Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Predica de Hoy: No amarte duele
MENSAJE CENTRAL
La semana pasada aprendimos que cuando tú decides habitar bajo la sombra del amor de Dios, entonces es que su amor se puede manifestar sobre ti y puedes vivir confiado en Dios para hacer su voluntad.
Hoy Dios nos quiere enseñar cual es el camino que debemos seguir para habitar permanentemente bajo la sombra de su amor.
INTRODUCCIÓN
Con este versículo terminamos el mensaje de la semana pasada y con este mismo quiero comenzar el mensaje de hoy.
(NVI) 1ª Juan 4:11-12 “Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. 12 Nadie ha visto jamás a Dios, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente. ”
Aquí nos está enseñando el apóstol Juan, que la forma de manifestar que entendemos que Dios nos amó primero es amándonos los unos a los otros, dicho de otra manera, amando al prójimo.
Fácil de entender, difícil de ponerlo por obra, porque como dijimos la semana pasada: Que difícil es amar a los difíciles de amar.
Ahora, ¿te has preguntado quien es la primera persona difícil a la que tienes que amar? No es la que te ha tratado mal, tampoco es la esposa o esposo y ni siquiera es la suegra, la primera persona difícil, la persona difícil de amar más importante a la que tienes que amar: Eres tú, sí, tú mismo.
¿Y cómo lo sé? Porque Jesús enseñó que si no te amas a ti mismo, no puedes amar a tu prójimo, y entonces no podrás manifestar el amor de Dios sobre tu vida.
Jesús resumió toda la Biblia en dos mandamientos principales:
(TLA) Marcos 12:30-31 “ Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales.” 31 Y el segundo mandamiento en importancia es: “Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.” Ningún otro mandamiento es más importante que estos dos.”
Vas a poder amar a tu prójimo en la medida en que tú sepas amarte a ti mismo.
Esto nos hace reflexionar en que, muy probablemente, los conflictos que hemos tenido y tenemos con las personas vienen de no saber amarnos a nosotros mismos, y eso nos va lastimando por la vida, de aquí que el mensaje de hoy lleva por título: No amarte duele.
I. RESPONDERÁS SEGÚN TE AMES
Es muy importante que sepas amarte correctamente, porque si te equivocas al amarte de más puedes terminar siendo un egoísta, un soberbio y un engreído, con las consecuencias que implicará que Dios te resista por soberbio. O si te equivocas al amarte de menos puedes terminar siendo un pusilánime, sentir que no vales nada, que no sirves, que nadie te ama, ni siquiera Dios y así desperdiciar el amor y la sangre de Cristo en esa cruz.
Dios se ama a sí mismo.
Por eso necesitamos aprender a amarnos a nosotros mismos. Esto le puede sonar egocéntrico, pero no, al contrario, amarnos a nosotros mismos está en el diseño original de Dios: Él se ama a sí mismo.
Isaías 43:25 “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.”
Aquí dice que por amor a sí mismo Dios no se acuerda de nuestros pecados, esto nos enseña que hay que saber manejar las cosas que nos suceden alrededor por amor de nosotros mismos.
En la medida que te sepas amar a ti mismo es que responderás correctamente ante los estímulos de tu alrededor.
Por ejemplo, si alguien nos “ofende” y caemos en la tentación de creer que nos tenemos que defender para no “ser” lo que nos dijeron en la ofensa, vamos a terminar en una discusión y tal vez en un pleito que nos lastimará aún más de lo que, inicialmente, nos lastimó “la ofensa”. ¿Me sigue?
Por eso dice la Escritura que Dios, por amor a sí mismo, pasa por alto nuestras ofensas, lo mismo que nos recomienda a nosotros, pero eso dependerá, no de que entiendas esto, sino de que te ames correctamente, como Dios se ama a Él mismo.
¿No sé si me estoy explicando? Que no se trata de oír sino de ponerlo por obra, como toda la Escritura.
II. LAS CONSECUENCIAS DE NO SABER AMARNOS A NOSOTROS MISMOS
Realmente nos metemos en problemas en función de la falta de amor a nosotros mismos.
