7. Construir altares le recordaba que Dios era el centro de su vida, cada vez que edificaba un altar le ayudaba a recordar lo que Dios desea, le impulsaba a obedecerle. Deberíamos imitar a Abraham, convertirnos en edificadores de altares en cada circunstancia de nuestra vida
8. Él primer altar que edificó Abraham fue en el encino de More en Siquem. More significa lluvia temprana y Siquem, cargar sobre la espalda de un hombre o de una bestia. Aquel altar representaba la lluvia temprana de su primer encuentro con Dios.
Nuestros primeros encuentros con Dios son llenos de expectación, entusiasmo, de emoción por las promesas, esa es la lluvia temprana. A la misma vez se colocaba un gran peso de responsabilidad y demanda en la vida de este hombre, obedecer no sólo en medio de la lluvia temprana sino en los próximos años que vendrían.
9. Ya había salido conforme a la orden de Dios, había llegado a Canaán, vio que el cananeo estaba en la tierra pero Dios le afirma que esa misma tierra será de él, ante esa afirmación, Abraham levanta el primer altar, el de la fe sencilla, el de la confianza absoluta en lo que Dios ha dicho.
III. Abraham continúa su recorrido por la tierra y llega a un lugar entre Betel y Hai, y allí edifica el segundo altar
1. Betel significa Casa de Dios y Hai significa Ruina, Escombros, Montón, con el sentido de estar revueltos, volteados.
2. En medio de tu caminar cristiano en pos de las promesas que Dios te ha dado, en pos del propósito por el cual existes, te puedes encontrar como Abraham, entre la Casa de Dios y los Escombros o la Ruina.
Miras al occidente y ves la Casa de Dios, ves a Dios en ella, moviéndose, ves que todavía hay esperanza, ves que Él es fiel, ves que Él fue quien inició todo, ves que Él fue quien te llamó, quien te prometió. Del occidente sale el sol, tus esperanzas y tu confianza se renuevan.
3. De pronto miras al oriente, lo que ves son escombros, todo revuelto, pareciera que nadie puede componer ni arreglar lo arruinado que contemplas a tu alrededor. Él futuro parece incierto, las promesas no se materializan, lo que ves es el ocaso, llegando la oscuridad, poniéndose el sol otra vez.
4. Te paras en el medio, al occidente está Betel, al oriente está Hai, ¿qué vas a hacer? Haz lo que hizo Abraham, ¡edifica un altar en medio de los dos e invoca Su nombre!
5. Este segundo altar es edificado en medio de lo incierto, en medio de la incertidumbre, del cómo, del cuándo. En este segundo altar Abraham sacrificó sus dudas, sus incertidumbres e interrogantes y siguió su camino. Es lo mismo que tú y yo tenemos que hacer, sacrificar nuestros interrogantes y continuar hacia la promesa.
6. En Génesis 13:4 Abraham vuelve a ese segundo altar después del incidente en Egipto con Faraón en el que miente acerca de Sara.
Hace un recorrido de vuelta y llega al altar entre Betel y Hai, retorna al lugar de la incertidumbre y vuelve a invocar el nombre de Jehová. Esta vez no edifica un altar, ya había uno, va allí a recordar, dar gracias y adorar. En medio del recorrido ha sido bendecido y prosperado a pesar de sus errores y faltas.
7. Hay momentos en que debemos retornar al lugar donde una vez edificamos un altar y allí recordar la fidelidad de Dios para con nosotros. En nuestro peregrinar y en medio de nuestras faltas, malas decisiones y pecados es necesario volver al altar que antes habíamos edificado y restaurar allí nuestra comunión con Dios.
hoy en dia no existe el altar se sustituye un grupo de adoracion dirigiendose hacia la gente para dar tentacion, vanidad y robando el verdadero culto y adoracion a dios,
Que hermoso Dios le siga dando de su Santo Espiritu en abundancia
Que impactante estudio! Estudios así valen la pena leer pues afecta el alma y llega su Palabra hasta el tuetano. Dios le continue bendiciendo.
Que bendición tener estudios como este que nos abre el entendimiento y nos motiva a edificar altares de adoración a su nombre.