¿Por qué digo esto? Porque…
Todo lo que no nace de amor, se percibe como algo mecánico… por obligación….
Ocurre en la vida secular y en la Iglesia, en las cosas de Dios también.
Ha ido alguna vez a un negocio donde el vendedor o el que atiende, pareciera que no quiere estar haciendo lo que hace? Cuál es la sensación que le produce estar ante alguien que no atiende bien?
Lo primero que uno piensa es: esta persona no tiene ni la menor intención de estar donde está ni ama lo que hace…
De igual manera el Espíritu Santo al mirarnos percibe si nuestro actuar para Dios es con amor o no.
El Señor es el mismo hoy, ayer y por los siglos….
Y así como el Espíritu Santo necesitó hacérle notar a la Iglesia en Efeso que estaban haciendo las cosas sin amor, y que debían rever esa actitud, de la misma manera hace hoy con la Iglesia de Cristo.
La Iglesia de Efeso debía re-ver su pasión desganada y volver a tener un amor fresco y espontáneo hacia Dios que la hiciera revivir.
Nosotros, Iglesia, igual. El precepto bíblico de amar al Señor nuestro Dios, con todo lo que somos, con todo lo que pensamos y con todas nuestras fuerzas… no ha cambiado…
Sólo volviendo amar a Dios con frescura, hará que lo que hagamos sea agradable ante sus ojos, y la iglesia se perciba viva y apasionada.
Alguien escribió 10 diferencias entre una iglesia apasionada y una iglesia desganada…
Es interesante cómo en pequeñas cosas podemos mostrar amor por Dios de verdad…
Diez diferencias entre una iglesia apasionada y una iglesia desganada
1. La iglesia apasionada está llena de personas con la Biblia en su mano. En la desganada nadie lleva su Biblia.
