Predicas Cristianas | Dignidad & Igualdad de la Mujer en Dios
Introducción
La mujer fue diseñada por Dios, pero desde que entró el pecado en el mundo, el diablo ha querido aplastarla. Cuando Cristo aparece, lo hace para dignificar a la mujer: le devuelve su valor y su autoestima. Pero también la hace digna de merecer.
La mentira más grande que el diablo puede decirte es que no eres digna de merecer. Lo dice a través de la tradición, la cultura, la sociedad, los dogmas, las restricciones eclesiásticas y las organizaciones. Y la mujer, sin darse cuenta, ha venido aceptando la idea de que no es digna.
Todo esto sucede porque ignora lo que realmente es en Dios.
Cristo aparece en la humanidad y hace dos cosas a favor de la mujer:
- Nace de una mujer.
- Levanta y sana a muchas mujeres en sus tres años de ministerio.
- Cuando te creó, puso en ti su naturaleza. Te hizo única.
Atributos dados por Dios a la mujer
A. Voluntad propia: firmeza del alma, libertad para escoger, ánimo para tomar decisiones. Si caes, te levantas.
B. Emoción: sentimientos del alma: alegría, tristeza, gozo. Este sentir es necesario en todas las áreas donde la mujer se desarrolla.
C. Determinación: precisión, certeza, osadía, valor (2 Corintios 4:6-9). Fuiste creada para glorificar su nombre. A través de ti, Él quiere hacerlo.
El Salmo 139 hace una referencia a tu nacimiento:
- Para que valores tu origen.
- Porque Dios te hizo con el plan de que tengas éxito.
- En tu vida hay deseos insaciables de alcanzar más. Dios te creó con proyección de éxito. ¡Aleluya!
I. Aceptación de quién eres
Saber quién eres te llevará a elevarte a esa aceptación. Eres digna, con la dignidad que merece respeto.
Según tu origen, te ubicarás en la vida. Por eso, debes preguntarte lo siguiente:
A. ¿Quién te hizo?
B. ¿Cómo te hizo?
Dios es el Creador por excelencia. Si alguien tiene que opinar acerca de ti, es Dios, porque Él sabe cómo y por qué te hizo.
- Un momento especial entre Dios y la mujer.
- Dios se toma su tiempo: “Lo hago en el momento que yo quiero y como yo quiero” (dice Dios). Si alguien tiene preguntas, que venga a Él.
- Dios lo hace a su manera: nadie le da sugerencias sobre cómo o por qué hará a la mujer. “No necesito opinión alguna”, dice Dios. ¡Gloria al nombre de Jesús!
II. Igualdad
La igualdad es la relación entre dos personas semejantes la una con la otra.
Génesis 2:22 dice que Dios tomó una costilla del hombre para formar a la mujer.
- La mujer fue tomada de la costilla del hombre para que él la considerara parte de sí mismo.
- Dios sabía que el hombre intentaría gobernar a la mujer de manera equivocada. Por eso, con toda su sabiduría, la extrae de él mismo para que la valore.
- Dios le da un mensaje a la mujer: ella es criatura de Dios, creada por Él.
La mujer es única: aunque fue diseñada de una costilla, fue formada por Dios con un propósito especial.
A. Dios le dice al hombre de diferentes maneras que ame lo que salió de Él. Que no dañe, humille, ultraje o lastime a la mujer para su propio beneficio.
B. Dios le da un mensaje a la mujer: el hombre que está a su lado es parte suya. Valóralo, ámalo y respétalo.
Si usas las herramientas que Dios te dio correctamente, puedes llegar a su corazón. Puedes alcanzar grandes cosas y hacer que ese hombre logre objetivos gigantes si sabes quién eres en Dios. Al final, son un equipo: él salió de Dios y tú de él.
Salmos 139:16 dice:
“Dios te hizo con dignidad e igualdad. Puso en ti todo lo necesario para que logres tu propósito.* No te compares con nadie. ¡Eres única!**
Dios te hizo y te dio:
- Habilidades: han venido de la mano que te formó.
- Personalidad: debes aceptarte tal como eres.
- Destreza: para que emprendas sin temor.
- Desarrollo: para demostrar lo que Él te ha dado de una manera única.
Para lograr todo esto, debemos reconocer estos aspectos:
- Estar dispuesta a cambiar.
- Estar dispuesta a mejorar.
- Estar dispuesta a empezar de nuevo, aprendiendo y comprometiéndote con Dios.
Si Él enseña algo nuevo, no es en vano. Cruza las barreras y obstáculos que se presenten en tu camino.
Entra en lo que Dios ya ha preparado para ti. Si para mejorar tienes que cambiar, hazlo. El crecimiento y la madurez requieren esfuerzo y sacrificio.
Cuidado con las influencias negativas
Hay amistades que no edifican, no levantan ni ayudan; más bien, estorban en tu vida. Rodéate de gente que te inspire, que te anime y te levante.
Busca personas que contribuyan a tu crecimiento como mujer y como persona. Rodéate de personas que vivan en la Palabra y crean lo que Dios dice sobre ti.
Recuerda que eres creación de Dios. Todo lo que nos rodea actúa como una semilla en nuestra vida. Si permaneces en la Palabra, darás frutos en el tiempo adecuado.
El lugar de igualdad y dignidad que Dios te ha dado te recuerda que fuiste creada para tener éxito en tu vida.
No importa tu lugar de nacimiento, tu condición social, si eres pobre o rica. Dios ya te vio como una vencedora muy valiosa.
¡Porque Él te hizo para la gloria de su nombre! ¡Aleluya!
Palabras finales
Espero que esta palabra bendiga a muchas mujeres. ¡Dios les bendiga en grande!
Después de trabajar durante siete años con mujeres que sufren abuso, me alegra ver los cambios que Dios está trayendo a tantas mujeres que han pasado por sufrimiento.
En Jesús hay restauración.
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Ministerio: Iglesia Internacional de Cristo
