Pero a pesar de todo lo quiero mucho, lo amo y siempre voy a estar orgulloso de usted, de tener un gran padre, que se sacrifica por sus hijos, muchas gracias papá lo quiero y extraño mucho, espero que vuelva muy pronto, cuando ya no sea demasiado tarde. Gracias por ser mi papá adiós, se cuida mucho. Sinceramente un hijo necesitado.
Esta carta es de un jovencito llamado Juan de tan sólo 17 años edad que vive y sufre los efectos de su padre ausente. Hoy a la luz de la celebración del día del padre, tenemos que reconocer que vivimos tiempos de ausencia paterna.
Pero no sólo de esa ausencia física y literal, sino de aquella en la que el papá esta presente, pero su presencia, su amor, su sabiduría, no se hacen notar. Se dice que la sociedad de estos días esta enferma, y la enfermedad que sufre es la de pretender instaurar una sociedad sin padres.
Esto debido a la sobre exaltación del papel de la mujer y de la falta de responsabilidad de los hombres hacia sus hijos. Pero lo cierto es que la figura del padre ausente es algo que pesa, y pesa mucho, pues se sabe que las repercusiones de esto son importantes.
Contrario a lo que pensemos; esto de ser un padre ausente no es nuevo, ni mucho menos algo característico de nuestra sociedad, sino que la Biblia nos muestra un ejemplo claro de lo que es ser un padre ausente así como sus consecuencias en los hijos. Adentrémonos pues al estudio del pasaje de este día y responsamos 3 preguntas importantes acerca del tema del padre ausente.
I. ¿Qué es un padre ausente? (vers. 21)
“…se enojó en extremo, pero no quiso castigar a su hijo Amnón…”
La Biblia nos muestra a David como un personaje importante en los planes de Dios. Se dice que no ha habido otro hombre como David, pues no ha habido nadie que tenga un corazón tan tierno para con el Señor como David. Sin embargo, como todo humano, David fue una persona de claros-oscuros, tuvo sus fortalezas y debilidades.
La Biblia no nos muestra gente perfecta, sino que nos muestra que a pesar de nuestras imperfecciones se puede mirar a un Dios perfecto. La historia nos dice que una vez que Saúl, el rey de Israel había muerto, David es proclamado rey de Israel (capítulo 5 del 2ª Samuel) posterior a esto la vida de David cambia dramáticamente; pues ahora cambia el arpa y las ovejas por la espada y la corona.
Al principio de su reinado, David se dedico en cuerpo y alma a conquistar territorio y derrotar enemigos; esto con la idea de dar estabilidad social, política y religiosa a Israel (capítulos 6-11, 2ª Samuel). Fueron tiempos en lo que David estuvo fuera de casa, dándole forma a una nación poderosa como lo fue Israel y así cumplir la voluntad de Dios.
Sin embargo dentro de los claros-oscuros de David se sabe fue un hombre con cierta debilidad hacia las mujeres; pues se sabe que David tuvo 8 esposas, y varias concubinas; así mismo se sabe que David procreo más o menos 20 hijos con sus mujeres.
Desde luego que estar en batallas constantes, no les daba suficiente tiempo para estar con todas sus mujeres y mucho menos dedicarle tiempo a sus hijos. David es la figura de un padre ausente. Ocupado en sus asuntos, pero ausente de su función como papá. ¿Qué es un padre ausente?
El término de padre ausente fue acuñado originalmente para referirse al hombre que por muerte, divorcio o abandono había desaparecido de la vida del niño. Aunque el término ahora es más amplio pues incluye a aquellos hombres que aunque están físicamente en el hogar y son vistos por los hijos, no ejercen su papel por un desorden en sus prioridades o lo han delegado a la “super” mamá. Se dice que 2 de cada 5 jóvenes en los Estados Unidos viven y han crecido sin un padre biológico.