La respuesta no esta en lo externo, sino en lo interior que solo cuando ponemos en practica los consejos de Dios, el de la Biblia, entonces podremos escapar de un camino de perdición e inmundicia.
Conservar las instrucciones:
Podemos preguntar como es que Moisés llego a ser la persona que fue, sin todos los adornos egipcios y herencias de dicho pueblo. Fue por seguir cada día las instrucciones que Jehová su Dios le daba para hacer Su voluntad.
Nosotros podemos llegar a cualquier lugar si supiéramos seguir instrucciones y recomendaciones, pero nos gusta seguir nuestros propios deseos y opiniones pues creemos que son las mejores, solo porque surgen de nuestra mente y pasan en nutro pequeño alrededor.
Podemos evitar vivir una vida de frustración y preocupación si ponemos en practica los consejos e instrucciones de Dios.
III. Somos prevenidos cuando nos alejamos de la infidelidad espiritual (vers. 2)
“Porque los labios de la mujer extraña…”
Satanás busca romper el pacto que hacemos con Dios, ese pacto en el que debemos aceptar todas las condiciones de Dios. Ya hemos mencionado que Satanás la única operación matemática que sabe utilizar mejor es la división y uno de sus propósitos es separarnos de la comunión y de los consejos de Dios.
Dios conocedor de esto nos advierte que Satanás puede involucrarnos en una infidelidad espiritual, en la que damos a otras cosas o personas lo que solo al Señor corresponde.
Labio destilan miel: La miel es un producto dulce y agradable cuando se prueba; Salomón se la figura de mujer adultera para presentar a aquello que le roba a Dios el tiempo con nosotros, el dinero para su obra, los dones y talentos para su servicio y el amor que solo debe ser dado a Jesús.
La manera de presentarse de Satanás ha de ser de una manera agradable a nosotros. Debemos reconocer que somos más físicos que espirituales; por tanto tendemos a reaccionar de acuerdo a nuestro sentidos: olemos, observamos, escuchamos, tocamos y probamos, siendo estas las maneras en las que Satanás nos aleja del Señor.
Paladar como aceite: Una de las características del aceite es que resbala y puede penetrar fácilmente, además de que su recorrer es imperceptible y además de aflojar lo que esta unido. La obra de Satanás hace lo mismo, trata de entrar en nuestras vidas de una manera sutil pero con consecuencias de separarnos de Dios, lo que indudablemente nos conduce a enfermar de pecado y demás.