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Amar como Jesús nos ama

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: Amar como Jesús nos ama

Predicas cristianas texto bíblico: 1 Corintios 13

Introducción

Pensemos un momento la primera cosa que nos viene a la mente cuando escuchamos la palabra amor, y más directamente cuando se habla de amar a alguien, es que es justo que a quien se ame sea una persona que se lo merezca.

Nosotros amamos a nuestros hijos porque ellos se lo merecen, pase lo que pase nosotros los amamos. Cuando en nuestra vida todo va bien, el mandato de amar se nos hace fácil de cumplir; cuando todo luce bien, cuando nadie te ha hecho daño, cuando nadie te lastima, amar parece fácil.

Ahora cambiemos la perspectiva y veamos la vida a la luz de que alguien nos ha hecho daño, como si estuviéramos heridos por alguien. Creo que no es necesario imaginarlo. A todos nos han herido alguna vez. Cómo también nosotros hemos heridos a otros y muchas veces no lo hemos querido reconocer.

Hemos sido heridos por las personas a las que queremos y a quienes entregamos nuestra confianza; y es que precisamente por eso es que nos hemos sentido lastimados y heridos con el corazón roto. Si fuera una persona que no conoces la que intentó lastimarte, no te importaría mucho o al menos no tendría el mismo valor que si la persona que te ofendió es alguien a quien amas.

¿Será que los seres humanos sabemos realmente lo que significa la palabra Amor? Vamos a definirlo a la luz de la palabra de Dios.

¿Qué es el amor?

Veamos primero qué significa amor. Según 1 Corintios 13, “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” (1 Corintios 13:4-7)

Es decir: ¿ Yo tengo la obligación de amar a quienes me han hecho daño?

Porque durante toda nuestra vida nos han enseñado y hemos aprendido a amar con todo nuestro corazón a nuestra familia, nuestros padres, nuestros hijos, nuestras esposas y esposos y amigos muy cercanos.

Y en la lógica humana no cabe en ninguna parte el amar a alguien que nos ha hecho daño, porque una de las herramientas que usamos para defendernos es que cuando uno ama a alguien jamás le haría daño…. Pero a los ojos de Dios el amor va mucho más allá.

Es aquí en donde esos versículos de 1 Corintios 13 nos hacen ruido y se convierten en una tarea muy difícil de realizar. Y precisamente ahí se encuentra el primer error, creer que es «una tarea» que yo puedo hacer como muchas otras, con mis conocimientos, mis logros, mis aptitudes, entre otras cosas. Pero ésta ni siquiera la podríamos llamar tarea. Amar a otros es un fruto, un fruto del Espíritu Santo en nosotros.

¿Cómo puedo amar a mis enemigos?

«Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”. (Mateo 5:43-44).

Estas son palabras de Jesús en el Sermón del Monte. En este sermón Jesús nos «subió la vara» en muchos asuntos y ésta fue uno de ellos: amar a nuestro enemigo. ¿Cómo será esto posible? En nuestras capacidades esto es imposible, pero en las capacidades del Espíritu Santo esto es posible y una obra hermosamente sobrenatural.

Cuando Cristo dijo: “amad” utilizó un verbo imperativo que demanda una obediencia sin refutar. Es decir, el amar es una decisión, no es un sentimiento. Cristo nos lo demostró con sus hechos, porque si fuese por sentimientos, nosotros no hubiésemos merecido su perdón jamás.

Si al leer esto sientes o te das cuenta gracias al Espíritu Santo de que no estas amando como Jesús, pide en oración al Espíritu Santo que te dé la libertad de perdonar y a su vez la libertad de amar. Sí, de amar a esa persona a la que te cuesta tanto trabajo perdonar.

Tal vez no te haya hecho un daño grave, pero si somos honestos, hay personas que quizá por su personalidad o porque te hizo algo en el pasado no lo has podido perdonar aún. Si alguien nos está invitando a amar de verdad ése es Cristo. Debemos prestar atención inmediata a su mandato.

Cristo quiere que ames a esas personas porque, ¿sabes algo?, tú también eres una de ellas.

Amemos como Jesús

Jesús nos enseñó la manera más sublime y alta de amar. Si alguien sabe lo que es amar de verdad es nuestro amado Señor. Él tiene moral para enseñarnos el verdadero amor y su ahechos que van por encima de lo te yo pueda hacer.

Fijémonos que sus últimas horas antes de morir las dedicó a cenar con sus discípulos y amigos, pero no sólo eso, también lavó sus pies. ¡Qué manera tan hermosa y sublime de amar! En ese tiempo quienes que lavaban los pies era la servidumbre.

A los discípulos les ha de haber causado un gran impacto que Jesús lo hiciera con ellos; es como si una persona realmente importante e influyente entrara a tu casa a lavar tu baño o los platos. Jesús lavó los pies de aquellos que sabía que lo iban a negar y traicionar.

Jesús lo sigue haciendo, lo hizo en esa cena, lo hizo en la cruz del Calvario y lo hace ahora con nosotros. Gracias a nuestro amado Salvador que siempre nos dio ejemplo de lo que nos dijo que hiciésemos. Nos ama tanto, que aun sabiendo el dolor que le íbamos a causar, lavó nuestros pies, perdonó nuestros pecados y no llevó registro de ninguno de ellos. Aleluya

La biblia dice en 1 Juan 4:8: “el que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor

Amemos como él, perdonemos sin llevar registro y amemos con humildad a todos.

Conclusión

Cristo se despojó de su gloria celestial, para venir a la tierra a demostrar su amor entregando su vida por nosotros. Ése fue su cierre con broche de oro, pero durante su ministerio en la tierra siempre nos demostró con su ejemplo primero, al estudiar los evangelios Ud. se dará cuenta que Él antes de enseñar algo primero hizo la acción para dar el ejemplo.

Antes de hablar del cuidado y provisión de Dios, primero multiplicó los panes y los peces, antes de hablar de la oración y la respuesta de ella, primero demostró que Dios respondía; primero lavó los pies de sus discípulos y luego habló del acto del servir a los demás… y así muchas enseñanzas que nos dejó.

Con esto quiero mostrar que si Cristo amo a todos con amor profundo, es precisamente para que nosotros hagamos lo mismo. Solos no podemos hacerlo, pero si con la guía de su Santo Espíritu, porque esto es una manera de vivir en el reino de Dios, y es una actitud que define a los ciudadanos de ése reino.

Cristo dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros
Juan 13:35

Bendiciones

© Julio Torres. Todos los derechos reservados.

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