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Un evangelio anticristiano

Un evangelio anticristiano. ¡Descubre la profunda contradicción entre Jesús y el cristianismo en este análisis provocador! Explora cómo la iglesia se ha apartado del mensaje de justicia y del Reino de Dios de Jesús, y aprende por qué es crucial volver a centrarse en la esencia original de sus enseñanzas.

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de hoy: La iglesia está anunciando un evangelio anticristiano

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Lucas 7:22

INTRODUCCIÓN

Para un creyente en Jesús guiado por la fe, es una cuestión muy grave y difícil de entender la posibilidad que su relación con Dios puede ser anticristiana, es necesario ver las cosas de forma distinta a como nos la han enseñado, para comprender que hay una contradicción profunda entre Jesús y el cristianismo.

Comprendemos que hay fallos en cada uno de los cristianos; pero el cristianismo como estructura y jerarquía es lo que debe ser lo que Jesús quiere que sea: Continuidad de Jesús, modelo de Jesús. Voy a tratar en lo posible de tomar como punto de referencia, que Jesús fue un profeta escatológico, que proclamo la esperanza del Reino de Dios en la tierra, como meta y cumplimiento de la historia.

La iglesia nace con Jesús

Jesús de Nazaret fue judío, y siendo la iglesia un acontecimiento posterior a Jesús, la iglesia nace con Jesús; pero la iglesia no se identifica con él. El evangelio que la iglesia ha pregonado durante su historia, no responde a los intereses principales de Jesús. Las razones que han hecho caer en esta condición son muchas.

El cristianismo tiene su cuna en el judaísmo, quien dio origen al judaísmo mesiánico que fue considerado por el judaísmo rabínico como una organización de herejes. El judaísmo rabínico tenía el respaldo político y religioso de Roma, con la capacidad de expulsar de la sinagoga a los judíos que confesaban que Jesús es El Mesía (Juan 9:22).

La filosofía griega en el movimiento mesiánico

Roma toma el control del cristianismo y se introduce la filosofía griega al movimiento mesiánico. Plantón enseño que el mundo físico o material incluyendo nuestros cuerpos físicos son malos por naturaleza, solamente el pensamiento y lo espiritual son buenos.

Este concepto penetro muy hondo en el movimiento mesiánico, hasta llegar a considerar que la meta final del cristiano es el cielo y no la tierra. Así que mientras Jesús había dicho: «Los mansos heredarán la tierra» y había orado «No los quites del mundo» y ordenado «Id por todo el mundo», los líderes comenzaron a enseñar otra cosa totalmente diferente que produjo eventualmente el monasterio, el aislamiento, el retraimiento de la vida misma.

La salvación

La salvación vino a ser vista como un acto de escape del mundo en vez de ser vista como un medio para redimir el mundo. Esto propició que la conciencia del Reino se perdiera para ser sustituida por la conciencia del cielo. La fe fue considerada como una forma de pensamiento mejor que como una forma de vida.

Consecuentemente, palabras, doctrinas y credos fueron reemplazando las obras de justicia que resultan de la salvación anunciada por Jesús Desde las Sagradas Escrituras, vamos a analizar algunos conceptos, que demuestran una diferencia sustantiva entre Jesús y el cristianismo histórico y de nuestro tiempo.

El cristianismo que hemos construido traiciona radicalmente a Jesús y está en la dirección de convertirse en la higuera infructuosa que Jesús maldijo (Marcos 11:14). Jesús no necesita del cristianismo, es el cristianismo quien necesita de Jesús, la salvación del mundo no es el cristianismo, sino solo Jesús (Hechos 4:12).

I. EL REINO DE DIOS QUE JESÚS ANUNCIA, ES LA REALIZACIÓN DE LA JUSTICIA, EN EL PUEBLO EN FAVOR DE LOS HUMILDES.

a. El ministerio de Jesús

Jesús recorría las calles de Galilea pregonando <<el tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio>> (Marcos 1:14-15). Esta es una referencia perfecta para que podamos entender la misión de Jesús, y como la iglesia debe responder a este objetivo.

Según la conciencia religiosa de Israel, Dios se había manifestado por medio de Abraham, Isaac y Jacob, quien quería sacar de la esclavitud a su pueblo << Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo>>.

En este contexto, el Reino de Dios corresponde a la realización de la justicia. El problema actual de la iglesia es que el evangelio lo ha espiritualizado, se ha olvidado que el evangelio es humano. Mientras la iglesia no cambie, no podrá corresponder al proyecto del Reino de Dios proclamado por Jesús. La iglesia esta arraigada en un evangelio litúrgico, lleno de canticos, sacrificios, ofrendas creyendo que es un medio por el cual Dios recibe adoración.

