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Tesoros en el cielo

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Predicas cristianas predica de hoy: Tesoros en el cielo

Predicas cristianas lectura bíblica de hoy:No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.Mateo 6:19-24

Introducción:

Alguien dijo: “Cuantas más cosas poseemos, más parecen poseernos nuestras cosas”. Comenzamos a organizar nuestras vidas en torno a ellas y gastamos dinero para mantenerlas.

Todos los seres humanos llegan a establecer sus prioridades de acuerdo a aquellas cosas que ellos consideran las más importantes, y estas pueden ser aquellas que más duren y adquieren mayor valor adquisitivo.

En general, el mundo nos enseña la importancia de las cosas materiales en la medida en que las personas pueden quedar atrapadas en acumular riquezas, y aunque la Biblia no condena la riqueza, sí advierte de los peligros de aumentar la riqueza más que las cosas espirituales.

¿Dónde está nuestro corazón? ¿Qué consideramos importante en nuestras vidas? ¿A qué le dedicamos la mayor parte de tu tiempo y atención?  Las respuestas a estas preguntas te revelarán cuál es tu tesoro.

El tema de las riquezas ha causado mucha confusión porque algunos han interpretado las palabras de Jesús como si hablara mal de la prosperidad, pero no es así. Dios quiere que nos vaya bien y seamos prósperos, pero lo que no quiere es que pongamos nuestra confianza en las riquezas en lugar de confiar en Él. 

Dios quiere que prosperemos, pero esa no debe ser nuestra meta.  La prosperidad vendrá como fruto de la obediencia y la bendición de Dios, pero lo más importante es estar bien con Dios.

¿De qué manera en un mundo donde el consumismo y el deseo de tener más nos absorben de una manera persistente podemos ser capaz de nadar en contra de la corriente y poner nuestra mirada en los tesoros celestiales?

Proposición: Poner nuestro tesoro en el cielo es una sabia decisión que traerá connotaciones eternas a nuestras vidas.

Los tesoros terrenales son temporales y perecederos.

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan” (vers. 19)

Todo lo que construyamos en la tierra será temporal y perecedero

El hacerte de tesoros en la tierra es también condenarte a una vida de frustración y vacío. Cuando se trata de cosas materiales, el secreto de la felicidad no es más, es alegría.

El apóstol Pablo tuvo la idea correcta en 1 Timoteo 6:6: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento.

Nuestros tesoros materiales no pasarán de esta vida a la próxima; pero el bien que se ha hecho para el reino de Dios a través del uso de nuestros tesoros será para siempre, y la obra que Dios hace en nosotros a través de dar fielmente durará por la eternidad.

Porque donde este vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón

Jesús llegó a la conclusión de que sólo puedes tener tu tesoro (y tu corazón) en un solo lugar; no podemos tener tesoros en la tierra y en el cielo al mismo tiempo.

Recordemos que a lo que más le interesa a Jesús es la fidelidad del discípulo y no las riquezas, como muestra Mateo 6:24. El materialismo se opone directamente a la fidelidad a Dios.

Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas“.

Los tesoros celestiales son eternos

Sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan” (vers. 20)

Los tesoros en el cielo son claramente tesoros permanentes. Vivimos en un mundo fugaz con fantasías fugaces. Los tesoros en el cielo son tesoros que nadie puede sacar de tu automóvil, cuenta bancaria, billetera o casa.

La búsqueda correcta de tesoros nos mueve en la dirección de la modestia material y de una fidelidad enfocada en el Señor.

Un espíritu humilde y agradecido con lo que tenemos y lo que Dios nos ha permitido obtener demuestra a simple vista dónde están  mis prioridades y que en realidad son aquellas cosas que tienen valor en mi vida.

Nuestro corazón estará donde están nuestros tesoro

Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (vers. 21)

En Mateo 6:24, Jesús dijo: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas“.

No podemos servir a dos señores porque, como dijo Jesús, acabamos odiando a uno y amando al otro. Es natural. Los amos opuestos exigen cosas diferentes y conducen por caminos distintos. El Señor va en una dirección, y nuestra carne y el mundo van en la otra. Hay que hacer una elección.

Cuando seguimos a Cristo, debemos morir a todo lo demás, o no lo lograremos. Seremos como algunas de las semillas de la parábola de Jesús (Lucas 8:5-15)-sólo una parte de esas semillas dio realmente fruto. Algunas brotaron al principio, pero luego se marchitaron y murieron. No estaban profundamente arraigadas en una buena tierra.

Si intentamos servir a dos amos, tendremos lealtades divididas y, cuando las dificultades  choquen con lo que el mundo ofrece, el placer carnal, la atracción magnética de la riqueza y el éxito mundano nos alejará de Cristo (véase 2 Timoteo 4:10). El llamado a la piedad va en contra de nuestra naturaleza pecaminosa. Sólo con la ayuda del Espíritu Santo podemos permanecer dedicados a un solo Maestro (Juan 6:44).

Conclusión:

¿Cómo podemos alinear mi corazón en la dirección correcta?

  • Siendo humildes y limpios de corazón (Mateo 5:5-8).
  • Teniendo hambre y sed de justicia (Mateo 5:6).
  • Mostrando misericordia (Mateo 5:7).
  • Procurado la paz (Mateo 5:9).
  • Siendo perseguidos por causa de la justicia (Mateo 5:10).
  • Siendo «la sal de la tierra», que en parte se trata de preservar el sabor de la piedad en el mundo y en nuestras relaciones (Mateo 5:13).
  • Siendo la luz del mundo (Mateo 5:14).
  • Guardando los mandamientos de Dios (Mateo 5:19).
  • Resistiendo la ira (Mateo 5:22).
  • Siendo fiel a tu cónyuge (Mateo 5:28-32).
  • Manteniendo tu palabra (Mateo 5:37).
  • Poniendo la otra mejilla (Mateo 5:39).
  • Proveyendo para necesidades físicas (Mateo 5:40-42).
  • Haciendo un esfuerzo adicional (Mateo 5:41).
  • Amando a tus enemigos (Mateo 5:44).
  • Buscando primero el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33).

© José Duanys Gutierrez. Todos los derechos reservados.

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