Las cosas seguras de un cristiano

Julio Ruiz

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La salvación

Las cosas seguras de un cristiano

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Dios oye nuestras oraciones, aunque no siempre tenemos las respuestas conforme a nuestros deseos, pero sí conforme a su voluntad. Y el énfasis de Juan no está tanto en la respuesta del cielo, sino más bien en la seguridad de las oraciones oídas.

Para el creyente, el destinatario de sus oraciones es el Dios creador de todo el universo. No es un dios hecho por los hombres, aquellos que no oyen ni ven ni caminan, según lo dijo el salmista (Salmos 115:4-7).

De esta manera, la voluntad de Dios sigue siendo el asunto más importante para el creyente, y la oración debe estar unida a ella. ¿Será la voluntad de Dios perdonarnos y salvarnos?

2.2. Sabemos que tenemos las peticiones hechas (vers. 15)

La forma cómo Juan escribe nos produce cierta curiosidad, porque pareciera repetir las mismas ideas, o algunas veces decir lo mismo, pero no es así. Al contrario, su estilo más bien es didáctico y académico, propio de la cultura griega de la cual él fue un abanderado.

Note, por ejemplo, como en el vers. 13 habla a los “que creéis”, y luego dice: “para que creáis”. Ahora en estos verss. 15-16 habla de la oración siendo oída, pero también siendo respondida. En ambos casos el creyente tiene puesta su confianza. Sin embargo, el mismo Juan nos habla de las condiciones para que tales oraciones puedan ser oídas y respondidas.

De acuerdo con Juan 15:7 una condición para las respuestas a la oración es permanecer en la palabra. También debemos pedir en el nombre de Jesús según Juan 14:13s; 15:16 y 16:23–26. Sin embargo, no todas las oraciones son contestadas.

Jesús mismo pasó por la experiencia de derramar su alma delante de Dios, deseando no beber la copa del sufrimiento, pero al final le oímos orar, diciendo: “Mas no lo que yo quiero, sino lo que tú” (Marcos 14:36). Pablo oró tres veces a Dios por un aguijón de su carne, y tampoco tuvo respuesta (2 Corintios 12). Dios siempre oirá cuando oramos.

III. SABE DE SU LUCHA CON EL PECADO

El pecado no es una práctica en su vida (vers. 18) Una cosa sabe todo creyente: al momento de aceptar a Cristo todos sus pecados han sido perdonados, pero eso no significa quedar sin pecado.

Nuestra naturaleza pecaminosa todavía nos acompaña, y no ha sido redimida, por eso gemimos esperando el día de la redención. Sin embargo, esto no significa continuar practicando nuestros pecados antiguos.

El verdadero creyente no se goza en seguir pecando, sino se goza seguir obedeciendo y amando a su Señor. De acuerdo con la sentencia de Juan, el creyente no vive en esta condición, porque Cristo le guarda. La figura acá de Cristo es la del Buen Pastor protegiéndonos del asedio del engañador y tentador.

Así lo expresa el apóstol: “Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca”. Esta es una de las promesas más alentadoras de la Biblia. Por un lado, nos asegura la protección de la mano de Dios contra las intenciones de Satanás para destruirnos.

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Julio Ruiz
Autor

Julio Ruiz

Pastor en Virginia en los Estados Unidos, con 42 años de experiencia de los cuales 22 los dedicó en Venezuela, su país de origen. Otros 9 años los dedicó a pastorear en Vancouver, Canadá y los últimos 9 años en Columbia Baptist Church en su ministerio hispano, donde estuvo hasta agosto del (2015). A partir de octubre del mismo año (2015) comenzó una nueva obra que llegó a constituirse en iglesia el 22 de mayo de 2016 bajo el nombre de Iglesia Bautista Ambiente de Gracia en la ciudad de Burke, Virginia. El pastor Julio es Licenciado en Teología y ha estudiado algunas cursos para su maestría en Canadá. Además de haber sido presidente de la convención bautista venezolana en tres ocasiones, también fue profesor del seminario teológico bautista. El pastor Julio por espacio de unos 18 años publica sus sermones y artículos por estos medios. Es casado con Carmen Almera Ruiz y tiene tres hijas y una nieta: Laura, Oly, Sara e Isabella. Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251-6590.

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