Predicas Cristianas | El Maratón
La semana pasada discutimos que en muchas ocasiones nosotros nos damos por vencido muy rápido. También les dije que el ser Cristiano no es nada fácil. No es nada fácil porque en muchas ocasiones no estamos dispuestos o no queremos cambiar de la manera que somos. No estamos dispuestos a caminar en Cristo completamente, sino lo hacemos a nuestra manera. Esto es el error mas grande que podemos cometer, ya que de la manera que nosotros pensamos no es de la manera que Dios piensa. Y en muchas ocasiones, los caminos que nosotros escogemos no son los caminos que Dios tiene para nosotros. En nuestro caminar encontraremos dificultades, encontraremos momentos difíciles, pero siempre debemos mantener en mente nuestra meta. Hoy estaremos estudiando esto exactamente. Estaremos estudiando la meta de todo Cristiano y el peligro que existe en nuestro camino a ella. Busquemos ahora en la Palabra de Dios y veamos lo que el Señor quiere que sepamos.
1 Corintios 9:24-27 – ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero sólo uno lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25 Y todo aquel que lucha se disciplina en todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible; nosotros, en cambio, para una incorruptible. 26 Por eso yo corro así, no como a la ventura; peleo así, no como quien golpea al aire. 27 Más bien, pongo mi cuerpo bajo disciplina y lo hago obedecer; no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo venga a ser descalificado.
Antes de proceder permítanme compartir con ustedes un poco de historia. A mi me gusta hacer esto porque cuando conocemos la historia detrás de los libros de la Biblia, siempre podemos entender mejor lo que aconteció en ese entonces, y a la misma vez nos ayuda a entender como se aplica a nuestras vidas. Corintio era una ciudad cosmopolita principal, contaba con un puerto y un centro comercial destacado; era la ciudad mas importante en Acaya. También se caracterizo por estar llena de idolatría e inmoralidad. ¿Les suena conocida esta ciudad? Regresaremos luego a esta pregunta.
Lo que sucedió en ese entonces es que Pablo escucho de las cosas mal hechas que esta iglesia estaba cometiendo y les escribió esta carta ofreciéndole soluciones y enseñándoles como vivir en Cristo en una sociedad corrupta. Pero esta carta no fue solamente escrita a los creyentes de ese entonces, sino que es una carta muy importante para nosotros hoy en día. Les digo esto porque si nos ponemos analizar esta gran ciudad donde vivimos veremos que no es muy diferente a Corintio. Esta ciudad es una ciudad grande y muy importante. También tenemos que nuestra ciudad se encuentra llena de inmoralidad y idolatría. Les digo que estas dos ciudades no son muy diferentes. Solo tenemos que mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de la realidad.
Ahora, fíjense bien en la comparación tan interesante que Pablo hace aquí acerca de los creyentes. El nos compara con atletas, nos compara con personas corriendo en un estadio. ¿Que cosa mas interesante verdad? La primera vez que leí esto les puedo decir que no entendí lo que Pablo estaba diciendo. Pero después de mucha oración recibí este mensaje que comparto con ustedes en el día de hoy.
Si nos ponemos a pensar en lo que el nos esta diciendo aquí veremos que tiene mucho sentido. Analicemos esto bien de cerca para que vean de lo que les hablo. ¿Cuantos aquí han visto los maratones de Nueva York? Les puedo decir que yo no soy un aficionado de los maratones, pero si los he visto en varias ocasiones. He visto miles de personas que se apuntan en este gran concurso de carreras y corren creo que son veinte millas sin descansar.
Pero estas miles de personas no se apuntan en el concurso con el mismo propósito. Si existen muchos que quieren ganar, que quieren llevarse el premio de primer lugar, pero también existen muchos que lo único que quieren es poder llegar a la meta para decir que corrieron en el maratón. Lo que sucede muy a menudo es que la gran mayoría de estas personas nunca llegan a la meta porque no se han entrenado debidamente y no han tomado el tiempo de practicar.
