¿Qué reviste a un pastor?

Es necesario que el pastor de un rebaño tenga un equilibrio; ni muy elástico por que se echan a perder las ovejas, ni muy rígido por que de lo contrario las ovejas trataran de huir y se salen del corral.

Desafortunadamente, que difícil es reconocer nuestros errores y siempre se le hecha la culpa a la oveja y a veces el pastor no se da cuenta que tiene muy suelta la túnica o demasiado ajustado el cinto. Hace cuanto que no le pedimos perdón a nuestros hijos, a nuestra esposa a la persona que ofendimos en el trabajo, ¿pero sin volver a cometer la misma falta?

Recuerdo soltar un poco el cinto con los mayores y apretarla un tanto con los menores. Pero hablábamos de que llevaba otro atuendo sobre la túnica; este era el aba. Una manta de piel de camello; esta manta tenia varias funciones: mantener al joven en calor, le servía como impermeable, y por la noche lo usaba como frazada para envolverse y dormir.

El aba tipifica: UNCIÓN. 

La unción que reposa sobre el pastor dada por el Espíritu Santo, que le permite una comunión con Cristo, que lo cubre de las adversidades del enemigo, y lo aparta de las cosas del mundo para ser testimonio vivo y verdadero.

Iglesia a menudo nos quejamos de la relación de los demás con Dios, de las ovejas de otros rebaños y murmuramos de otros pastores de otras ovejas; pero como se encuentra nuestro rebaño?, andamos reclamando una santidad la cual ni siquiera nosotros somos capaces de vivir.

Cuando una autoridad habla en estos términos muchos dicen: ¡esto no es con migo!, es con el que esta al otro lado. Yo lo invito a que se pregunte en este día: Cómo esta mi casa; como están mis hijos; será que si estoy totalmente apartado y comunión con Dios; será que oro todos los días e invito a mis hijos a bendecir los alimentos y a bendecir el nuevo día.

Desafortunadamente mucha gente no se da cuenta que las adversidades de la murmuración, de la falta de fe, del menosprecio de otros, el egoísmo, la envidia, los celos, la contienda, el estar mirando como actúan otros rebaños, los tienen tan cegados que esa unción pura y santa hace rato que no la ven.

Debemos usar el aba como la usaban los pastores de aquellos tiempos, para que nuestra carne no toque tierra, no se contamine con todas estas cosas terrenales que contaminan y le hacen daño a las ovejas del rebaño. Solo de esta forma podremos formar ovejas firmes y sin defecto al servicio del dueño del rebaño que es nuestro Dios.

LA BOLSA DEL PASTOR.

1 Samuel 17:40 “Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.“

Los pastores tenían dos tipos de bolsas, una que se llamaba el zurrón, que era donde llevaba el alimento cuando se iba durante varios días de su casa, en busca de pastos verdes. Y la otra era donde llevaba las piedras para la honda.

El pastor es el encargado de buscar el alimento y los pastos apropiados para las ovejas, y para estar en forma, le es necesario alimentarse. No es posible ni aceptable un pastor que no se alimente a diario con la palabra de Dios.

Josué 1:8-9 dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”

A veces nos preguntamos ¿por que esta fallando algo en las ovejas que tenemos a cargo? Pregúntese antes, ¿cómo esta mi alimento? ¿cómo esta mi comunión con Dios? David, colocó en su bolsa de comida, las piedras para la honda y esto tiene un significado muy hermoso; esto tipifica que la mejor arma que uso David, no fue una honda, sino su Fe.

¿Por qué su fe? Porque dice la palabra de Dios que la fe viene por el oír y el oír por la palabra y la palabra acabamos de ver esta representada en el alimento. El saco sus armas de la bolsa del alimento. Todos los dardos que el enemigo traiga sobre su rebaño, ud. los debe debatir con la fe que ha nacido a través de alimentarse de la palabra.

La fe corta ataduras, la fe rompe maldiciones generacionales, la fe desata bendiciones. Cuantos vemos de mal genio a nuestros hijos y enseguida pronunciamos: ¡igualito al papa!; iglesia con la fe Ud. puede cortar esa atadura.

Si ud. tiene una oveja al frente suyo, y esa ovejita se ha saltado el cerco ya varias veces, será que a gritos la oveja le obedece? No, más rápido pega la carrera. Es por medio de la palabra que esa oveja cambiará su actitud y obrará rectamente.