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José, Hombre de Integridad y Perdón

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: José, Hombre de Integridad y Perdón

Predica Cristiana … Lectura Bíblica: Génesis 37

Introducción

José, hijo de Jacob (Israel), descrito en el primer libro del pentateuco, el Génesis, es un infalible ejemplo de una integridad y perdón. El evangelio de hoy nos presenta que José tuvo una vida bastante difícil y a punto de convertirse en trágica por parte de sus hermanos.

Sin embargo, aunque vendido a los mercaderes y luego a los egipcios, tuvo una gran bendición por parte de Dios. Asimismo, mantuvo una postura conforme a Dios en cuanto a integridad, pues no se dejó contaminar del entorno que lo rodeaba. Por último, fue un hombre justo al perdonar grandemente a sus hermanos y bendecirlos de provisión.

La reflexión cristiana sobre José

Para comprender a José es necesario definir el concepto de totalidad en esta pequeña reflexión. El término proviene del griego “integritas” y que significa totalidad, lo acabado o lo completo. Su raíz etimológica apunta hacia intacto, integro, o entero, es decir una completa actitud. La integridad en el evangelio de hoy es para el carácter personal, lo mismo que salud es para el cuerpo, o visión perfecta para los ojos.

La persona íntegra no es doble ni hipócrita

La reflexión cristiana más importante en esta introducción es que una persona con integridad no está dividida, eso sería duplicidad de carácter. Asimismo, debe portarse como aparentar lo que no es, pues eso también sería hipocresía. La persona es “total”, su vida está totalmente “unida” y las cosas funcionan armónicamente. Las personas que tienen integridad no necesitan esconder nada ni temerle a nada, son así como un libro abierto.

La persona íntegra es una sola interiormente

La integridad involucra la totalidad de la persona interior, es decir, un solo corazón, mente y voluntad. Su corazón solo pertenece a un propósito, pues una persona íntegra no puede tratar de amar a Dios y al mundo al mismo tiempo.

Asimismo, el complemento de este corazón es una sola mente, una única perspectiva que mantiene la vida encaminada en la dirección correcta. Para el evangelio de hoy, la perspectiva ayuda inmensamente en la determinación del resultado de la causa. Por último, la persona con integridad tiene una sola voluntad, que es servir y agradar a un solo Señor.

La persona íntegra está preparada para toda buena obra

Cuando José vivía, fue deportado para Egipto por mano malvada de sus hermanos que procuraron matarle. Cuando estuvo en Egipto, debido a que estaba acompañado por Dios, le fue dado el cargo de Gobernador, como una especie de primer ministro.

Así que Dios estaba ejerciendo la preparación necesaria para ejercer este cargo con absoluta integridad. Para la época, Egipto era una nación sumergida en la corrupción, y si no fuera por esta preparación, no hubiese permanecido en el cargo.

José, carácter de la Integridad de Dios

Existen unas características especiales que confieren la virtud de la integridad a cada uno de los creyentes en Cristo. Este es un signo visible y característico de estas personas. En la siguiente predicación se definirán las tres partes esenciales.

Primera parte: El santo que perdona y olvida

Una persona de Dios es íntegra para toda buena obra. A pesar haber sido vendido y humillado por sus hermanos, José nos enseña en esta reflexión cristiana a perdonar. José, no pudo contenerse más y revela su identidad a ellos en Egipto, y está expresado en el libro del Génesis 45: 1–3.

Una vez que revela su identidad y se da este emotivo encuentro, José les informa que los dos años de sequía y hambre pasados continuarán por 5 años más. Por ello, insta a los otros once a traer a su padre Jacob y que todos ellos replanteen su deseo de vivir en Egipto (Génesis 45:1-3). Una persona con integridad siempre es enviada por Dios a sus hermanos para preservar la vida (Génesis 45:5B).

José en su vivir egipcio, había experimentado el perdón y olvidado lo que había pasado. Esto queda expresado en los nombres de sus dos hijos. El primero de ellos se llamó Manasés, que significa “Dios me hizo olvidar”, y Efraín es “Dios me hizo fructificar” (Génesis 41:50- 52).