Estoy seguro que si le preguntáramos a uno por uno ¿por que no pudieron terminar? o ¿por que no se entrenaron debidamente? el 99% de ellos dirían que fue porque no tuvieron el tiempo de hacerlo. Les pregunto, ¿es esto muy diferente a el pueblo de Dios? Les digo que esto no es muy diferente porque en el pueblo de Dios existen muchas personas iguales a la mayoría de personas en ese maratón.
En el pueblo de Dios existe un gran numero de personas que comienzan a llevar una vida Cristiana, que comienzan con la mejores intenciones, pero no toman el tiempo necesario para prepararse debidamente. Y les puedo decir que el 99% de estas personas siempre dice lo mismo, “no me alcanza el tiempo.”
Es por eso que en muchas ocasiones vemos una gran cantidad de sillas vacías en los servicios. Es por eso que en muchas ocasiones vemos la ausencia de nuestros hermanos y hermanas en las actividades de la iglesia. En otras palabras lo que estamos viendo es que el enemigo con su astucia engaña y entretiene a las personas con las cosas de este mundo. El hace esto porque el sabe que si nos puede mantener entretenidos y engañados no podremos servir a Dios debidamente. Permítanme darles un ejemplo para que puedan entender bien lo que les digo.
Digamos que ahora nosotros apartamos a un lado tiempo para orar o estudiar la Palabra de Dios. ¿Que sucede con mucha frecuencia? en ese tiempo que queremos estar a solas con nuestro Padre celestial es cuando empezamos a ser atacados por el enemigo. Nos ataca de una manera que en muchas ocasiones no nos damos cuenta que somos atacados. Empezamos a leer la Palabra o empezamos a orar, y de momento suena el teléfono.
Lo normal y lo que hace la gran mayoría de las personas hacen es el dejar lo que están haciendo y contestar. O quizás sea que en el momento que escogimos para Dios llegue una visita a nuestras puertas, o nuestros hijos o hijas nos interrumpen para hacernos una pregunta o para decirnos que hay un programa bueno en el televisor. Puede ser que nuestras esposas o esposos deseen discutir algún evento ocurrido en el día.
En si pueden ser muchas las cosas, pueden ser tantas que si nos pusiéramos a dar ejemplos de todas no tuviéramos para cuando acabar. Pero lo que todos estos ejemplos tienen en común, el propósito de todas estas cosas que nos suceden tan a menudo no es mas nada que un ataque del enemigo. Estas son cosas que todos nosotros debemos reconocer y reprender en el nombre de Jesús. Tenemos que reconocer que el enemigo nos quiere tener tan preocupados con las cosas de este mundo porque el no quiere que sirvamos a Dios. El no quiere que el Reino de Dios se expanda aquí en la tierra.
No podemos permitir que el enemigo entre en nuestras vidas y que no le veamos entrar. Si, no le veamos entrar. Esto es algo que sucede muy a menudo; el entra de tal manera, el entra de una manera tan insignificante que no le vemos entrar. El entra para distraernos y de esa manera separarnos de Dios. Esto es algo que no podemos permitir, esto es algo que tenemos que reprender, es algo que tenemos que aprender a reconocer. Ninguno de nosotros aquí seremos libres de estos ataques, ninguno de nosotros aquí somos la excepción. Todos seremos y somos atacados de la misma manera, pero algunos de nosotros le podemos reconocer.
¿Por que lo podemos reconocer? Porque hemos tomado el tiempo adecuado para entrenarnos, porque no nos dejamos engañar o entretener por ese demonio mentiroso. Hermanos, una persona que no toma el tiempo de conocer a Dios, que no toma el tiempo de leer y estudiar Su Palabra, es una persona tal como la gran mayoría de personas en un maratón.
