como una pieza de arte inigualable, para llegar a ser únicos en relación con otros. Yo no sé si habrá vida en otros planetas, o cómo serán los seres de otros mundos (por cierto, los que nos han mostrado son muy feos).

Pero el ser humano posee una composición tan finamente conectada, donde los órganos dependen unos de otros, y donde los evolucionistas no pueden explicarlo, por cuanto es imposible que el cuerpo humano haya evolucionado con esa simetría tan asombrosamente elaborada.

Observe lo entretejido del cerebro humano. Sin él no hay vida, porque es el que manda a todos. Como si se tratara de una orquesta, el cerebro es el órgano director, indicándole a los demás como funcionar. Fue hecho para controlar el resto del cuerpo.

¿Sabía usted que una de las funciones del corazón es bombear sangre oxigenada al cuerpo después de que bombea sangre desoxigenada a los pulmones? Normalmente hace esto de 60 a 100 veces por minuto, 24 horas al día. Los órganos internos fueron cubiertos con huesos, los huesos con tendones y los tendones fueron cubiertos con piel. ¡Totalmente asombroso!

IV. LA ALABANZA QUE ESTO PRODUCE

1. “Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras…” (vers. 14a)

La versión NTV lo traduce así: “¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo!”. David no terminaba de salir de su asombro al verse como Dios lo hizo, de allí esta declaración de alabanza. Él, al contrario de los evolucionistas que niegan a Dios como creador, y al saber cómo fue hecho, expresa maravillado la alabanza que merece su Creador.

Si algún canto produjo su total inspiración fue este, y por lo visto acá, esta fue una sublime alabanza al ver cómo Dios tuvo cuidado de él aún antes de ver la luz del mundo. Bien pudiéramos unirnos a esta alabanza de David hasta decir igualmente: Yo alabo a mi Dios por haberme hecho formidablemente.

Lo alabo porque al verme, al saber de dónde vengo, cómo me ha sostenido y dirigido, me doy cuenta de que hay un solo yo. Que conmigo Dios usó un solo patrón que nunca más usará.

Deja un comentario