Jesús has un milagro en mi vida

Por el momento estaba ciego, pero él ya estaba viendo su milagro. Dice el texto que arrojó su capa o abrigo, esto es que deja su pasado atrás. Bartimeo sabía que Jesús no solamente le dará la vista, sino también que lo llamaría para vivir un nuevo propósito.

Cuando Jesús obra lo hace de manera competa, si esperas un milagro, pues Él obrara no solo en lo que pides sino te hará nuevo. Este ciego estaba esperando su vista, pero Jesús recobra también su pasado, dándole identidad y propósito a su vida, todo el tiempo perdido lo iba a recobrar.

Cuando Jesús obra hace completa su obra.

5. EL LLAMADO DE DIOS REQUIERE UNA RESPUESTA

Vemos que Jesús lo llamó; dice la escritura que dio un salto y fue enseguida. Cuando Jesús te llama Él quiere una respuesta inmediata. Las oportunidades son hoy, si Jesús te llama hoy, pues responde hoy.

Si sientes el llamado de Dios, responde actúa. Bartimeo no dijo, déjame ver bien si es la voz de Dios, no dijo oremos un poquito más para saber si es de Dios, pues no. Si Jesús te llama entonces al instante debe ser tu respuesta. Muchas veces nos hemos detenido, por eso muchas veces el milagro se ha detenido, porque no respondemos a su llamado.

“—¿Qué quieres que haga por ti? —preguntó Jesús.—Mi Rabí —dijo el hombre ciego—, ¡quiero ver!” (vers. 51)

¡Esta pregunta te hace hoy a ti también! Te dice: ¿qué quieres que haga por ti? En muchas ocasiones somos sinceros con las personas menos con Dios. Abrimos nuestro corazón con amigos y familiares, pero cuando llegamos a Jesús le maquillamos la verdad.

Él te pregunta ¿qué quieres que haga por ti?, y le decimos: mi familia anda así, o más o menos le decimos en forma general. Cuando vamos al médico le contamos todo lo que nos duele. Vamos al mecánico le contamos todos los ruidos y señales del vehículo, y cuando llegamos con Dios no somos vulnerables con Dios. Él te pregunta: ¿cómo está tu familia? Y le étimos ahí más o menos, caminando caminando, se vulnerable con Dios.

6. PARA RECIBIR TU MILAGRO SE VULNERABLE CON DIOS

A veces pensamos erradamente, que si somos sinceros con Dios Él se va a enojar o no nos va a ayudar. Pero Él ya nos conoce. No somos vulnerables porqué pensamos que nos va a juzgar, pero Jesús ya sabe tu situación y no te va a juzgar.

Él quiere una respuesta inmediata y sincera, que le digas todo lo qué hay en tu corazón, que le expongas tu necesidad. Bartimeo no le esconde nada a Jesús, él fue claro y directo, “quiero ver”. Así debemos acercarnos a Jesús con un corazón sincero y conscientes de nuestra necesidad. Acercarnos confiadamente, exponiéndonos como somos porque Él ya nos conoce, y no vas a tener un juicio, sino un milagro que restaurará tu vida.

Si somos honestos con Dios, milagros está por suceder, por qué nuestro corazón está abierto.

Deja un comentario