La debilidad que me hace fuerte

El aguijón de Pablo tenía la misión de humillarlo para ir de rodillas a Dios. Las debilidades tienen la misión de revelarnos la espina que punza la carne para depender más del Maestro. Pero el aguijón de Pablo era en la carne, no en el espíritu. Ya Job había vivido esa experiencia (Job 2:4).

2. Oración no contestada (vers. 8)

Mis hermanos, orar será siempre una bendición, porque la demanda de la Biblia es hacerlo sin cesar. Sin embargo, con la experiencia de Pablo vemos oraciones sin ninguna respuesta. Esto parece extraño de Dios Padre, a quien el mismo Cristo pidió orar.

Pero esto no es raro, ya el mismo Hijo Cristo había hecho esta oración y el Padre también permaneció en silencio. Hay debilidades en nuestras vidas que nos conducen a estados de profundo quebrantamiento. Pablo le pidió tres veces al Señor por este aguijón.

Seguramente el Señor lo escuchó la primera, la segunda y la tercera vez. De una cosa estamos seguros, Pablo oró pidiéndole al Señor por la debilidad de aquella espina. Nos imaginamos su intenso ruego, parecido al de Job en el AT.

¿Le oyó el Señor su oración? ¡Claro, el Señor oyó a Pablo! Pero no hubo respuesta a su oración hecha tres veces. ¿Es por esto Dios insensible ante el dolor de sus hijos? ¡De ninguna manera! Dios también responde con una oración no respondida. El silencio de Dios frente a nuestro sufrimiento no significa desamparo, sino su trabajo para hacernos mejor.

III. LA DEBILIDAD NOS REVELA SU GRACIA

1. El Señor necesita mi debilidad (vers. 9)

Paradójicamente el Señor necesita más de mi debilidad que de mi fortaleza. ¿Por qué razón? Porque nuestra fortaleza pudiera convertirse más bien en un rival de su gracia. Los autosuficientes simplemente le dicen a Dios: “no necesito de tu ayuda”.

Pero, qué distinto es pensar que mis propias flaquezas se constituyen en verdaderos siervos de él. Cuando esto hacemos, dependemos de sus recursos y manifestamos su gloria. A través de la historia se ha descubierto cómo la necesidad del hombre es la oportunidad de Dios.

Pero, por otro lado, la seguridad del hombre es la oportunidad de Satanás. La manera cómo Dios obra no es la de poner al creyente fuera de las pruebas, sino en todo caso darle un poder especial para soportarlas.

Alguien ha dicho que “Dios suele sacar algo bueno de lo malo, para que los reproches de nuestros enemigos nos protejan del orgullo”. Las debilidades nos evitarán exaltarnos desmedidamente.

Dios usó la debilidad de los hombres para revelar su grandeza. Convierta su debilidad en bendición. Haga de su flaqueza una fortaleza. Cuando Sansón fue débil, pidió ser fuerte.

1 comentario en «La debilidad que me hace fuerte»

  1. Excelente labor y que gran tema. Me sorbió de mucho y entender, porque me ha sido tan fácil expresar la palabra de Dios. Cuando yo no podía entablar una conversación. Y ahora con la ayuda de Dios puedo predicar por horas. Dios es maravilloso.

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