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Llevar fruto del Espíritu Santo

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Llevar fruto del Espíritu Santo

INTRODUCCIÓN

Para todos los cristianos es entendible que necesitamos o sí o si, dar fruto, que no podemos vivir una vida infructuosa; porque eso significaría que seríamos quitados, cortados y echados al fuego. Como dice Mateo 7:10. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

Pero no quiero que quede en vuestras mentes lo duro del juicio por causa de no dar fruto; porque ese no es el deseo del Señor; sino que Él quiere que este 2023, reflexionemos y creamos que será el año en el que vamos a dar fruto, mas fruto, mucho fruto y fruto que va a permanecer”.

Fruto se refiere a todo lo que Dios quiere que se produzca  en nuestras vidas, tanto en el área de carácter, reproduciendo los frutos del Espíritu Santo; como también, fruto se refiere a reproducir la vida de Cristo en otros. 

En el Evangelio de Juan, capítulo 15, encontramos que cada discípulo de Jesús tiene que pasar por 3 etapas de desarrollo, si quiere dar frutos o conseguir resultados en su vida cristiana.

PRIMERA ETAPA = LLEVAR FRUTO.

Juan 15: 1-2: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.

Es interesante notar que  en este capítulo 15 de Juan, en los primeros ocho versículos, se repite la palabra fruto en más de cinco ocasiones. Yo creo que se repite tanto es porque es el deseo de nuestro Señor que nosotros llevemos frutos o seamos fructíferos.

En este pasaje se revelan tres elementos: la vid, el labrador y los pámpanos. Cristo mismo afirma que  El es la vid verdadera, el Padre  el labrador o el jardinero, y los creyentes somos los pámpanos.

Para que las ramas de una vid puedan llevar fruto, tienen que estar conectados al árbol; de la misma manera los creyentes llevan  fruto si están conectados a Jesús, como la fuente de vida.

Juan 15:4: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.”

Cuando un pámpano está realmente unido a la vid, y por tanto, recibiendo todo lo necesario de parte de la vid, ese pámpano cumple con la función asignada a su naturaleza: dar fruto.

Cuando un creyente lo es verdaderamente, al estar unido a Cristo, como el verdadero pámpano lo está a la vid, da fruto que evidencia esa unión:

Romanos 6: 22. “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna“.

Nadie puede producir cambios y transformación en su vida, si no ha tenido un encuentro real con Jesucristo. Una vida religiosa es tratar de vivir una vida santa sin conexión con Jesús, sin vivir nutriéndose diariamente de su Palabra. La vida religiosa está llena de rituales no de una relación con Dios.

Por si mismo el hombre, inclusive el creyente no puede cambiar,  pero un discípulo, al aceptar y permanecer en Cristo, comienza a recibir, la savia, del Espíritu Santo, y comienza a dar fruto. Aunque sea un melón, un aguacate, una naranja. Pero, algo nuevo  y dulce se produce.

Si estudias la parábola del sembrador, verás que parte de la semilla cayó en buena tierra, y Mateo 13:23 dice: “Este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta y a treinta por uno”.

Se espera que un verdadero discípulo comience a llevar fruto en su vida y en diversas áreas.

Mateo 3:8 dice: “Haced pues, frutos dignos de arrepentimiento”.  Es esa primera etapa, donde se comienzan a ver esos cambios en nuestra vida, el que robaba, deja de robar, el que hablaba mentira, deja de mentir, comienza a hablar de manera diferente, deja de estar peleando todo el tiempo, etc. Las cosas viejas pasan y comenzamos a vivir una nueva vida.

2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.

El estar unidos a la Vid verdadera, hace que en nosotros se produzcan los frutos del Espíritu Santo.

Gálatas 5:22-23: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.

Efesios 5: 9: “Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad”.

Todo cristiano que esté nutriéndose de la savia de la Vid Verdadera tendrá que manifestar en su vida diaria las características que la Biblia llama “Fruto del Espíritu”.

