Derribando barreras de pecado

Guillermo Hinojosa Salgado

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Derribando la territorialidad de Satanás

Derribando barreras de pecado

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Tus pecados te son perdonados” Jesús entonces les menciona esto. Veamos la reacción de cada uno.

  • Los discípulos: “Éste interrumpe al maestro, y él le perdona sus pecados”.
  • El dueño de casa: “Mira me está destruyendo el techo, y no le llamas la atención.”
  • Los amigos: Los dos amigos que quedaron arriba le preguntaron a los otros dos que habían bajado: ¿Qué dijo? -Tus pecados te son perdonados. – Uh, nosotros lo trajimos para que lo sanara.
  • Los fariseos: ¿Quién es este habla blasfemias? Sólo Dios puede perdonar pecados.  En esto tenían razón, solamente Dios puede perdonar pecados.  Lo que ellos no habían entendido es que Jesús es Dios, y tiene poder para perdonar pecados.  Por lo tanto no era blasfemia.

El pecado impide la sanidad

Pero Jesús sabía lo que estaba haciendo: El pecado impide la sanidad, es un estorbo, una barrera., es una pared que no permite un milagro en la vida de quien lo necesita. Había que derribar esa muralla para construir un puente entre Dios y el hombre. Había que perdonar los pecados primero, para que este hombre fuera sanado.

En nuestras propias vidas: Probablemente no tengamos un problema de parálisis física, pero nuestra parálisis puede ser una relación de familia, un problema económico, alguna enfermedad, un estado depresivo, un desánimo, cual sea nuestra situación o problema, necesitamos tener este encuentro con el Señor Jesucristo. 

Al confesar nuestros pecados, permitiremos que Dios nos bendiga, y levante la afrenta en la que hemos estado todo este tiempo.  La verdad es que el Señor quiere bendecirnos, pero nosotros levantamos barreras, Cristo quiere ser el puente de tu bendición.

El pecado no solamente es robar o matar.

Pecado es todo aquello que ofende la santidad de Dios. La inmoralidad, la pornografía, la mentira, el orgullo, la envidia, el enojo, el resentimiento, la amargura, la falta de perdón, las murmuraciones, el amor al dinero, y tantas otras cosas que desagradan a Dios, deben salir de nuestras vidas.

El proceso es el siguiente:

  • Reconocer que hemos ofendido a Dios.
  • Confesar en SU presencia nuestro pecado por su nombre.
  • Arrepentirnos.
  • Pedir su perdón. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9
    – Renunciar. Esto es, decidir nunca más volver a pecar.

Recuerda lo que el Señor Jesucristo le dijo a la mujer adultera:

Ni yo te condeno; vete, y no peques más.Juan 8:11

© Guillermo Hinojosa Salgado. Todos los derechos reservados.

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Guillermo Hinojosa Salgado
Autor

Guillermo Hinojosa Salgado

Desde 1978 sirvo al Señor. Le conocí en la hermosa ciudad de Valparaíso - Chile. EL me ha dado la oportunidad de predicar su Palabra en Argentina, México, Estados Unidos y Chile. Actualmente soy profesor de Teología, Homilética y Hermenéutica en el Centro de Estudios Teológicos de Las Asambleas de Dios en Viña del Mar - Chile. PHONE: +56-9 9719 0417 MAIL: [email protected] https://youtube.com/c/GuillermoHinojosa19551124

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