Ella quizás dijo en su corazón: Si tan solo yo pudiera tocar el borde de su manto, yo seria sana. Muchos rodeaban a Jesús pero ninguno de ellos pudo sacar nada de él. Porque yo creo que según la fe y la necesidad de cada persona es como se provoca a Dios para que aquello que necesitamos se haga.
Hay algunos que habían llegado a ver a Jesús solo por curiosidad, otros quizás para ver que se siente al estar cercas de él. Pero esta mujer sin hacer mucho ruido, ni tampoco darse a conocer, fue la que obtuvo lo que andaba buscando.
La Biblia también nos habla en el libro de Éxodo 3:23-25
“Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. …oyó Dios, el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac, Jacob. Y miro Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.”
Aquí nosotros podemos ver que el pueblo de Israel, ya estaba cansado de la esclavitud, y que los ancianos no cesaban de cesar para que Dios pudiera liberarlos de esa horrenda manera de vivir. Y en una de estas ocasiones de clamor, Dios hizo acto de presencia y la Biblia dice que él:
- Los oyó
- Se acordó
- Los miro
- Los reconoció
Por esto es que nosotros necesitamos insistir hasta que se haga lo que nosotros necesitamos, ¿acaso esta Dios sordo? NO pero necesitamos perseverar, Dios tiene tres maneras de contestar a nuestras peticiones:
- Si
- No
- Espera
Hay veces que nosotros no estamos satisfechos, si es que la respuesta a nuestra petición no es SI. Y nos empezamos a desesperar, Hay que saber esperar en Dios. El salmista dijo. “Confiadamente espere en Jehová y el me oyó”. Salmos 40:1
Y si la respuesta es NO, es que no nos conviene. Pero nosotros seguiremos como la viuda aferrados a que Dios nos bendecirá.
Conclusión
Yo te invito hoy amado, a que tu aprendas a provocar a Dios, para que así tu también como Jacob seas transformado.
© Héctor Rodríguez. Todos los derechos reservados.