A Dios solo podemos adorarle cuando hacemos justicia, no menospreciamos y hacemos el bien del que lo necesita, << ¿Reinarás, porque te rodeas de cedro? ¿No comió y bebió tu padre, e hizo juicio y justicia, y entonces le fue bien? El juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jehová>> (Jeremías 22:15-16).

La iglesia tiene la obligación de cuidar de aquellos que están necesitados de pan, vestido, casa y cualquier otra necesidad humana, porque en esto consiste el evangelio de Jesús.

La iglesia de Éfeso fue cuestionada por haber dejado de practicar las obras que le caracterizó en el tiempo pasado, <<Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido>> (Apocalipsis 2:25). A esta iglesia no se le cuestiona su trabajo, su dedicación al servicio, se le cuestiona la injusticia que esta cometiendo al no ayudar a los necesitados de la congragación.

b. El servicio que ofrecemos en la iglesia

El servicio que ofrecemos en la iglesia, todo el desarrollo litúrgico, no rinden adoración a Dios, desagrada a Dios cuando la iglesia no esta concentrada en el proyecto del Reino de Dios.

<<Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo>> (Amos 5:21-24)

El Mensaje esencial de los profetas se expresa con vigor intenso en la justicia, y en esta misma dirección surge la perspectiva mesiánica del enviado de Dios que llevara a cabo la salvación que vienen de él, << He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra>> (Jeremías 23:5).

Este es el evangelio que Jesús anuncio, el mismo que la iglesia ha dejado de proclamar y que lo ha cambiado por un evangelio espiritualizado anticristiano. <<no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas>> (Efesios 2:9-10). Las obras no son para salvación, porque la salvación esta en Cristo; pero las obras forman parte del Reino de Dios.

II. JESÚS ANUNCIÓ EL REINO DE DIOS, LOS DICIPULOS ANUNCIARON A JESÚS

a. Jesús es El mesías

El Hijo de Dios que vino a nosotros, profeta escatológico del Reino de Dios, este punto de partida es el que mantienen intacto el mensaje profético de Jesús. La fe en la resurrección es la que mantienen creyendo a los discípulos en Jesús.

La muerte de Jesús dejo desconcertados a los discípulos, sus esperanzan terminaron, sus anhelos mesiánicos terminaron al morir Jesús, (Lucas 24:19-21). Pero en un lapso de muy poco tiempo, los discípulos, mujeres y hombres experimentaron una conversión radical que Jesús no había terminado en la muerte.

El cristianismo en sus orígenes no es infiel a Jesús, su mensaje profético no queda desvirtuados, queda potenciado. El cristianismo va perdiendo su originalidad al mensaje de Jesús, cuando entra la filosofía platónica y se va separando el Reino de Dios y plantando el concepto del cielo como parte de lo espiritual.

b. El mensaje de Jesús

El mensaje anunciado en el Antiguo Testamento por los profetas se concentró en denunciar la injusticia del pueblo, <<Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza, para comprar los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo? Jehová juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras>> (Amos 8:5-7), y alcanza su máxima expresión en Jesús, <<No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir>> (Mateo 5:17).

El mensaje de Jesús estuvo orientado al Reino de Dios en la tierra, un Reino de paz y de justicia, la iglesia debe ser continuadora del mensaje de Jesús, de lo contrario es una iglesia anticristiana.

Si la iglesia no vuelve su mensaje a centralizarlo en el Reino de Dios aquí en la tierra, como fue anunciado por los discípulos, y continúa anunciando un evangelio místico despojado de la tensión hitorico-escatologico, acabará convirtiéndose en religión socialmente conservadora a un orden establecido, en una fuerza en contra el Reino de Dios anunciado por Jesús.

El abandono de la dimensión escatológica de la fe cristiana es la mayor traición a Jesús que podemos imaginarnos.

c. Jesús fue llevado a la cruz por ser un profeta escatológico

Jesús fue llevado a la cruz no por predicar un mensaje místico, fue por ser un profeta escatológico del evangelio en favor de los pobres, capas de incidir en la historia. Si el Reino de Dios anunciado por Jesús como lo expresa Marcos <<Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del Reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. >> (Marcos 1:14-15), no culmina la historia en una buena noticia para los pobres y oprimidos de este mundo, entonces la muerte de Jesús fue en balde.

Sería el error mas amargo de una ilusión engañosa. Hagamos la pregunta: ¿hasta dónde ha llegado la traición del cristianismo a Jesús?,¿hasta que punto el cristianismo resulta ser anticristiano

III. EL REINO DE DIOS Y SU ADVENIMIENTO EN LA REVELACIÓN DE JESÚS

a. El advenimiento del Reino de Dios

El advenimiento del Reino de Dios equivale al aniquilamiento del Reino de este mundo dominado y controlado por los poderes bestiales, que ha causado guerras, hambre y muerte a los más pobres y oprimidos de este mundo, (Apocalipsis 6:1-8) que han gobernado hasta hoy, han subyugado a los hombres, y aun a las naciones, haciéndolos esclavos de su voluntad perversa.

