Predicas Cristianas | No Juzgues Hipócritamente
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: “No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. 6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.” (Mateo 7:1-6)
Introducción
Como todo lo que hemos venido compartiendo acerca del Sermón del Monte. Jesús está enseñando la manera en que los creyentes deben comportarse y vivir a la altura de la verdadera justicia. No una justicia basada en el criterio humano, sino más bien en la verdadera justicia de Dios que supera los conceptos e ideologías del hombre y que promueve este mundo.
El pasaje de hoy es uno de estos pasajes mal interpretado y mal enseñados de las Escrituras.
Para muchas personas en la iglesia, este texto se ha convertido en la defensa automática ante la crítica y la confrontación. En algún momento, los creyentes decidieron que un discernimiento cuidadoso y el amor ágape son diametralmente opuestos; ese juicio es siempre una amenaza para nuestra unidad en Cristo. Y sin tener en cuenta la calidad o el contenido de la exhortación, demasiados cristianos rápidamente extraen Mateo 7:1 como una tarjeta multiusos libre de: “No juzguéis para que no seáis juzgados.”
Proposición: El juzgar a los demás puede ser muy peligroso cuando carecemos de discernimiento y humildad al hacerlo.
Evaluar nuestro comportamiento y el comportamiento de los demás a la luz de la Palabra de Dios ayudara a transformar aquellas cosas que necesitamos cambiar para agradar a Dios y ser mejores Hijos.
I. No Juzgues
“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido”. (verss. 1-2)
¿Qué es lo que realmente estaba enseñando Jesús en esta ocasión cuando prohibía a sus discípulos el juzgar? ¿Es prohibido que los superiores juzguen a sus subordinados para evaluar su desempeño? ¿Es prohibido señalar los errores de aquellos que dañan al pueblo de Dios? ¿Es prohibido que los juzgados estatales juzguen y emitan sentencia contra los malhechores?
Claro que no. Más bien Jesús advierte el hecho de juzgar los errores de los demás de manera irresponsable y hace la mención que con la misma severidad que juzguemos, en esa misma medida seremos juzgados por otros.
La práctica de juzgar a los demás debe hacerse con mucha sabiduría y misericordia porque si somos severos Dios nos tratara de la misma manera:
II. Juicio sin misericordia
“Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio”. Santiago 2:13
También el apóstol Pablo exhortaba a los creyentes a no ser duros con aquellos que han sido encontrados en pecados, para que no fueran juzgados duramente, sino con humildad y consideración:
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”. Gálatas 6:1
Por tanto, si emitimos juicio, este debe estar acompañado por la misericordia y la humildad, considerando a aquellos que comenten el error, y jamás tiene que ser una crítica destructiva que menoscaba la dignidad de la persona, porque si no, con esa misma medida con que medimos seremos medidos.
III. Juzgad con justo juicio
“¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”. (verss. 3-5)
Nuestro Señor hace uso de esta figura literaria para conducirnos al verdadero significado de sus palabras. Su verdadero énfasis está en observar nuestros propios errores antes de ver el de los demás. El condena a aquel que mira la paja que está en el ojo de su hermano y no considera la viga que está en su propio ojo. Lamentablemente el hombre tiende a criticar los errores de los demás, sin considerar los suyos propios. En la Biblia encontramos algunos ejemplos de esta conducta:
A los creyentes se les advierte contra juzgar a los demás en forma injusta o parcial, pero Jesús elogia el “juicio justo” (Juan 7:24) “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.“
Debemos discernir (Colosenses 1:9) “Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual“
Debemos predicar todo el consejo de Dios, incluyendo la enseñanza de la Biblia sobre el pecado. (2 Timoteo 4: 2). “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.“
Debemos enfrentar con mansedumbre a los hermanos o hermanas en Cristo que se han desviado (Gálatas 6: 1). “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.“
Debemos practicar la disciplina de la iglesia (Mateo 18:15-17) “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.“
Decir la verdad en amor (Efesios 4:15). “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,“
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