Quita la piedra

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Quita la piedra

Predica Cristiana Lectura Bíblica: Juan 11:1-45

Introducción

En este pasaje se nos presenta una situación bastante común en el ministerio de Jesús. Lázaro su amigo según la escritura se encontraba muy grave al extremo que sus hermanas Marta y María solicitaron al maestro venir hasta Betania. Está aldea se encontraba a solo 3 kilómetros de Jerusalén.

En otros evangelios nos muestra que Jesús solía retirarse a esta aldea pues allí gozaba del afecto y el cariño que le brindaba esta familia de Lázaro Marta y María, siendo esta última la que ungió al Señor con perfume y seco sus pies con sus cabellos.

Por todo esto podemos decir que Jesús sentía algo especial por la familia de Lázaro porque en ella encontraba un ambiente feliz.

Y amaba Jesús a Marta a su hermana y a Lázaro.

Jesús sentía amor por cada uno de los miembros de la familia. Aunque eran hermanos todos ellos eran diferentes Marta siempre estaba afanada y turbada, estas son las personas que están pendientes de todo lo que puede afectar la comodidad de los que nos rodean.

María en cambio se sentaba a los pies del maestro. Ella era pasiva entregada a la meditación y devoción al maestro. De Lázaro dice muy poco, pero lo anterior muestra diferencias entre ellos a pesar el Señor los ama por igual. Él nos ama a todos sin importar la diversidad de nuestro carácter.

A Dios no le interesa tu pasado, pero si edifica tu futuro.

El pasaje nos enseña que a pesar de la estrecha relación de Jesús con esta familia, esto no evito que fuera afligida con la enfermedad y muerte de Lázaro.

Esto nos hace meditar en algo los cristianos enfermamos y morimos cómo los demás, pero para todo existe un propósito.

La enfermedad de Lázaro tenía también un propósito.

Es por esta situación que las hermanas enviaron avisó a Jesús:

Señor, he aquí el que amas está enfermo.

Podemos ver en esta porción de la palabra a un hombre que conocía el Señor era su amigo y aún estaba enfermo, una vez que conocemos al Señor no somos liberados del problema, si te han predicado que cuando conoces y acepte  al Señor tus problemas terminarán te han engañado, de lo que si puedes estar seguro es que ya no peleas solo, que ya no estás como aquel triste desvalido y desamparado, recuerda ya eres una nueva criatura.

La enfermedad de Lázaro tenía también un propósito.

Por esto es que Jesús expreso su enfermedad no es de muerte, simplemente con este hecho estaba anticipando que, así como la muerte no podía salir victoriosa ni retener el cuerpo de Lázaro tampoco retendría su cuerpo y que como el resucitó así sea con todo lo que le creemos.

Jesús podía haber dicho Lázaro morirá y luego resucitará, pero simplemente dijo su enfermedad no es para muerte.

Entonces, ¿para qué él permite enfermedades y dificultades?

El Señor sabe lo que va hacer y permitir, simplemente todo acontecerá para que su propósito se cumpla en nosotros.

Dios siempre tiene un propósito, pero nosotros no lo sabemos. Es allí donde preguntamos el porqué de las cosas y no es así sino para que, él permite enfermedades y dificultades con el objetivo de madurar nuestra fe.

Las enfermedades nos muestran cuán débiles somos y cuanto dependemos de Dios. Nos ayudan a buscar del Padre Celestial a orar con más fervor, somos más sensibles a la enseñanza de Dios, en fin, la enfermedad nos hace doblar las rodillas ante nuestro Padre.

La hermana de Lázaro no pidió nada más solo dijo el que amas está enfermo, estás una gran prueba de confianza y fe, confianza está que no se basa en el amor que Lázaro sentía por el Señor, sino en el amor de Jesús por Lázaro.

Nuestro amor puede ser grande, pero es imperfecto fluctuante e incierto pero sin embargo el amor de Jesús hacia nosotros no tiene fin, es perfecto, no cambia con las circunstancias. Las hermanas de Lázaro sabían del amor de Jesús por su hermano y descansaban en su amor.

Nosotros De igual forma debemos estar seguros de que su amor por nosotros es real y esperar confiadamente su respuesta.

Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar dónde estaba.

