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Ponle pies a tus sueños – Bosquejos Cristianos

Bosquejos Biblicos

Bosquejos Biblicos Texto Biblico: Juan 5: 1-9

INTRODUCCIÓN:

Cuando Dios decidió enviarnos al mundo, lo hizo depositando sus sueños en nosotros, para que lo hiciéramos realidad. Para eso nos equipó de los instrumentos necesarios, las circunstancias el tiempo para lograr este objetivo. En el Tribunal de Cristo sabremos si cumplimos o no este encargo y daremos el verdadero valor de nuestras vidas. El presente mensaje nos ayudará a alcanzar este propósito.

PROPOSICIÓN: Debemos hacer realidad los sueños de Dios en nuestras vidas.

PREGUNTA SERMONARIA: ¿Cómo podemos hacer realidad los sueños de Dios en nuestras vidas?

ORACIÓN DE TRANSICIÓN: Podemos hacer realidad los sueños de Dios en nuestras vidas, realizando las siguientes acciones.

1. Podemos hacer realidad los sueños de Dios en nuestras vidas, evitando la postergación (Juan 5:3-5).

Había una multitud de enfermos esperanzados en un milagro que se producía de cuando en cuando, entre ellos ciegos gente sin visión que caminan a tientas nunca llegan a nada, cojos se desvían tienen pecados ocultos, los paralíticos soñadores que no hacen nada para lograr sus sueños. Entre ellos había un paralítico que esperaba 38 años.

Todos estamos tras un milagro, un toque de suerte, esperamos que las cosas sucedan, en vez de hacer que las cosas sucedan. El milagro ya ocurrió en nuestras vidas, tenemos todo lo necesario para lograr nuestros sueños, pero debemos evitar la postergación, que solo genera crítica en nosotros cuando otros logran o tal vez nuestra vida se convierte en aburrimiento.

Ante la crisis se responde inicialmente con el pánico que es normal, pero pasa y nos quedamos en la inercia y el problema aunque no resuelto ya no nos molesta y no hacemos nada para solucionarlo. En Deuteronomio 1: 6b, Dios les increpa a los israelitas que han estado ya demasiado tiempo en Horeb, es hora de conquistar, el Canaán los espera.

¿Cuántos años estamos esperando que suceda los sueños que tienes, el proyecto que tienes? Es necesario ponerlos en marcha.

2. Podemos hacer realidad los sueños de Dios en nuestras vidas, asumiendo nuestra responsabilidad (Juan 5: 6-7).

Jesús le dijo al paralítico ¿Quieres ser sano?, él contestó con excusas, le dio las razones por las que estaba enfermo y no se sanaba. El borracho echará la culpa a la existencia del alcohol, como el deprimido lo hará con sus circunstancias.

Debemos dejar de hacernos víctimas de las circunstancias y asumir la responsabilidad de nuestra vida, nosotros y solamente nosotros somos los autores de nuestra felicidad, desgracia o fracaso. Cuando dejamos de inculpar comenzamos a madurar y solo los maduros son responsables: “Si va ha ocurrir será porque yo lo haré”.

A Gedeón Jehová le dijo: Tú con tus fuerzas salvarás a mi pueblo (Jueces 6: 14). La historia se engalana de gente como Hellen Keller y otros minusválidos que vencieron sus deficiencias y lograron vencer las circunstancias..

3. Podemos hacer realidad los sueños de Dios en nuestras vidas, poniéndole pies a nuestros sueños (Juan 5:8-9)

Jesús le dijo al paralítico: Levántate, toma tu lecho y anda. Es tiempo de poner en acción los sueños, paso a paso día a día, conquistando oportunidades para ese logro, levantarnos de nuestra depresión, tomar nuestro pasado, romper con ellas para no volver, tirar la silla de ruedas porque vamos a caminar sin ellas y caminar un día a la vez.

El ayer ya es historia, el mañana es incierto todo lo que tenemos es el hoy por eso es presente pues es el regalo de Dios para aprovecharlo, comienza a confeccionar esa obra que haz soñado, a componer la mejor poesía.

Cuando el pueblo israelita se encontró arrinconado por el ejército egipcio por un lado y el mar por otro, todos lloraron y clamaron, pero Dios le dijo a Moisés es tiempo de actuar y no de clamar, la orden fue caminen (Éxodo 14:15). Actuemos ahora, nunca habrá todas las condiciones que necesitamos (Eclesiastes 11:4), si la presente circunstancia no te favorece, entonces inventa tu propia circunstancia.

Divide tus sueños en metas, y cada meta en actividades y logra coronar la cumbre de tus sueños y glorifica a tu Creador. Quieres victoria, entonces prepárate para ganar. Haz del día de hoy el primer día de tu gran empresa.

CONCLUSIÓN:

Hemos nacido para ganar, somos el sueño de Dios, nuestra labor es hacerlas realidad, hemos nacido águilas para volar y no muramos como gallinas. Si eres águila debes volar alto y mirar lejos, pero si te resignas a ser gusano debes arrastrarte por la tierra y comer polvo y no reclamarás cuando alguien te aplaste.

© Huberto Hidalgo Jara. Todos lo derechos reservados.

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