Esperando siete veces

Naamán se enojó… hoy diríamos se agarró una bronca de novela! … lo cual lo cegó, pues no prestó atención al beneficio que obtendría al hacer lo que el profeta Eliseo le estaba indicando… ¡se sanaría de su lepra!

Naamán no estaba para nada dispuesto a esperar 7 veces para que pase lo que él requería del Dios de Israel y que le fue dicho por su profeta…

No pasa hoy igual? Cuántas veces Dios ha enviado sus mensajeros con palabras de fe, de solución, de avance, de sanidad, de prosperidad…. pero no se recibe nada por estar esperando que el Señor opere al modo que cada uno se imaginó….

Si se es honesto, la mayoría de las veces ocurre esto…

Tal ocurrió con Naamán… tal ocurre con el cuerpo de Cristo en este tiempo…

 No se quiere esperar nada. La impaciencia puede más que la perseverancia… y muchos se terminan enojando por no querer hacer las cosas al modo de Dios.

Los criados hacen entrar en razón a Naamán… si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿cuánto más, diciéndote: lávate y serás limpio?

Bendito sea Dios, que siempre tiene a la mano gente cuerda que hace entrar en razones a más de uno en muchas ocasiones!

Dios tuvo esa gente con Naamán; la tiene también por estos días en la Iglesia… esos hermanos/as en Cristo sabios que con palabras de sabiduría apacientan y traen bendición (todo lo contrario que hacen los chismosos, murmuradores, fomentadores de división, calumniadores que hablan de otros y enferman más)

Esos…líderes, pastores que apacientan y que infunden fe es a quienes se necesita escuchar cuando la Palabra de Dios respecto a algún asunto que importa, enoja.

  • 7 veces Naamán debió procurar su sanidad.
  • 7 zambullidas al Jordán Naamán tuvo que hacer esperando ser limpio de su lepra.
  • 7 tiempos de paciencia acontecieron entre la promesa de sanidad y su concreción.
  • 7 en la Biblia es un número perfecto. Pienso que no es casual  esta orden del profeta Eliseo.

Había un tiempo “perfecto”…. una hora de Dios justa para que el milagro finalmente llegase.

Naamán lo tuvo que aceptar y esperar, perseverando en lo que hacía.

De igual forma, el creyente puede conocer que Dios jamás se retrasa. El llega “a tiempo” y a “sus tiempos”, para dar respuesta al clamor de sus hijos/as que recurren a él.

Dios oye la oración: Jeremías 33: 3

Y al igual que Naamán, al creyente entonces le queda aceptar y esperar ese tiempo y perseverar en su fe… aunque eso signifique estarse esperando 7 veces!

  • 7 veces esperando… mientras Dios moldea el orgullo y el carácter
  • 7 veces esperando… mientras Dios prepara el tiempo propicio para la respuesta
  • 7 veces esperando… confiando en Dios y en sus promesas, plenamente convencido que Dios es capaz de hacer todo lo que prometió
  • 7 veces esperando … expectante si el milagro no llega de un momento al otro
  • 7 veces esperando…. con fidelidad a Dios

Dice Ro. 4: 17-22 respecto de Abraham… que él creía que da vida a los muertos y llama las cosas que no son como si fuesen…  y que además creyó en esperanza contra esperanza (esperando 7 veces!)…. y no se debilitó en su fe al ver su circunstancias… ni dudó siendo incrédulo de la promesa de Dios… sino que se fortaleció en su fe, dando gloria a Dios (canto de alabanza)…. sabiendo que Dios haría para él, el milagro de un hijo propio con Sara su mujer.

La pregunta que cabría aquí seria: ¿por qué no imitarlo?

La Biblia también enseña en Jeremías 29:11  que Dios sabe los pensamientos que tiene acerca de sus hijos/as que confían en él… pensamientos de paz, y no de mal, para dar finalmente el fin que se espera

Entonces…. la otra pregunta aquí seria: ¿por qué no aceptarlo?

Naamán comprobó, experimentó que confiar en Dios y esperar en él fue algo provechoso para su salud, pues se sanó completamente. (vs. 14: su carne se volvió como la carne de un niño y quedó limpio)

Dios no hace las cosas a medias… el hace bien TODO

Hermanos/as: pueden creer con fe en esto?

Conclusión:

En la intro les mencioné del bambú japonés… que tarde en crecer 7 años, echando raíces, para luego dar a luz el árbol.

Les hice considerar también la historia bíblica de Naamán, que 7 veces debió esperar hasta ver cumplido su milagro

Y me propuse que esta Palabra ministre a los bajoneados por diversas causas…. de manera que puedan levantarse de su aflicción… con fe.

Dios siempre responde a la oración. A veces la respuesta es sí, a veces es no… y a veces es sí, pero no ahora ó no ahora, sino más adelante…

Como fuese, jamás un hijo/a suya se quedará sin respuesta de su parte.

Hoy quiero desafiarte a que no permitas que tus propias ideas de cómo debe obrar el Señor en tu circunstancias, te quiten tu sanidad, tu liberación, tu prosperidad, tu serenidad.

Quiero con el desafío también animarte a que confíes en Dios y dejes que él haga las cosas como él sabe hacerlas…

Pues si eso haces… entonces verás a Dios actuando poderosamente sobre tu vida…

Hasta aquí hablé yo. Ahora te toca a ti, dejarlo a Dios obrar… a su manera. ¿Lo harás?

Amén.

© Daniel Caramutti. Todos los derechos reservados.

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