!De mendigos a reyes!

Ella simplemente estaba corroborando que toda su casa olía bien ya que Jesús era el claro ejemplo de buen testimonio, el buen testimonio de un gran Rey, por eso seguramente ahorro mas de 3.5000.000, para comprar no cualquier perfume sino el mejor perfume.

De la misma manera Dios quiere que nosotros sus hijos tengamos el mejor olor; que las personas del mundo nos busquen y nos imiten en nuestros caminos por nuestro testimonio. Judas sintió egoísmo, envidia, pero como dice un refrán: ¡Envidia!, es mejor despertarla que sentirla. Y es mejor que cuando hablen de nosotros, sea, por que damos buen fruto. Tú eres un rey, hijo del gran Rey y un rey siempre usa el mejor perfume (el perfume del buen testimonio). No permitas que en tu vida espiritual entren los malos olores.

2. LOS MENDIGOS NO COMEN BIEN.

Por lo general los mendigos comen de lo que la gente les da, comen de las sobras de los restaurantes, comen lo que la gente desecha, sacan de la basura y utilizan drogas y pegante bóxer para calmar el hambre.

Su comida es siempre una incertidumbre, ya que si desayunan no sabe que van a almorzar, y si almuerzan no saben que van a comer. En lo espiritual los mendigos que no comen bien, son aquellos Cristianos que no leen la palabra o que muchas veces la leen pero no la mastican, ni se nutren de ella, y hacen de esta una comida rápida o como dicen comida de chatarra. La palabra que nutre es la que se medita, se recibe, y como resultado se aplica.

Lucas 4:4Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.”

Estos pasajes nos muestran la tentación de Jesús, que aunque estuvo en el desierto, debilitado en la carne y bien lejos de un supermercado, de una tienda, de una maquina surtidora de coca cola; saco fuerzas para resistir la tentación porque estaba NUTRIDO ESPIRITUALMENTE.

En el antiguo testamento la palabra de Dios fue revelada a los hombres. Al presentarse Jesús en la tierra, El se hizo palabra. De la misma forma hermanos, tus fuerzas en esos tiempos de desierto, donde te sientes debilitado, solo serán recobradas por medio de la palabra de Dios, Esta es la que te sostiene y no te deja caer.

Iglesia, es necesario hacer de esta palabra un diario vivir; aun en eso momentos de desierto y no solo contentarse con comerla, es necesario que te nutra. A veces buscamos resultados en los ayunos, pero no podemos pretender tener respuesta de Dios, sino se ha meditado en la palabra. Es cuestión de un principio: LOS REYES NUNCA DEJAN DE ALIMENTARSE. EL AYUNO SIN PALABRA SE CONVIERTE EN UNA DIETA DE MENDIGO.

3. LOS MENDIGOS PADECEN DE FRIÓ.

Si vemos a un mendigo en una noche fría, vemos que siempre buscan refugio en los lugares más ocultos (puentes, casas abandonadas, lugares desolados), y esto con el fin de que no sientan frío y a la vez nadie los moleste.

Si vemos a un mendigo vemos que su mejor cobertor es un saco sucio y roto, o una cobija que tiene respiraderos por todos lados. Desafortunadamente por mas que lo intenten siempre sienten frío, y lo peor aun, se vuelven insensibles.

Espiritualmente hablando el mendigo sin abrigo es el que no tiene cabeza o no se sujeta a la autoridad; son aquellos que andan diciendo Dios me dijo, Dios me hablo, ejercen un ministerio sin cobertura, dan profecías sin pasar antes por el pastor de la iglesia y a todo le ve cara de demonios.

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