Jesús has un milagro en mi vida

Jesús lo oyó, Jesús se detuvo y Jesús lo llamó,

  • ¿Qué hizo que Jesús lo escuchara? Pues su clamor, su fe persistente,
  • ¿Qué hizo que Jesús lo llamara? Su gracia, y nuestras necesidades son suplidas no cuando buscamos nuestra necesidad sino cuando buscamos a Jesús.

Bartimeo cuando clamaba a Dios, no decía ¡sáname! ¡Respóndeme! Él estaba buscando a Jesús y buscando de Su gracia. Eso me indica que los milagros vendrán a nosotros cuando busquemos primeramente a Dios, y después vendrá todo por consecuencia.

4. CAMINA HACIA TU MILAGRO

¿Puedes ver lo que está pasando? Clamor y fe, lo que provocó que Dios obre. Fe y clamor son necesarios para que nuestro milagro se posible. Muchas veces hay mucho clamor, con lágrimas, gritos, saltos, pero por dentro decimos: quien sabe..  o no estoy seguro que Dios escuche.. o que atienda mi oración, falta fe.

Por otro lado puedes tener mucha fe pero un clamor muy callado,  hay que clamar y tener fe. Este ciego aunque tenía fe alzó su voz y no se detuvo en su clamor, la fe es necesaria por que “sin fe es imposible agradar a Dios” y debemos hacernos a él sabiendo que “él recompensará a los que le buscan con sinceridad..” Hebreos 11:6

Es necesaria la fe y el clamor son requisitos. Jesús se detuvo, Él no podía seguir Su camino si primero no nos libera, si primero no permitía que lo siguiéramos, no puede avanzar en su plan sin ir con nosotros, porque Él no quiere ir solo en el cumplimiento de su deber y su reino.

Es por eso que Él nos estaba liberando y dando visión, por eso llega a Bartimeo que está sentado y sin vista. Jesús avanza pero no lo hace solo, quiere que tú lo acompañes. Jesús no nos quiere limitados, insuficientes, por eso vino con su suficiencia, para que avancemos con Él, hacia un mañana, hacia un propósito.

Jesús lo estaba llamando, y sabes que cuando Jesús te llama prepárate porque Él va a actuar, va a hacer algo, y en este momento te dice ¡ánimo! ¡Te estoy llamando! Si hoy estás esperando o buscando un milagro Él te dice ¡ánimo te estoy llamando, tú milagro viene en camino!

No te detengas, cuando escuches la voz del enemigo diciéndote cállate.  Dios te dice con fuerza, ánimo yo estoy contigo, y te daré nuevas fuerzas porque tengo un propósito para ti, ánimo, levántate y vamos.

Las palabras de Dios siempre serán palabras de esperanza para nosotros.

“Bartimeo echó a un lado su abrigo, se levantó de un salto y se acercó a Jesús.” vers. 50

Me encanta la fe de Bartimeo, él sabía que el momento que Jesús lo llama, es porque iba a actuar, aunque él estaba ciego, sus ojos ya estaban viendo la Gloria de Jesús, estaban puesto en Jesús.

Deja un comentario