José refleja el amor de Dios
Cuenta la Biblia, en el libro de Génesis 37 en adelante, que hubo un hombre llamado José,! hijo de Jacob en su vejez, tan amado por este, que provocó la cizaña, la envidia, el celo, entre sus hermanos, lo cual dio origen a que fuera vejado y humillado hasta simular su muerte y ser vendido por sus propios hermanos, este hombre fue a parar a la tierra de Egipto y aun allí fue atacado por mentiras y traiciones que lo condujeron, siendo inocente, a la cárcel, mas sin embargo, en medio de estas dificultades, José se fortalecía porque confió en Dios.
Esta confianza lo llevo a convertirse en el segundo hombre más importante de Egipto, después del Faraón. ¿Pero qué hizo que este hombre, aparentemente solo, desamparado, se muestre hoy día como un modelo de resistencia y fortaleza en medio de las dificultades?
Pues existen ciertas características en José, que si usted y yo las tomamos, las digerimos y las hacemos parte de nuestras vidas, nos permitirán, enfrentar exitosamente el mundo junto a la mano de Dios.
José sometido a vejaciones y humillaciones, fue despreciado por los suyos, pero esto permitió convertirlo en un modelo de honradez, fidelidad, constancia y de perdón:
o Honradez: nunca acepto la tentación que le ofreció el pueblo de Egipto, bíblicamente representado para la época por el pecado. José demostró, entre otras cosas su hombría, rechazando a la mujer de Potifar cosa extraña en el hombre de ayer y en el actual.
o Fiel: En cada situación que le correspondió actuar, su fidelidad, marca la pauta de su comportamiento, fiel a su padre, fiel a sus hermanos, fiel a las autoridades Egipcias, fiel al pueblo de Israel y fiel a Dios ¡Aleluya!
o Constancia: Su empeño en escuchar y obedecer en todo momento la voz de Dios, lo condujo a caminar sobre sus alturas.
o Hombre perdonador: El no dejo que la circunstancia producida por sus hermanos al venderlo a los extranjeros, envenenara su corazón, él fue sometido a humillaciones por sus propios hermanos, su propio pueblo y por el pueblo de Egipto, para luego ser exaltado dentro de una nación que no era la suya.
Existe gran semejanza entre José y David, ambos eran pastores. Ambos eran jóvenes, ambos eran hombres valientes, obedientes, fieles, honrados, perseverantes y temerosos de Dios David simiente del linaje de Jesús.
José representó para la época, lo que más tarde vivió Jesucristo. Representaba al hombre que siendo sometido a escarnio, humillación, desprecio, logra levantarse fortalecido y en victoria ante las circunstancias adversas. José como el segundo de una nación poderosa, Jesucristo como el rey de reyes y Señor de Señores. ¡Aleluya!
La Biblia dice que Dios abate el árbol sublime y levanta el árbol pequeño. Si tu hoy amigo, amiga, te has sentido despreciado, humillado, vejado por injusticias, que te han conducido en medio de dificultades, no temas por que si eres honrado, fiel, perseverante y además tienes un corazón perdonador, Hoy Dios te está levantando como al mismo Jesucristo, para convertirte en el hombre o la mujer victorioso o victoriosa, que él concibió en tu diseño.
Amen, muy buena predica. Que Dios,nos llene de su amor!! Y su presencia, aun en la dificultad, y ante nuestros enemigos.