Las marcas de un buen discípulo

Bernabé reconocía sus límites, y para el trabajo de poner las bases doctrinales, el hombre necesario era Saulo, el convertido de Damasco. Fue así como viajó a Tarso para traer de regreso a la persona que haría la gran diferencia en la iglesia que había sido llamada para impactar al mundo.

Bernabé no era alguien con intereses en negocios propios. Su misión fue descubrir, motivar y ayudar a otros. Bernabé no escribió ningún libro. Sin embargo, Pablo escribió casi la mitad del Nuevo Testamento. Lo mismo hizo con Juan Marcos.

Bernabé fue el hombre que Dios usó para ayudar a desarrollar liderazgo. ¿No es esto maravilloso? Los verdaderos discípulos construyen el éxito en los demás y no les importa si menguan. Así fue Juan el Bautista.

2. “Y se congregaron allí todo un año con la iglesia…” (vers. 26)

Hasta este momento la vida de Pablo, después de su conversión, no era conocida de una forma pública. Cuando Bernabé lo trajo a Antioquía allí comenzaría su gran ministerio. En este sentido, Bernabé no se acompleja porque pronto Pablo lo pasaría en su liderazgo.

Es más, creo que él se gozó por eso. Me parece oír en Bernabé lo dicho por Juan el Bautista: “Es necesario que el crezca y que yo mengue”. Entre las marcas de un buen discípulo se contempla esto. No hay tal cosa como una envidia porque el otro tenga más éxito que él.

Cuando comenzaron los viajes misioneros al principio se venía a Bernabé y a Pablo, luego el cambio de liderazgo fue evidente, pues inmediatamente se comienza a ver esta inversión: Pablo y Bernabé.

No importa si tengo que menguar para que mi hermano crezca. No importa cuánto tengo que sacrificar si al final logro el éxito en el otro. El verdadero discípulo da su vida por sus amigos. Su mayor gozo será ver a propio discípulo superarlo en todo.

V. EL BUEN DISCÍPULO ES ALGUIEN LEVANTANDO AL QUE NO PUEDE SEGUIR

1. El caso de Juan Marcos (Hechos 15:37-39)

¿Se puede imaginar un desacuerdo entre Pablo y Bernabé? Pues sucedió, y el culpable fue Juan Marcos en su primer viaje misionero. No sabemos las razones del desacuerdo, pero Bernabé se hizo cargo de Juan Marcos, trayendo esto una división entre dos grandes amigos.

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