Descubro que hay tres graves consecuencias que tendremos al no saber amarnos a nosotros mismos.
Usaremos mal el poder de la boca.
El chisme, la murmuración, la crítica y el juicio a las personas son causados por la falta de amor a nosotros mismos. El no sabernos amar a nosotros mismos genera un vació que “necesitamos” llenar con la vida de otros y por eso caemos en murmuración, critica, juicio y chisme.
Tendremos problemas con las personas.
Los pleitos y las contiendas tienen como origen, que el vacío del amor a nosotros mismos lo queremos llenar con que la otra persona nos ame y como esta persona tampoco se ama a si misma de la manera correcta, no sabrá como amarnos y nos lastimará, el caso más típico es el del matrimonio en problemas.
Antes de casarnos, frases como: He encontrado a mi media naranja o a tu lado seré feliz, nos hablan de ese vacío de la persona que está esperando que alguien más lo llene, que alguien más lo ame y lo haga feliz porque el mismo no es feliz ni siente amado.
Tendremos sentimientos y emociones negativos.
El enojo, la ira, la falta de perdón, los celos, la tristeza profunda, la depresión, el luto, la angustia y la mayoría de las enfermedades, por no decir que todas, son producto de la falta de amor a nosotros mismos.
Le damos lugar a que este tipo de emociones y sentimientos nos dominen porque todos estos sentimientos y emociones tienen que ver con el vacío de amor que hay en nosotros que es llenado por el enemigo con estos malos sentimientos.
En resumen: El amor a si mismo no puede venir de las personas.
El problema del hombre es que el amor a si mismo lo quiere obtener de las personas a su alrededor. Queremos que nos den reconocimiento, aceptación, honra, que nos hagan felices, que nos respeten, que nos hagan valer, y ponemos eso valores propios en manos de terceras personas: de niños en nuestros padres, de adolescentes en nuestros amigos, de jóvenes en el novio(a), de adultos jóvenes en nuestros jefes, en nuestros éxitos profesionales, de más adultos en nuestro cónyuge y de viejos en nuestros hijos y nietos.
Y esto es un grave error simple de entender: Si estas personas no se aman ni a sí mismas, como esperamos que nos amen a nosotros que somos su prójimo.
III. COMO AMARNOS A NOSOTROS MISMOS DE UN MODO CORRECTO
La pregunta será entonces, ¿Cómo amarnos a nosotros mismos de un modo correcto?
La secuencia correcta para amarnos a nosotros mismos. La única fuente de amor para poder aprender a amarnos a nosotros mismos proviene del amor del Padre.
La única manera de amarnos a nosotros mismos es cumplir con la secuencia de amor que Jesús nos dejó: Si para amar al prójimo se necesita amarse a sí mismo, para amarse así mismo, se necesita amar a Dios y para amar a Dios se necesita dejarse amar, porque Él nos ama primero.
La solución.
La manera correcta para amarnos a nosotros mismos es amar al Padre y enfocar nuestra mirada en quienes somos para Él y no para las personas.
Busquemos el amor, la aceptación, la admiración, el respeto de Dios y no el de las personas, ya que las personas están tan imperfectas en su amor propio que no podrán darnos lo que buscamos, solo poniendo nuestra mirada en Dios nos sabremos muy amados, respetados y aceptados, muy admirados y valorados, y nuestro amor propio estará completo, pudiendo así amar a nuestro prójimo correctamente.
IV. COMO SE ORIGINA EL AMOR A NOSOTROS MISMOS
¿Cómo se origina el amor a nosotros mismos?
Jesús les preguntó a sus discípulos si sabían quién era él. Aquí parece que Jesús está haciendo lo que te vengo diciendo en todo este mensaje que no hagamos, pero escuchemos con atención:
Mateo 16:15-19 “El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”
Jesús les pregunta ¿Quién dicen que soy yo? Pero él no está esperando la opinión de Pedro, él está esperando la opinión de su Padre, por eso le dice: “Eso no te lo reveló alguna persona, nadie de carne y sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Y eso es lo que tenemos que hacer nosotros, debemos preguntarle a Dios quienes somos, cómo nos ve él cuando tenemos éxito y cuando fracasamos, cuando hacemos lo correcto y cuando nos equivocamos.