Cuando Jesús escucho que Lázaro estaba enfermo todos esperarían hubiera partido inmediatamente hacia Betania para sanarlo o qué habría enviado la palabra y el habría sanado como había hecho con el siervo del Centurión.

Pero no hizo nada de esto por el contrario permanecido 2 días más allí en el lugar donde estaba, este comportamiento pudiera poner en duda el amor hacia Lázaro y sus hermanas, pero era necesario para dar a conocer a Jesús cómo la resurrección y la vida.

Así como Daniel no habría conocido a Dios como su Roca, fortaleza y libertador sino hubiese sufrido persecución por sus enemigos.

Abraham no habría conocido a Dios Como Jehová proveerá si no hubiese estado a punto de sacrificar a su hijo Isaac.

Las hermanas de Lázaro no habrían reconocido a Jesús como la resurrección y la vida si su hermano no hubiese muerto.

En esto porción vemos que aun en la demora podemos ver el amor de Dios al contestar nuestras peticiones.

En muchas ocasiones pensamos que el Señor no llega a tiempo, es cuando lo cuestionamos y nos preguntamos acaso Dios se ha olvidado de mí o no le intereso.

Esto quizás pasó por la mente de Marta y de María por causa de su retardo, pero al final vemos que el Señor tenía el propósito bien definido.  El objetivo no era sanar a Lázaro sino resucitarlo y para ello era necesario su muerte.

En ocasiones para que ocurra el milagro de la resurrección de áreas en nuestra vida, se requiere que mueran otras, no recibirás si aún te empeñas en tener tus manos llenas de las cosas que te ofrece este mundo, despójate de todo para obtener lo que te Dios tiene para ti.

Por costumbre juzgamos la situación sin ver el desenlace final.

Nosotros vemos la vida desde el día de hoy mientras que Dios la ve desde la eternidad.

Confiemos más en Dios con paciencia en cada prueba sabiendo que si le entregamos la situación a Dios todo será perfecto.

Luego dijo los discípulos vamos a Judea otra vez.

Es cierto que en esta ciudad habían procurado apedrearle, pero nuevamente decidió ir a ella.

El Señor no duda en arriesgar su vida para ayudar a sus amigos un ejemplo fiel es la cruz, ni el temor a sufrir, ni las amenazas de los judíos pudieron impedir cumplir la voluntad del Padre.

Como te expresaba anteriormente el clima en Judea no era muy factible es por ello que Tomas expresó vamos también nosotros para que muramos con él.

Por ello el Señor dijo vamos a Judea otra vez dejando la posibilidad de que si no querían no lo siguiesen.

En algunos momentos de nuestra vida nos encontraremos ante la necesidad de tomar decisiones difíciles, teniendo que elegir un camino qué quizás no es el que preferimos, pero estando con el Señor nada impedirá que sus propósitos se cumplan.

El Señor les responde para evitar los temores de sus discípulos El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo.

La luz es Jesús y si él estaba con ellos nada podía acontecer. Cuando andamos en perfecta obediencia no debemos temer a lo que pueda hacer el hombre.

Cuando Jesús llega a Betania ya hacía 4 días que su amigo Lázaro había muerto sin embargo el Señor se refiere a él como dormido.  El caso es que con Lázaro en la tumba toda esperanza humana se había agotado.

Nosotros solemos decir mientras hay vida, hay esperanza, pero con la muerte se acaba todo, las aspiraciones, los planes, los sueños, ya no hay posibilidad de cambiar malas decisiones. Solo queda lugar para lágrimas, pero para Dios aún con la muerte hay esperanza. Los muertos en Cristo resucitarán primero.

Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto más también sé que lo que pidas a Dios. Dios te lo dará.

Marta vino ante Jesús de cierta forma cuestionando el hecho de su tardanza, pero a su vez reconocía que con solo su presencia la muerte de su hermano no hubiera ocurrido.

María y Marta se sentían insatisfechas habían esperado algo del Señor.

Pero debemos preguntar si eso era lo que Dios tenía planificado.

En ocasiones no todo lo que nos proponemos lo alcanzamos y solo es porque no lo consultamos con nuestro Padre o no es su voluntad.

Pero qué bueno que a pesar de todo Marta seguía creyendo que Dios obraría a través de Jesús, su confianza en él continuaba inconmovible.