A manera de auto-examen consideremos detenidamente cada una de estas características, y preguntémonos si estas se manifiestan en nuestras vidas; si se dejan ver en nuestra vida cotidiana.

LLevar frutos del Espíritu

Me gustaría detallar cada uno de estos frutos del Espíritu, pero no es mi cometido en esta oportunidad. Solo daré una pequeña explicación de cada uno de ellos.

Del griego “Ágape”, que significa Caridad, afecto, cariño, buena voluntad, benevolencia. 1 Juan 4:7Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Del griego “Chara”, que significa regocijo, alegría, felicidad, estado de ánimo efervescente y positivo. Es lo opuesto a la tristeza. Juan 16:20. “De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero, aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo”.

Del griego “Eirene”, que significa descanso, reposo, quietud, tranquilidad, bonanza, armonía, seguridad, confianza.El que tiene paz sabe que no ha perdido el control, no se desespera ni “se sale de sus casillas” siente seguridad y confianza en cualquier situación que este atravesando pues sabe que Dios está con él y en control. Juan 14:27. “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.

PACIENCIA/TOLERANCIA. Del griego “Makrothumia”, que significa resistencia, constancia, fidelidad, perseverancia, tardo para reaccionar, conformidad. Posee la capacidad para esperar. Es capaz de persistir, es constante en lo que hace, lo que comienza lo termina, no deja las cosas a medias, soporta las cosas difíciles de la vida. Romanos 5: 3-5Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”.

Del griego “Agatosune”, que nos habla de justicia, generosidad, altruismo. Benignidad, puede ser descrita como la benevolencia o dulzura compasiva que da la oportunidad a los demás y evita el dar dolor. Colosenses 3:12. “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia”.

Del griego “Chrestotes”, que significa amabilidad, gentileza, humanidad, integridad. El cristiano tratara a sus semejantes amable y gentilmente, obrando siempre de manera que no afecte a otros. Siente el dolor de su prójimo y se esfuerza por ayudarle. Romanos 15:14. “Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros”.

FE /FIDELIDAD. Del griego “Pistis”, que significa seguridad, estado de convicción, persistencia, seguridad en lo que se espera. Cuando se tiene esta característica, se tiene la seguridad de que Dios es real y lo que Dios prometió lo va a cumplir; aunque todo parezca ser contrario, esperamos que se suceda lo que él dijo. Hebreos 11: 6. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.

Del griego “Praotes”, que significa gentileza, suavidad, humildad. Esta característica nos ayuda a responder con gentileza a las ofensas; y a pasarlas por alto perdonando y olvidándolas. Contestar con suavidad a los ataques de alguien. 1 Timoteo 6:11. “Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre”.

Del griego “Egkrateia”, que significa auto-control, virtud de dominar los propios deseos y pasiones especialmente sus apetitos sensuales. Es controlar cuerpo junto con sus deseos y pasiones. No se deja llevar por lo que siente, sino que sujeta el cuerpo al espíritu. Proverbios 16:32. “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad”.

CONCLUSIÓN.

Después de analizar cada uno de estos frutos del Espíritu, quiero que te preguntes: Tengo yo estos frutos en mi vida diaria, o…. me faltan muchos de ellos. Déjame decirte, que Si verdaderamente estás apegado a la presencia del Señor, buscándole todos los días, alimentándose de Su Savia o de su Palabra divina, tendrás todos estos frutos en tu vida y este fruto se dejará ver por todos los que te rodean. ¡Señor déjame llevar fruto para glorificar tu Nombre!

© Moreiba Cabrera. Todos los derechos reservados.

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1 comentario en «Llevar fruto del Espíritu Santo»

  1. Verdaderamente una la panacea espiritual, me regocije con esa hermosa predica sitiendo que una fuerza me invadía, y mientras más leía, más me emtusiasmaba.
    Bendiciones por esta. Sabiduria

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