Es decir son personas que han entrado en ese concurso solo para poder decir que estuvieron en el concurso y nada mas. El pueblo de Dios esta lleno de personas que actúan de esta manera. Las iglesias están llenas de personas que no han reconocido los ataques del enemigo. Están llenas de personas que nunca lo reconocerán simplemente porque no toman el tiempo de entrenarse debidamente. Desafortunadamente, las iglesias están llenas de personas que tal como las personas en el maratón, nunca llegaran a la meta. Nunca alcanzaran nuestra meta cual es el cielo. Es por esa razón que vemos esta advertencia tan poderosa en:
Efesios 5:15-17 – Mirad, pues, con cuidado, cómo os comportáis; no como imprudentes sino como prudentes, 16 redimiendo el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino comprended cuál es la voluntad del Señor.
Esta advertencia aquí es algo que todos debemos mantener muy en mente. Debemos tener mucho cuidado porque tal como dice aquí, “los días son malos.” El enemigo no descansa en su tratar de separarnos de Dios. Los ejércitos de la tinieblas no descansan en su ataque al Pueblo de Dios. Todo lo que tenemos que hacer es mirar a nuestro alrededor y podemos ver la evidencia. En muchas ocasiones en el propio pueblo de Dios cuando miramos a nuestro alrededor vemos que nuestra juventud se esta perdiendo a las drogas, el alcohol, la fornicación, la idolatría, la violencia. Cuando miramos a nuestro alrededor vemos que matrimonios son destruidos por causa del adulterio.
En si podemos mirar a nuestro alrededor y como les dije previamente ver la evidencia de los ataques del enemigo. ¿Por que están sucediendo estas cosas? No están sucediendo por casualidad, no están sucediendo porque son cosas normales común y corrientes. Están sucediendo porque en muchas ocasiones el Pueblo de Dios no se prepara, el pueblo de Dios no se entrena.
Sucede porque en muchas ocasiones estamos tan preocupados con el ganar mas dinero, o con el obtener mas posesiones materiales, que con el venir a Su templo y alabar y bendecir Su santo nombre. En otras palabras estamos entretenidos y engañados por ese demonio mentiroso. No podemos permitir bajo ninguna circunstancia que esto nos suceda, no podemos permitir que el enemigo nos aparte de la gloria de Dios.
Fíjense bien como dice aquí: “Por tanto, no seáis insensatos, sino comprended cuál es la voluntad del Señor.” Tenemos que comprender cual es la voluntad de Dios en nuestras vidas. Tenemos que buscar mas de El. Esto nos dice claramente que nuestro deber como Cristianos, que nuestro deber como el pueblo de Dios que somos, es de saber que es lo que tiene Dios para nosotros. Hermanos solo existe una manera de saber lo que Dios tiene en mente con nuestras vidas. La única manera que podremos entender lo que Dios tiene para nosotros es conociendo a Dios. De la única manera que recibiremos las bendiciones que El tiene reservadas para nosotros es tomando el tiempo, el apartar ese espacio en nuestras vidas para dedicárselo solo a El.
Para concluir. A nuestras vidas siempre llegaran ataques, siempre seremos probados, pero nuestra fe no pude fallar. Como el pueblo de Dios que somos tenemos que estar preparados en todo momento para defendernos cuando estas cosas sucedan. No podemos permitir que nada ni nadie nos separe de la gloria de Dios. Tenemos que reconocer estos ataques, tenemos que mantenernos siempre alerta a todo lo que nos pueda alejar de la presencia de Dios.
Todos aquí estamos en el mismo maratón, todos queremos correr hacia la meta cual es el cielo. Pero el problema esta en que no todos llegaremos a la meta, no todos estamos tomando el tiempo de prepararnos. En el pueblo de Dios tiene que haber un gran despertar, tiene que haber una gran convicción. No podemos permitir que las cosas de este mundo, que la preocupaciones nos alejen de Dios. Todo esto hay que reconocerlo por lo que es, hay que reconocerlo como ataques del enemigo.
Reprendamos estas cosas en el nombre de Jesús. Reprendamos estas cosas con la autoridad que El nos ha dejado aquí en la tierra. Estamos en camino al cielo, nuestra meta es de estar ante la presencia de nuestro Padre celestial. Entrenémonos debidamente para que nunca le fallemos, entrenémonos para que no nos quedemos a mitad del camino, sino lleguemos a la meta con alegría y sin dificultad.
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