¿Dónde estas Jesús?

En segundo lugar nos ayuda a fortalecer nuestra fe en Él como lo dijo a sus discípulos: “…para que creáis; más…” (vers. 15) también vemos esto cuando habla con Martha: “…todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (vers.26)

Jesús permite momentos difíciles para que aprendamos a confiar en Él. Un tercer propósito que cumplen las problemas en nuestra existencia es demostrarnos que Él es Dios (vers. 43) Jesucristo pide retirar la roca del sepulcro para que al despertar Lázaro (vers. 11) salga.

Una vez retirada la roca se nos dice que Cristo alzó sus ojos al cielo y dio gracias a Dios, posteriormente clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! (vers. 43) y ante la mirada atónita de las personas ahí reunidas, el que hacía 4 días que había muerto vuelve a la vida.

Solo Dios puede dar vida y para que Jesús pudiera hacer eso, tenía que ser Dios mismo encarnado. Esta enfermedad de Lázaro que lo llevo a la muerte tuvo propósitos maravillosos: llamar la aten

III. Dios está con nosotros (vers. 33)

“…Jesús, profundamente conmovido…”

Marco Tulio, dijo: “En cuanto a la adversidad, difícilmente la soportarías si no tuvieras un amigo que sufriese por ti más que tu mismo” Los problemas son enormes cargas que generalmente nos son más livianas si alguien nos ayuda a llevarlas. Dios sabe esto y por esa razón, contesta la pregunta ¿Dónde está Dios?.

Mientras Lázaro enfermaba, Martha y maría acudieron a él; la actitud de Jesús aparentemente parece ser de indiferencia; pero ya vimos en el punto anterior que no es así sino que Dios esta actuado a nuestro favor. Pero por otro lado vemos que ya una vez que la familia esta padeciendo la perdida.

Cuando están sufriendo desconsoladamente; Cristo se conmueve ante el llanto de María, la hermana de Lázaro (vers. 33) veamos que se nos dice que Jesús se turbó y se conmovió profundamente, sintió en carne propia el dolor de esa mujer.

Jesús pregunta donde han sepultado a su amigo, le responden y va hacía el sepulcro en donde el Señor llora (vers. 35); al verlo los demás afirman que sus lágrimas son evidencia clara de que Jesús estimaba grandemente a Lázaro y siente e su corazón su pérdida y el dolor que esta causa a sus hermanas. Más adelante antes de resucitarle vemos que el evangelista vuelve a decir que Jesús se conmovió una vez más (vers. 38).

En momento difíciles, la pregunta más frecuente es ¿Dónde estas Dios? La respuesta nos la da el mismo Jesucristo en este relato, al ver que cuando estas mujeres se dolían, Él estaba con ellas; cuando nosotros atravesamos por crisis, Él esta con nosotros, en medio de nosotros, consolándonos; pero nuevamente no nos damos cuenta por que fijamos más nuestra atención al dolor que a su presencia.

Posiblemente hemos escuchado a personas cuestionar esta verdad de que Dios esta con nosotros cuando sufrimos; un argumento poderoso de que esto es verdad es saber que cuando a Dios le mataron a su único hijo, Él (Dios) estaba precisamente ahí con Él, viendo, oyendo y sufriendo con Él.

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