Quita la mirada del milagro

1. Predicó la palabra fielmente.

“Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga y muchos, oyéndole, se admiraban…”

Es importante recordar que los milagros se hacían en las calles, con la gente necesitada, pero Jesús tenia una misión bien importante, como la que se nos ha sido encomendada a todo líder y predicador, que es enseñanza de la palabra.

Antiguamente era esencial la enseñanza en la sinagoga y hoy en día se hace en el culto dominical, pero la iglesia debe ser relacional y debe volcarse a enseñar la palabra en todo lugar y rincón que le sea posible para que sea escuchada por muchos.  

En las casas, en los altares familiares, en los grupos bíblicos, ya que hay tantas falsas doctrinas y corrientes, pero que con una estrategia de evangelismo relacional efectiva puede encausar a muchos de nuevo al camino de vida que es Cristo.

2. Predicó la Verdad.  

y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene este estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada?,… 

Quienes escuchaban estaban en la sinagoga y lo que escucharon, era el evangelio de la verdad. No hay evidencia de que alguno refutara la doctrina, por el contrario, dice el texto que estaban admirados, la palabra que escuchaban provocaba tanto impacto que buscaban la providencia de tanto crédito, puesto que realmente eran palabras de sabiduría y de vida lo que estaban escuchando.

En los tiempos bíblicos, la forma mas efectiva de refutar las teorías de los falsos maestros era profesar la verdad.  Y ante la verdad expuesta por Jesús, nadie le llevo la contraria.

El predicar la verdad del evangelio trae la revelación al corazón y Ud. como predicador no tendrá que hace esfuerzos humanos puesto que el Espíritu Santo se revela en la palabra misma.

3. No desfalleció ante la incredulidad.

y estos milagros que por sus manos son hechos?  Paradójicamente, esta expresión del versículo 2, afirma que quienes escuchaban a Jesús en la Sinagoga reconocían los milagros de Jesús.  Aunque no me imagino a Jesús contando de si mismo los que sucedía en las calles, si había ciertamente quien replicaba lo que en las calles se veía y sucedía.  Y quienes escuchaban daban testimonio.

Sin embargo, la gente siempre busca aferrarse del pasado de las personas y más si Ud. es líder, es por esto que luego de ver que Jesús predicaba la palabra de verdad y reconocen sus milagros, le reclaman por su origen y se niegan a creer: “¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él.”  (La versión DHH termina diciendo: Y no tenían fe en el… y la NTV termina diciendo:  Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en el).

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