Por último, es necesario exhortar en esta reflexión cristiana del evangelio de hoy que no existe rencor. José, asegura a sus hermanos que están todavía aturdidos por la sorpresa, que no les guarda rencor alguno. Dios usó ese mal que ellos habían hecho para garantizar que Israel llegará a ser una gran nación (Génesis 45:5-8). Esto queda ratificado a la muerte de Jacob, donde ratifica a sus hermanos este perdón y no guardar rencor para ellos.

Segunda parte: José como modelo de integridad

Como primer punto de esta parte, la reflexión cristiana nos especifica que José planificaba su tarea con una sabia objetividad (Génesis 46:31-34). Este siervo del Señor estudió detenidamente, con mucha eficiencia, el procedimiento que permitiría el establecimiento de su familia en el territorio que gobernaba. Cuando planificó lo suficiente, presentó su plan a su Señor terrenal para su aprobación final.

Otra virtud importante de un siervo de integridad, es que José se sometía a la autoridad con lealtad y responsabilidad. Esto queda expresado en Génesis 47:1-12. Su carácter íntegro coloca la actitud de José ante la autoridad con temor, respeto y valor.

Lo primero que realizó cuando llegó su familia fue llevar una representación de ella ante el faraón. Primero, tomó a cinco de sus hermanos y luego presentó a su padre. Asimismo, toda su familia fue instalada en un sitio específico y selecto del delta del Nilo, tal como faraón se lo había ordenado.

Tercera parte: José como modelo de lo extraordinario en integridad

Ante el período de sequía y hambre en la tierra, José tomó medidas de supervivencia con integridad personal. La biblia específica que el hambre había aumentado por toda la tierra (Génesis 47: 13). Así que José, tomando medidas de autoridad e integridad dio oportunidades por igual para todos.

Con ello, garantizó la sobrevivencia del pueblo egipcio, de los cananeos, hebreos y gentes de otras naciones. El respeto y la dignidad que imprimía José en el trato hacia los demás es una muestra de profunda integridad de Dios.

Por último, una persona de integridad no aprovecha el cargo que tiene para ventaja en su camino. José aceptó con firmeza el reto hecho por el pueblo egipcio y puso en práctica un plan original, jamás aplicado en la tierra extranjera (Génesis 47:23).

Asimismo, la quinta parte de sus frutos sería para faraón y el pueblo respondió con agrado “la vida nos has dado”. Lo maravilloso de esta reflexión cristiana es la aplicación de la ley hasta el día de hoy.

Conclusiones

Esta reflexión nos enseña que José tenía una gran fibra moral, y con ello la negación rotunda a renunciar o comprometer su integridad. Planificaba y se anticipaba con sabia objetividad y se sometía a la autoridad con leal sentido del deber. Uno de sus atributos principales es que en ningún momento se aprovechó de su cargo de poder.

Cuando fue esclavo en la casa de Potifar, le fue dado poder sobre toda la casa de su amo (Génesis 39:2-6). Encarcelado, fue puesto sobre todos los presos y las actividades de la prisión (Génesis 39:21-23). Por último, fue encargado de toda la tierra de Egipto por faraón en persona (Génesis 41:40-41).

Como conclusión, José no trato de tomar venganza por los hechos que cometieron sus hermanos contra su persona. Asimismo no lo hizo contra la esposa de Potifar ni del copero que se olvidó de él. Los restantes 80 años de vida restante de José en este evangelio de hoy, no se escuchó una sola queja o rencor al respecto.

Aprendamos de la integridad

Aprendamos de la integridad sabia y prudente de José en el evangelio de hoy, que sólo puede provenir y ser despachada por el Señor mismo. Dios nos fortalece en todas las cosas y áreas de nuestra vida con integridad obediente desde el corazón, para así dominar nuestros pensamientos y acciones. No solo en la vida personal, sino también relacionándonos con nuestros prójimos, para engrandecimiento del Pueblo de Dios dondequiera que estemos, seamos propios o extranjeros.

Que la integridad que sólo procede del Padre los acompañe en todos los ámbitos de la vida. Que Jesucristo sea la insignia de un corazón íntegro, justo y verdadero y sea esto confirmado como testimonio por el Sublime Espíritu Santo. Y que sobreabunde la bendición espiritual en tu vida. Amén.

© Reenier Gonzalo Prado. Todos los derechos reservados.

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