Jesús no vacila en proclamar que vino a destruir las obras demoníacas. En primer lugar, el Reino de Dios pertenece al otro mundo, es un don del Altísimo, no un producto de la vida natural, <<Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí>>, (Juan 18:36).

Es decir que las bases que construirán el Reino de Dios no son las de este mundo, pero el Reino de Dios tendrá su lugar en este mundo y en nuestra historia rl reino que viene a dar alegría a los humildes y los hace hombres nuevos descubre el sentido y señala el objeto de la vida; así lo sintió Jesús, y lo sintieron sus discípulos.

El sentido de la vida no se puede encontrar sino en otro mundo, ya que el fin de la vida natural es la muerte. El Reino de Dios, el reino eterno entra en el tiempo; en él ha penetrado la luz eterna y da al mundo un aspecto inaudito.

b. Jesús es un profeta escatológico

Recordemos que Jesús es un profeta escatológico, su misión es restaurar el reino de Israel, sobre todo los del norte que habían perdido la herencia al desaparecer físicamente, <<El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel>> (Mateo 15:24).

La historia de la monarquía hebrea que comienza con Saúl en el año 1030 a. J.C y termina con la ruina de Jerusalén en el año 587 a de J.C, esta marcada por las dos catástrofes que acaban con ella, la ruina de Samaría en manos de los asirios (año 722 ó 721 a de J.C) y la caída de Jerusalén ciento treinta años más tarde a manos de los caldeos.

El mensaje de los profetas del norte y del sur, antes de las catástrofes, se resume en dos términos. <<Dios esta indignado de la injusticia y la falsa religiosidad>>, estas dos actitudes llevaron al pueblo a la pérdida de su herencia.

Ante esta fatal perdida, se abre paso a una luz de esperanza, quedará un remanente del cual Dios reconstruirá su alianza en el mundo y en la historia, <<Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido>> (Mateo 18:11). En este sentido Jesús fue un profeta escatológico donde su mensaje fue direccionado al anuncio del Reino de Dios.

c. La iglesia cristiana ha cambiado el mensaje de Jesús

La iglesia cristiana en general cambio el mensaje de Jesús (El Reino de Dios), por el concepto del cielo, interpretando el evangelio de Jesús desde un punto de vista místico, y es aquí donde la iglesia se convierte en anticristiana.

Cuando la iglesia argumenta que predica a Cristo, debemos hacernos la pregunta ¿en qué consiste predicar a Cristo?, vemos como lo interpreto Lucas, << El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor>> (Lucas 4:18-19). Este texto marca el hilo conductor que seguiría el mensaje de Jesús, que viene a ser una continuidad del mensaje profético del Antiguo Testamento.

La entrada de la filosofía griega al cristianismo, contribuyo a que la iglesia espiritualizara el evangelio de Jesús, hasta el punto de que las necesidades humanas las vemos de forma aislada al evangelio de Jesús, Santiago toca este punto <<Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? >> (Santiago 2:15-16). La iglesia no puede continuar más así, si es que quiere ser creible del mensaje de Jesús, de lo contrario seguirá siendo una iglesia anticristiana.

CONCLUSIÓN

Cuando Jesús comienza a predicar, encuentra la tierra preparada. Le ha presidido la predicación de Juan el Bautista, que llamaba a la conversión, que había levantado muchas ampollas en Israel y sacudió la conciencia de muchos israelitas, Lucas lo expresa así: <<Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario>> (Lucas 3:10-14).

Juan vive con la esperanza mesiánica y cuando es encarcelado manda a sus discípulos para que pregunte a Jesús, << y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?>>, la respuesta de Jesús es convincente, << Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mi>> (Lucas 7:22-23). Predicar a Cristo es predicar el evangelio de Jesús.

Hay una enorme brecha que nos distancia entre el mensaje que anuncio Jesús y lo que la iglesia predica ahora en día, su mensaje traiciona radicalmente a Jesús, es la razón por lo que considero que su predicación es anticristiana.

La iglesia no ha comprendido que una actitud piadosa, alejada de la práctica de hacer justicia, no es lo que Jesús quiere de la iglesia, veamos como lo plantea Isaías << ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, ¿y no te escondas de tu hermano?>> (Isaías 58:6-7).

Este es el evangelio que Jesús espera que la iglesia practique y anuncie. Si la iglesia no está en esta dirección, toda la practica y liturgia que desarrolla, solo es buya que ofende a Dios, así lo dice el apóstol Pablo. << Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe>> (1ª Corintios 13:1). Es el momento de dejar ser una iglesia anticristiana, para, para ser una iglesia anunciadora del Reino de Dios, (el evangelio de Jesús).

© Francisco Antonio Martínez. Todos los derechos reservados.

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