Ella esperaba que aún se podía hacer algo pues todo lo que le pidiera a Dios él te lo daría, sin embargo, solo era excluido de su petición la resurrección de Lázaro por qué al decirle Jesús tu hermano resucitará ella le dijo yo sé que resucitará en la resurrección en el día postrero.

El maestro Esta aquí.

Después de un pequeño encuentro con el Señor, Marta fue a llamar a su hermana María diciendo el Señor está aquí y te llama, en las palabras de Marta se puede percibir un tono de Triunfo: El Señor está aquí ¡Jesús ha llegado!

Ellas sabían que con solo la presencia de Jesús todo seria diferente; aun la misma muerte no parecería tan dolorosa.

Con solo la llegada de Jesús se tiene que producir algún cambio, cuando Jesús llega todo se transforma como dice el cantico, es por ello que cuando no vemos este cambio podemos cuestionarnos realmente para su vida a llegado Jesús

Jesús cambia, restaura, transforma, pero para ello primero reconocer que el maestro está aquí y luego correr a su encuentro.

María cuando llego a donde estaba Jesús, al verle, se postro a sus pies.

No es difícil pensar a María en una posición diferente que no fuera a los pies del maestro en Lucas 10:39 la vemos escuchando su palabra a sus pies.

Solamente a los pies del maestro es que encontramos la respuesta que tanto esperamos.

Este fue un momento profundamente doloroso para el Señor. Él amaba a los tres hermanos, pero no había hecho lo que ellos esperaban de él porque tenía otros planes superiores para ellos.

El Señor entendía perfectamente su dolor y lo compartía con ellas en lo más profundo de su ser. El evangelista nos dice que al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió.

La expresión nos indica que el Señor tenia sentimientos como un ser humano que era. Él es capaz de conocer tu dolor y tu aflicción, la cual no le es ajena, el prometió estar con cada uno de nosotros, aun en medio del dolor y la prueba.

En medio del dolor todo cuanto podamos decir resultará insuficiente, pero a su vez será un apoyo para el que transita por el problema.

Resulta importante llorar con los que lloran y mostrarles cariño y simpatía en esos momentos difíciles.  Romanos 12:15

“Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón.” Eclesiastés 7:2

Entonces el Señor mando a retirar la piedra que tenía delante la tumba.

Jesús sabía lo que iba a hacer, pero era necesario remover la piedra.

Jesús sabe lo que va a hacer en cada una de nuestras vidas, pero te dice:

Quita la piedra.

El Señor es todo un caballero él no va a hacer lo que nos toca hacer a nosotros.

El milagro ante la tumba de Lázaro estaba por acontecer, pero para ello era necesario remover la piedra.

Puedes preguntarte en esta mañana, acaso Jesús no podía remover la piedra con solo una palabra, si era más que posible, pero sin embargo Él dijo muevan la piedra.

Todo milagro en nuestras vidas depende primeramente de una acción de nosotros sus hijos y luego la intervención divina.

Dios te da libre albedrío para que tú decidas, la piedra debe ser removida, pero eso solo te toca a ti, el que viola el libre albedrío es el maligno. Dios toca puertas él quiere corazones agradecidos y obedientes.

Hay cosas que nos tocan hacer a nosotros Dios no va a ser lo que nos toca a ti y a mí.

Cuando Moisés subió al monte a recibir las tablas de la ley tuvo que trabajar la piedra, cuándo Pedro intento caminar sobre las aguas tuvo que salir de la barca.

Entiende para recibir tu milagro tienes que remover la piedra qué impide que esté suceda en tu vida.

El Señor en su resurrección movió la piedra de su sepulcro y ahora pide que sea movida la piedra del sepulcro de Lázaro, para hacer entender qué no todo puede ser hecho por Dios, es necesario que hagamos algo nosotros también esto es dar un paso de fe para ver la gloria de Dios en nuestras vidas.

Quizás con esta palabra me puedo meter en problemas, pero realmente sería un problema para mí sino te digo esta gran verdad.

Muchas veces queremos recibir un milagro de Dios, pero continuamos con la piedra delante de nosotros y es que simplemente no queremos despojarnos de todo aquello qué es estorbo a nuestras vidas.

