El Afán y la Ansiedad

Jose Duanys Gutierrez

El afán y la ansiedad

El Afán y la Ansiedad

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Predicas Cristianas | El Afán y la Ansiedad

Lectura Bíblica de Hoy: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.Mateo 6:25-34

Introducción

Vivimos en un mundo donde las demandas del diario vivir nos pueden llevar a tener una vida afanada bajo la tensión de la ansiedad. Nuestra atención mental es dividida y fragmentada en varias direcciones a la misma vez. Nuestro enfoque es desorientado y desviado a causa de las varias distracciones que se presenta a nuestras vidas. Vivimos en una época moderna y disfrutamos de avances en la tecnología y comodidad, pero estos avances nos han costado un precio.

Uno de los peligros que enfrentamos como hijos de Dios es el afán. El afán es una amenaza al avance espiritual de nuestras vidas. Tanto como nuestro Señor Jesús Cristo, y el Apóstol Pablo, nos advirtieron sobre el afán.

La Biblia describe el afán como aquellas cosas que causan ansiedad en nuestras vidas. La Real Academia Española define el afán como un esfuerzo o empeño grande. El afán pone un peso de responsabilidad sobre nuestros hombros que solo le pertenece a Dios. El afán requiere que nosotros dependamos de nuestros esfuerzos y quiere desarrollar un espíritu de autosuficiencia en nuestra mente y corazones. El afán es egoísta y desea tomar el lugar de la soberanía de Dios en nuestras vidas.

Como Hijos de Dios debemos dejar nuestras cargas, y necesidades en las manos de aquel que lo provee todo y que sabe todo lo que necesitamos. Confiemos porque Él es Dios  no se le escapa ningún detalle de nuestras vidas. 

Proposición: El afán y la ansiedad son actitudes que nos desenfocan del propósito soberano que mueve el propósito de Dios al proveer para  nuestras necesidades.

I. El afán y la ansiedad nos neutraliza y no hace olvidar que nuestro Dios el Creador de todo

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?” (verss. 25-27)

Jesús está describiendo como Dios cuida y sostienen su creación. Dios conoce toda nuestra vida y con ella nuestras necesidades sean grandes o pequeñas. Por mucho que nos preocupemos y estemos ansiosos por lo que nos falta, esa actitud no suplirá nuestras necesidades.

Es la confianza en Dios y creerle de todo corazón en que Él proveerá, lo que hace mover la mano de Dios para bendecirnos y suplirnos.

Por mucho que no preocupemos y nos afanemos por obtener lo que necesitamos, esto no añadirá ningún beneficio, al contrario nos preocuparemos cuando ya Dios sabe lo que necesitamos y Él lo tiene en Sus manos para bendecirnos.

La Palabra de Dios nos muestra como Dios ha bendecido a Su pueblo y provisto en medios y en lugares donde el hombre no ha podido alcanzar nada. Para Dios no hay nada imposible.

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Filipenses 4:19 

II. El afán y la ansiedad reducen nuestra confianza y fe en la provisión de Dios. 

Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?” (verss. 28-30)

Mientras el hombre con hambre se desespera por conseguir el alimento, Jesús quiere enseñar a sus seguidores que el hombre es de más valor que todas las riquezas del mundo. Jesús no enseña que no debamos ocuparnos por las cosas materiales o que no debamos pensar nunca en nuestro futuro sin tomar precauciones.

Algunos piensan que “vivir por fe” excluye cualquier tipo de prevención para el futuro. La misma ilustración del Señor de las aves que no han de limitarse a estar posadas en las ramas de los árboles, sino que tienen que ir en busca de su alimento indica que debe existir una actividad para poder alimentarse.

Una cosa es ocuparse y otra es afanarse (Filipenses 4:6-7). “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas todas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

El afán y al ansiedad nos hace dudar en que Dios provee para cada una de nuestras necesidades. Confiar en el poder y tener la seguridad de que Dios tiene el control de nuestras vidas, nos da la seguridad en el poder de Dios.

Una fe activa mueve la mano de Dios para provisión de sus Hijos. Nosotros debemos creer y Dios hará el resto.

III. El afán y la ansiedad nos desenfoca del verdadero propósito de Dios para nuestras vidas.

No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” (verss. 31-34)

Los problemas siempre conducen a la desconfianza de Dios por sus hijos. 

Este es el pecado fundamental de los israelitas, Dios los había preparado, pero dudaron de que Dios proveería alimento y sustento y desconfiaron que Él, les daría la victoria al entrar a Canaán. Su desconfianza los llevó a caminar cuarenta años por el desierto. Lo que podía haber sido semanas, se convirtió en cuarenta años. La desconfianza los llevó a perder esa bendición.

Jesús nos está desafiando a poner nuestras necesidades en la prioridad correcta, buscad el Reino de Dios y su justicia, poner el reino en primer lugar no significa que los que haceres de la vida y las necesidades se evaporaran  como el rocío de la mañana. Jesús dice: “buscad primeramente” el Reino». 

Sería una falta de responsabilidad no tomar las precauciones razonables para el bien de nuestra familia (por ejemplo, tener fondos de emergencia ahorrados, almacenar comida para los tiempos de emergencia, tener velas y lámparas en caso de falta de electricidad, etc.…). Pero esas precauciones no deben consumir nuestra vida

Debemos dejar que Dios sea Dios y que su provisión sea realmente una bendición para nuestras vidas.  No dejemos que las necesidades y todas aquellas cosas que nos faltan consuman nuestras vidas. 

Conclusión

El afán y la ansiedad son dos actitudes inseparables. Una nos lleva a la otra. Lo cierto es que ellas nos desestabilizan y nos desenfocan impidiendo confiar y esperar con seguridad en las promesas de Dios y  en el cuidado y provisión para su pueblo.

Confiemos de tal manera y tengamos la seguridad de que en todo momento Dios suplirá nuestras necesidades porque nos ama y tiene cuidado de nosotros.

© José Duanys Gutierrez. Todos los derechos reservados.

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Rev. Jose Duanys Gutierrez
Autor

Jose Duanys Gutierrez

El Pastor Jose D. Gutiérrez creció en el seno de una familia humilde y de muy buena educación. Conoció al Señor en su adolescencia, entregándole su vida a Dios. Fue bautizado en la Iglesia Bautista de su pueblo natal, sintió el llamamiento de Dios de una forma especial al ministerio pastoral. En el 1999 ingresó en el Seminario Teológico Bautista de La Habana. En el 2003, contrajo matrimonio con María Elena, su amada esposa y en el 2004 se graduó yendo a servir durante cinco años a Pinar del Rio, la parte más occidental de Cuba. En mayo del 2010 emigró junto a su esposa a los Estados Unidos donde han servido al Señor durante los últimos ocho años. Han sido pastores en Miami. Carolina del Norte y ahora, desde junio de 2018 en la Iglesia Bautista “Hay Vida en Jesús” en la ciudad de Orlando, Florida. También sirvió como pastor, misionero, plantador de iglesias y profesor del Centro de Capacitación Bíblica para Pastores. (C.P.I), Golden Gate Seminary y Miami Bible College. Posee una Licenciatura en Teología, Estudios en Ciencias Bíblicas y una Maestría en Estudios Teológicos. Le gusta leer, cocinar y pescar.

2 comentarios en «El Afán y la Ansiedad»

  1. Gracias por la bendita palabra de Dios, poder compartir los testimonios y las verdades del evangelio de Cristo me inspira a seguir sirviendo con amor y fe, Dios les bendiga por su ayuda

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