Aun de la gente cercana Jesús no esperaba oír el concepto que ellos tuvieran de Él, sino el que el Padre tenía de Él. Tampoco esperes, aún de la gente más cercana, que se supone que te conoce, que definan quién eres.
La revelación de quién eres hará que el infierno no prevalezca.
La revelación que el Padre te haga de quién eres, es lo que hará que el infierno no prevalezca contra ti. Si, te va a atacar el infierno, pero no te vencerá porque tú sabes con certeza quién eres, dicho en revelación por el Padre.
V. COMO BUSCAR LA REVELACIÓN DEL PADRE
Pero, ¿Cómo buscar esa revelación?
1 Crónicas 17:25 “Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo para orar delante de ti.”
La revelación se da en los tiempos de oración y los tiempos de oración se producen por la revelación. Es decir, hay un círculo virtuoso entre oración y revelación del Padre: A mayor oración de intimidad mayor revelación, y a mayor revelación mayor oración.
Dios te revelará quién eres para Él en la medida que te sumerjas en oración y tu intimidad con Él crezca.
Como manejar la revelación del Padre.
¿Cómo manejar la revelación que el Padre haga de quién eres?
(NTV) Gálatas 1:15-16 “Pero aun antes de que yo naciera, Dios me eligió y me llamó por su gracia maravillosa. Luego le agradó 16 revelarme a su Hijo para que yo proclamara a los gentiles la Buena Noticia acerca de Jesús. Cuando esto sucedió, no me apresuré a consultar con ningún ser humano.17Tampoco subí a Jerusalén para pedir consejo de los que eran apóstoles antes que yo. En cambio, me fui a la región de Arabia y después regresé a la ciudad de Damasco. 18 Luego, tres años más tarde, fui a Jerusalén para conocer a Pedro y me quedé quince días con él. 19El único otro apóstol que conocí en esos días fue Santiago, el hermano del Señor.”
El apóstol Pablo lo manejó así: Cuando el Padre le reveló quien era Jesucristo en Él y el propósito de esa revelación, el no corrió a preguntarle a la gente que opinaba de eso, él se fue a meditarlo.
De igual manera, cuando buscando en intimidad la revelación del Padre, Dios te revele quién eres, como eres amado, respetado, aceptado, admirado, etc., no corras a la gente a esperar que ellos también ya lo sepan, sino pasa tiempo meditando en Dios y a su tiempo Dios se lo dirá a ellos también.
Pedro y los apóstoles aceptaron a Pablo porque Dios se los reveló, a pesar de que al principio el diablo estaba en Pablo y él los perseguía para matarlos y desaparecer a los Cristianos.
MINISTRACIÓN
Este es el camino correcto para habitar bajo la sombra de su amor: Busca el amor de Dios en tu intimidad, habla con él para que te revele cómo te ve Él, de quien eres para Él, y déjate llenar de su amor todos los días.
De tus tiempos de intimidad saldrá la revelación de Jesucristo en ti, de quien eres en Cristo, y eso te dará un amor propio que te alcanzará para amar a los difíciles de amar y a que tus relaciones siempre sean correctas.
Dios alejará de ti a los que no te conviene tener cerca y traerá a ti a las personas correctas, pero ni los que se van ni los que llegan te dirán cuanto vales porque eso te lo revelará Dios en tu intimidad y no necesitarás que ellos llenen ningún vacío, porque no tendrás vacíos, estarás lleno o llena del amor perfecto de tu Padre celestial.
Y cuando tu estés lleno vas a poder manifestar el amor de Dios en ti amando a tu prójimo, aún a los difíciles de amar y así podrás ejercer el llamado y el propósito que Dios tiene para tu vida y el de tus generaciones.
Amén.
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