Pero en lo que la mayoría concuerda es que las personas que viven y crecieron con la ausencia del padre viven con extrema inseguridad y falta de madurez emocional. ¿Esto es lo que quiere para sus hijos?
Papás háganse presentes en la vida de sus hijos, madres de familia, dejen que sus hijos se relacionen con sus padres o de menos díganle quien fue, fue Jacques Lacan quien dijo: “Conocer al menos el nombre del padre es crucial para el desarrollo” ¿Desea para sus hijos un hogar como el de David, Amnón, Tamar y Absalón? En un estudio criminológico se vio que 70 e los homicidas y violadores crecieron sin padre. Nacer, vivir y crecer con un padre ausente tiene fuertes consecuencias.
III. ¿Cómo se resuelven los efectos de un padre ausente? (14: 33)
“…y el rey besó a Absalón”
Se dice que Absalón era un hombre muy hermoso en su aspecto (14:25) y algo que caracterizaba a Absalón era su larga y hermosa cabellera (vers. 26) un día mientras cabalgaba, el mulo que lo llevaba paso por debajo de una tupida encina y sus cabellos se enredaron quedando Absalón colgando.
Joab al darse cuenta lo mata, clavándole tres dardos en el corazón, mientras que otros 10 jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron y acabaron de matar a Absalón (capítulo 18 verss. 14-15) David al enterase, nuevamente se sumió en un fuerte dolor, lamentando la muerte de su hijo.
En el capítulo 19 podemos ver el dolor de David: “Más el rey, cubierto el rostro, clamaba en alta voz: ¡Hijo mío Absalón, Absalón, hijo mío, hijo mío!” (19:4) ¿Podía esto resolver algo? No, pero al menos debe servir de enseñanza a muchos padres que la ausencia tiene consecuencias.
Desde luego que prevenir es mejor que lamentar; es mucho más barato. Pero si por alguna razón vivimos la realidad de ser padres ausentes, debemos hacer algo al respecto. Debemos actuar y desempeñar el papel que Dios nos ha dado como padres de nuestros hijos.
Juan Pablo II dijo: “No tengan miedo de ser padres…llamarles la atención y corregirlos cuando sea necesario, con todo el afecto y la ternura es indispensable para educarlos en la verdad” dediquemos tiempo de calidad a nuestros hijos, ellos lo necesitan, y están clamando por ello.
Esto es algo que solo tú como papá debes hacer, un poeta inglés llamado George Hebert dijo: “Un padre vale por 100 maestros”; no temas, no te debes ser perfecto, ellos, nuestros hijos solo quieres saber que les importas y que sabes demostrásemos con hechos y no solo con palabras.
Por otro lado a quienes viven o vivieron la ausencia del padre, el remedio no es buscar sustitutos; muy posiblemente en tu corazón haya el mismo resentimiento que había en el corazón de Absalón; el remedio es perdonar, la palabra de Dios dice: “Honra a tu padre…” simple y sencillamente perdonar, no habla de si fue bueno, responsable, perfecto.
Si Absalón hubiera perdonado muchas cosas hubieran sido diferentes. Recuerda no existen los “súper papás” que los que somos padres, somos simples mortales con defectos y una que otra virtud; que erramos. El rencor no ayuda crecer y a vivir en plena libertad.
El rencor dañaba a David pero más a Absalón, pues murió sin resolver eso con su papá. Hay quienes menosprecian a su papá; pero eso solo refleja que algo no está resuelto, algo que debe ser perdonado. Parte de la sociedad actual enseña que el padre es desechable, que no es necesario, que hay mujeres que hacen un doble papel en la vida.
