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En manos del alfarero

Bosquejos Biblicos

Predica de Hoy: En manos del alfarero

Bosquejos Biblicos Base Bíblica: “…Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. 3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla…” (Jeremías 18:1-4)

Introducción:

La tarea de Jeremías no fue fácil porque tenía que tañer la muerte de su nación. Cuando Jeremías empezó su ministerio, Asiria era la mayor potencia del mundo, pero Egipto y Babilonia rápidamente fueron ganando fuerza. En el 607 A.C., Babilonia conquistó a Nínive y destruyó el poder de Asiria.

Babilonia entonces atacó a Judá y los “políticos” de Judá aconsejaron al rey que pidiera la ayuda de Egipto. Jeremías siempre estuvo en contra de la alianza con Egipto. Sabía que Dios era la única esperanza de Judá, pero los pecados de la nación eran tan grandes que había perdido la visión y bendición de Dios.

Babilonia a la larga capturó a Judá y tomó a Jerusalén la capital de Judá por un promedio de 20 años (606 a 586 A.C.). De esta cautividad es donde Jeremías se inspiró y escribió el libro de las Lamentaciones de Jerusalén para conmemorar la muerte de la ciudad santa.

En la primera parte de su libro aparecen varios sermones, dados en Jerusalén, en los cuales denuncia al pueblo, a los sacerdotes y a los príncipes por sus pecados, especialmente el pecado de la idolatría. En el capitulo 25 anuncia que la nación irá setenta años al cautiverio y luego volverá para establecerse de nuevo.

En el capítulo 31 profetiza un “nuevo pacto” entre Jehová y su pueblo, no un pacto de ley y obras escrito en piedra, sino uno de amor y fe, escrito en el corazón. En los capítulos finales Jeremías se refiere a las naciones gentiles que rodeaban a Judá y les cuenta los planes de Dios para ellas. Una de las palabras claves en el libro es “rebelde” o “rebeldía”.

La nación le dio las espaldas al Señor y seguía a los falsos profetas que la llevaban a adorar ídolos. El profeta esperaba que se arrepintieran, pero la nación no se arrepintió. Leemos que Jeremías lloró, apabullado por la caída de su nación (Jeremías 9:1; 13:17; 14:17; 15:17-19).

Este último texto me gusta mucho por que me trae a la memoria los tiempos presente y la condición que vive su pueblo. Dice el texto: “No me senté en compañía de burladores“.

5 comentarios en «En manos del alfarero»

  1. me parece muy bien este bosquejo para predicar? me bendice y amplia mis ideas para poder explicar este tema, gracias y Dios le siga bendiciendo y dando sabiduria.

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