IV. LA DISCIPLINA DEL DISCÍPULO
1. La historia más hermosa jamás contada (Lucas 1:1-4)
Lucas y Juan Marcos, como discípulos de Pablo, tienen algo en común: ambos escribieron dos de los cuatro evangelios. Pero la belleza del libro de Lucas supera a los demás en su estilo. ¿Por qué es importante comentar esto?
Porque cuando hablamos de los discípulos, como Lucas, su disciplina, constancia y fidelidad, lo llevó a escribir la historia más hermosa jamás contada. De esa obra maestra se desprenden muchos temas inigualables.
Por ejemplo, Lucas demuestra una gran estima por la mujer. Se observa en su amabilidad y el gran aprecio y comprensión de Cristo por ellas.
El evangelio de Lucas se conoce como “el evangelio de la misericordia”, porque uno de los propósitos de Lucas es revelarnos a un Jesús muy cercano a los pecadores, enfermos, pobres y necesitados. Su obra refleja a Jesús como el Hijo de Dios que vino a salvar lo que estaba perdido.
Lucas es quien nos presenta a Jesús más veces orando, por esto, a este libro también se le llama “el evangelio de la oración”. En el libro de Lucas se ve a Jesús orando en todos los grandes momentos de su vida y nos dice con esto: debemos orar siempre. Cada tema de este libro es hermosamente tratado. No hay ningún desperdicio en él.
2. La historia más emocionante jamás contada (Hechos 1:1-5)
Pero Lucas no solo escribió un clásico con su libro de Lucas, sino siguió con una historia continuada en el libro de Hechos. Nadie más como él para hablarnos del Cristo resucitado y ascendiendo al cielo. La manera como relata esos hechos es de una visión insuperable.
Los 31 capítulos de esta emocionante historia ponen al lector en una continua expectación debido a las acciones protagonizadas. Observe el relato de la llegada del Espíritu Santo; simplemente inigualable. Véalo narrando la vida de los primeros creyentes, los distintos milagros, la conversión del etíope y la intervención de un ángel y el Espíritu Santo.
Qué decir de la manera cómo nos narra la conversión de Pablo en el camino de Damasco y la aparición de Cristo; esa escena es única de un escritor como él. Y así lo seguimos a través de todo el libro, llevándonos a través de la conversión de los samaritanos, el concilio de Jerusalén, y el viaje marítimo de Cesárea a Puteoli (Hechos, 27), como la narración náutica antigua más instructiva, lectura predilecta de muchos marineros de alta mar.
Lucas nos habla en su primer libro de la historia de Cristo como la cabeza, y en el libro de los Hechos, de la iglesia como su cuerpo.