La piedra puede ser afanes, mentiras y maquinaciones del diablo en las cuales hemos creído, vicios, críticas, falta de perdón y raíces de amargura.

Jesús solo te dice remueve la piedra.

Quita en esta mañana todo aquello que impide el milagro de Dios. Nos toca a cada uno de nosotros, nadie ni aún Dios lo hará por nosotros.

No permitas que el vicio te domine.

Ya no creas las mentiras y engaños del diablo de que tú no recibirás o no puedes lograrlo.

Deja ya los afanes y enfócate en lo eterno, deja la mirada en lo terrenal y mira lo celestial.

No somos perfectos, entonces porque criticar si todos somos uno en Cristo, la debilidad de tu hermano puede ser tu fortaleza, ayudémonos los unos a los otros.

Jesús nos perdonó entrego su vida para perdón de nuestros pecados, entonces porque no somos capaces de perdonar a los demás.

Ya no sigas pelando con tu pasado, no continúes aferrándote al porque fue así, perdona a los demás y perdónate.

Dios es soberano, lo que hoy no entiendes mañana lo comprenderás solo perdona y perdónate.

No permitas que surjan en ti raíces de amargura, pues estás impiden tu milagro.

Ya no culpes a Dios de no recibir, pues a ti y solo a ti te toca remover la piedra.

El Señor sabía lo que iba a hacer, pero requería que el hombre hiciera su parte.

Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. 

Jesús quiere resucitar áreas de tu vida que hieden al igual que Lázaro y no son de 4 días de muerte, quizás sean de mayor tiempo, pero para ello es necesario que retires la piedra, muévela de tu corazón, no te sujetes a lo que te impide resucitar, no manifiestes tu fe débil ante las pruebas presentes, el Señor es capaz de hacer más de lo que pedimos o esperamos.

Jesús dijo: yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Es necesario notar que el orden correcto es resurrección y vida. Primero experimentar la resurrección de todas las cosas muertas en nuestra vida y luego alcanzar esa vida plena en el Señor.

Pero para ello Jesús dijo algo esencial en una simple pero profunda pregunta.

¿Crees esto?

Es una expresión de confianza, fe y certidumbre, había llegado el momento de tomar una decisión

Para Dios no hay eventos casuales, no existen imposibles, no hay si se puede, son solo hecho reales, eventos milagrosos, cosas extraordinarias, pero para ello es necesario creer de verdad, creer en el corazón, la mente y todo nuestro ser.

En esta mañana tenemos ante cada uno nosotros una decisión, acompañada de una pregunta, crees que Dios puede resucitar áreas muertas de tu vida. 

¿Crees esto?

Entonces es tu decisión la de remover la piedra, recuerda Lázaro salió del sepulcro solo cuando la piedra fue quitada de la puerta.

Entonces tú decides si continúas llevando una vida en derrota, una vida de mediocridad o quieres rendirle todo tu ser al Señor y decirle: hasta aquí estuve haciendo las cosas con mis fuerzas.

Hoy decido llevar una vida de total entrega a ti, removiendo la piedra de mi corazón y entregando todo lo que no me pertenece y ha sido con el paso del tiempo aquello que me impide acceder a ti.

Hoy decido abrir las puertas de mi corazón, entregarte el control para que resucitará lo que está muerto en mí y para que retires todo aquello que estorba en mi vida.

El Señor quiere hacer  grandes  cosas en tu vida, quieres generar cambios,  quieres que seas un vencedor, el anhela un encuentro  contigo, quiere  verte como un hijo y no como un rebelde, quiere que vengas a él como eres,  él te transforma, te restaura, hará de ti una nueva criatura, quiere resucitar de tu vida áreas que por muchos años han estado muerta y a su vez quiere darle muerte  a aquellas cosas que no te edifican y mucho menos reflejan su Gloria pero para ello Él te dice en este día:

Hijo mío, Hija mía mueve la roca, la roca que impide mi mano obrar a tu favor yo quiero hacer grandes cosas permítame actuar y así verás mi Gloria en tu vida y en los tuyos. 

Si realmente quiere que así sea yo te invito ponerte de pie pues quiero orar por ti.

Dios te bendiga.

© Osmany Ramón Morales Aguila. Todos los derechos reservados.

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