Un padre tonto

Hacer uso de la herencia con el padre en vida era una gran afrenta al padre, pues lo tomaba por muerto o poco importante. Así pues este hijo cometió una gran falta de respeto hacía su padre; pero lo curioso es que el padre accedió a su petición y pareció no darle importancia “…y les repartió sus bienes” (vers. 12). Este joven hijo también abandonó a su padre, violando todas las reglas culturales y religiosas de su tiempo.

Tampoco le importó despilfarrar lo que a su padre debió costarle mucho trabajo y sufrimiento (vers. 13) y entonces surge una pregunta ¿Por qué permitió el papá estas cosas? ¿Por qué no hizo nada? La historia nos dice que este hijo llegó a lo más bajo “…se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos” (vers. 15).

Todo por lo que su padre había trabajo, había sido echado a la basura, malgastado en excesos y prostitutas; pero ahora en la calle y con hambre, decide seguir enlodando el nombre de su padre ¿Cómo?

Sirviendo en un lugar, limpiando cerdos. Animales que para los hebreos eran considerados inmundos; pero que por hambre este hijo aceptó cuidar; el punto es que bajó un peldaño más y entonces con hambre: “…deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los cerdos…” (vers. 16).

Su vida, ya era un desastre, no había algo más bajo a donde caer, pero precisamente en esos momentos, se hizo la luz en su mente y su corazón “Y volviendo en sí…” (vers. 17), lo que significa que se arrepintió, aunque hay quienes dicen que también significa “Tomar conciencia” es decir, darse cuenta de todo lo que ha hecho, de todo lo que ha perdido, y de todo lo que ha lastimado su relación con su padre.

Y Entonces toma la valiente, pero difícil decisión de: “Me levantaré e iré a mi padre…” (vers. 18), iba dispuesto a regresar, pero además con la idea de confesar su pecado y pedir perdón (vers. 18).

¿Cuál debiera ser la actitud del padre ante estas situaciones?

¿Qué nos dice la experiencia?, ¿qué ocurre en situaciones como estas? La lógica y la razón nos dictan que el padre debería actuar con dureza, castigando al hijo desobediente, ponerlo a prueba hasta restaurar la confianza, pedirle cuentas de todo lo que ha hecho y echarle en cara cómo ha enlodado nuestro nombre.

Esto harían muchos padres con hijos así, es más, me atrevería a decir que hasta estos padres con nueva actitud paterna no escaparían a la tentación de decirle a un hijo así “Te lo dije” o “Sabía que vendrían con la cola entre las patas reconociendo que yo tenía razón”.

Sin embargo, el padre de la historia de Jesús, actuaría insensatamente; su respuesta a esto sorprendería y más de uno lo llamaría tonto, porque al parecer trataría con impunidad al desobediente.

Sí, hermanos, el padre de este joven a los ojos de este mundo, de nuestras culturas, lo llamarían un padre tonto, un padre insensato. Pero déjeme decirle, que así quiere Dios que seamos con nuestros hijos; ¡Si!, Dios quiere que usted como papá actué como este tonto y ame a sus hijos. Pero, ¿cómo actuó este padre?

Hoy le animo a que descubramos cómo deben actuar los padres tontos, los padres espirituales, los padres del reino con sus hijos. Dejemos que sea la Biblia quien nos enseñe esto.

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