Una vez consumada su mala acción, se nos dice que el amor que Amnón sentía por Tamar se convirtió en odio, al punto de rechazarla y echarla fuera de sus habitaciones (verss. 15-18).
Ya fuera de la recamara de Amnón, Tamar hizo notoria su aflicción (vers. 19) en eso su hermano Absalón se da cuenta y le aconseja a esperar y la consuela (vers. 20) Tenemos que hacer notar que esto sucede en donde hay un padre, pero es un padre ausente.
Llama poderosamente la atención el que aunque David se enteró de lo ocurrido no hizo nada, no intervino (vers. 21), en la Biblia Latinoamérica dice: “…se enojó en extremo, pero no quiso castigar a su hijo Amnón, pues era su preferido por ser el mayor” (vers. 21) Añadido a esto dice más adelante que entonces Absalón, aunque de momento no hizo nada, en su corazón “…aborrecía a Amnón porque había forzado a Tamar su hermana” (vers. 22).
Para Absalón esto no quedaría sin castigo; pues durante dos años planeo su venganza; pues de los verss. 23-36 nos habla de cómo Absalón asesina a su medio hermano Amnón, David al enterarse llora desconsoladamente, al mismo tiempo que Absalón huye a Gesur (verss. 36, 37) Como podemos darnos cuenta, la falta de una autoridad sabia, la ausencia del padre tiene efectos y grandes riesgos. Pues en la familia de David hubo situaciones difíciles.
Debemos resaltar la actitud mentirosa y tramposa de Amnón, su mala acción de violar a su media hermana; pero también la respuesta del Absalón, de matar a su medio hermano; y la pregunta que aquí cabe es ¿En donde estaba el padre?
De haber actuado no esto habría sucedido; pero cuando se entera de que su hijo, acaba de violar a su hermana, se dice que se enoja fuertemente, pero no hace nada, de que sirve que se enoje, si no castiga al culpable.
Ahora después del asesinato del violador; David llora, pero tampoco hace nada por buscar a su hijo Absalón, no va en su búsqueda, se queda llorando, pero no va por su hijo para aclarar las cosas.
En el capítulo 14 se nos cuenta que por intervención de un hombre llamado Joab, es que el rey David decide mandar buscar a Absalón y hacerlo regresar; David le dice: “Váyase a su casa y no vea mi rostro…” (vers. 24) así lo hizo Absalón hasta que un día cansado de esa situación dice a Joab: “¿Para que vine de Gesur? Mejor me fuera estar aún allá…” (vers. 32) Absalón esta diciéndole, “De que sirve que este aquí, sino puedo ver y estar bien con mi padre”.
Todo lo anterior fue consecuencia de la ausencia moral y espiritual de David en sus hijos; pero también su falta de acción fue abonando en el corazón de Absalón un profundo resentimiento hacia su padre. En primer lugar no hizo nada por defender a su hermana Tamar, tampoco hizo nada por buscarlo y cuando lo hizo evito tener contacto con él.
La historia nos dice que hubo un acercamiento de David hacia su hijo; pero fue solo de labios para afuera (al menos de lado de Absalón) pues Absalón planifico derrocar a David como rey y perseguirlo para matarlo (capítulo 15) ¿De donde salió esto?
De una gran amargura de parte de Absalón hacía la actitud ausente de su padre. Resulta curioso que el nombre Absalón signifique “El padre es paz” La ausencia del padre en cualquier sentido es un factor de riesgo para los hijos; ya vimos en el caso de David y sus hijos lo que ocurrió (abuso sexual, muerte, dolor, separación, odio) De igual manera en cualquier hogar en donde el padre es ausente hay serias consecuencias.
En un estudio hecho en los E. U. se observo en 70.000 jóvenes durante un lapso de 20 años que los jóvenes con un padre ausente tenía 50 más probabilidades de ser improductivos en la vida, 100 más probabilidades de tener un embarazo y 100 más probabilidades de no terminar sus estudios.
Otros expertos que no son cristianos afirman que los hijos de padres ausentes experimentan disfunción psicológica, Ronald y Jacqueline Angel en 1993 presentaron un trabajo en el que concluyeron lo siguiente: “Un niño con una padre ausente presenta mayor riesgo de enfermedad mental, mayor dificultad para controlar sus impulsos y de tener problemas con la ley” otros expertos añaden que los hijos de padres ausentes presentan un alto nivel de deserción escolar.