Debemos responder por nuestras acciones

Central de Sermones

Updated on:

El poder de la Palabra de Dios

Debemos responder por nuestras acciones

3
(1)

Bosquejos Biblicos

Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Debemos responder por nuestras acciones

Bosquejo Biblico Texto: Josué 7:14-26 (NVI)

Introducción

Los creyentes estamos expuestos a la mirada de todos cuantos nos rodean. Muchos que no profesan fe en el Señor Jesús, esperan el más mínimo error para echarnos en cara la enorme brecha que hay entre lo que predicamos y lo que cumplimos de ese cúmulo de enseñanza. Sobre esa base, ustedes y yo estamos llamados a observar transparencia en todas nuestras actuaciones.

I. Nadie puede ocultar su pecado (verss. 15-18).

El que sea sorprendido en posesión del botín de guerra destinado a la destrucción será quemado junto con su familia y sus posesiones, pues ha violado el pacto del Señor y ha causado el oprobio a Israel.” (vers.15).

Recuerdo hace algunos años que un grupo de artistas protagonizó un reality que transcurría a los ojos de todos. Habitaron por casi una semana, una casa de cristal. Los transeúntes podían, al paso por aquella residencia, apreciar qué estaban haciendo sus moradores. Nada quedaba oculto.

Igual nosotros. Jamás podemos ocultarnos de Dios. Puede que engañemos a los demás, pero nunca escaparemos a la omnisciencia y omnipresencia de nuestro Supremo Hacedor.

a. “Al día siguiente, muy de madrugada, Josué mandó llamar, una por una, las tribus de Israel; y la suerte cayó sobre Judá.” (vers. 16). Estamos llamados a responder por nuestros hechos. Tarde o temprano aquello que hayamos hecho mal, saldrá a la luz.

b. “Josué, entonces, hizo pasar a cada uno de los varones de la familia de Zabdí, y la suerte cayó sobre Acán hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera.” (vers. 18). 

No hay crimen perfecto. Una serie popular en Norteamérica y que ha captado millares de televidentes, es CSI. Traduce “Investigadores en la escena del crimen”. Lo interesante de los diferentes capítulos del seriado es que los especialistas aprovechan hasta el más mínimo detalle para descubrir a los autores de hechos delincuenciales.

En la vida práctica, nada de cuanto hagamos quedará oculto. Este hecho lleva a considerar la importancia de ser transparentes en todas nuestras actuaciones. Respondemos ante Dios, pero también ante los hombres.

II. Quien más responsabilidades tiene, mayor reprensión recibe (verss. 19-22).

Escuché a un pastor de la ciudad referirse a quienes cometen errores.

Si alguien adultera sin conocer a Cristo, habría que llamarle la atención e invitarle a tomar un buen camino. Pero quien peca deliberadamente, estando ya en Cristo, merece que lo cojamos a pellizcos“. Puede que le suene cruel, pero a mi me suena aterrizado. Es más, yo le pondría unas orejas de burro hechas con papel. ¿Sabe por qué? Porque quién no conoce la obra redentora, peca por ignorancia, pero los cristianos pecan por negligencia.

Esa fue aproximadamente la expresión que utilizó Josué al dirigirse a Acán, el culpable de que la derrota les acompañara. “Entonces Josué lo interpeló: Hijo mío, honra y alaba al Señor, Dios de Israel. Cuéntame lo que has hecho. ¡No me ocultes nada!” (vers. 19).

a. “Acán le replicó: Es cierto que he pecado contra el Señor, Dios de Israel. Ésta es mi falta: Vi en el botín un hermoso manto de Babilonia, doscientas monedas de plata y una barra de oro de medio kilo. Me deslumbraron y me apropié de ellos. Entonces los escondí en un hoyo que cavé en medio de mi carpa. La plata está también allí, debajo de todo.“(verss. 20-21).

No está bien anhelar más de lo que es suficiente. Este principio tiene particular aplicación entre quienes ya tienen la provisión que requieren. Irónicamente quien tiene, desea tener más, y para lograrlo, hace lo que se requiera. Esa es la razón por la que muchos le venden el alma al diablo. Y él gustosamente les ofrece lo que le piden.

b. “En seguida, Josué envió a unos mensajeros, los cuales fueron corriendo a la carpa de Acán. Allí encontraron todo lo que Acán había escondido…” (vers. 22). ¿De qué sirven las riquezas?

Esa pregunta se la formula quien está al borde de la muerte y encuentra que la ciencia no puede hacer más por él; es el mismo interrogante de quien ve pasar los años e irse la salud como agua entre las manos; es el cuestionamiento de alguien con el hogar destruido e hijos que están inmersos en la droga. En la escena que recrean las Escrituras, aquellas posesiones no servían de nada a Acán, porque iba a morir. Ni siquiera todo el dinero del mundo podía comprar un fallo favorable.

III. Sus actuaciones pueden afectar el grupo (verss. 23-25)

Josué exclamó: ¿Por qué has traído esta desgracia sobre nosotros? ¡Que el Señor haga caer sobre ti esa misma desgracia!” (vers. 25). Con frecuencia olvidamos que nuestros errores pueden traer daño a quienes nos rodean. Un padre adúltero, afectará a su cónyuge y a sus hijos. Un hijo fármaco dependiente traerá dolor a sus padres y a sus hermanos. El mal compañero de trabajo generará mal ambiente entre los demás.

En el caso de quienes ocupan posiciones de liderazgo, la situación es igualmente delicada. Un mal comportamiento puede traer estancamiento a la célula o quizá a la congregación a la que asisten. Hoy es el día de hacer un cuidadoso análisis de cómo estamos andando y, con la ayuda del Señor Jesucristo, aplicar los correctivos necesarios.

Conclusión:

El pueblo de Cristo tiene un compromiso enorme: observar transparencia delante de Dios y de los hombres. Un principio así se adquiere cuando entendemos que nuestras actuaciones erradas nos perjudican y de paso a las personas que nos rodean. Este principio se aplica al desenvolvimiento profesional, académico, familiar y eclesial. Sobre esta base insistimos en la necesidad de examinar cuidadosamente nuestras acciones. Siempre es posible cambiar.

Preguntas para la aplicación personal:

  • 1. ¿Considera que en su vida hay cosas ocultar que le llevan a perder la paz espiritual y personal? (vers. 15).
  • 2. ¿Es consciente de que al mundo lo podremos engañar pero jamás a Dios que conoce la realidad de todo cuanto hacemos? (verss. 15-17).
  • 3. ¿Acaso la avaricia ha querido tomar forma en su existencia? (verss. 20-21).
  • 4. Sus acciones, ¿glorifican el evangelio o por el contrario traen perjuicio al testimonio cristiano? (vers. 25).
  • © Luis Fernando Monroy Mayen. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones … Bosquejos Bíblicos

¿Qué tan útil fue esta publicación?

¡Haz clic en una estrella para calificarla!

Central de Sermones
Autor

Central de Sermones

Central de Sermones es una plataforma confiable y consolidada que ofrece miles de predicas cristianas, estudios bíblicos y mensajes cristianos, preparados especialmente para pastores, maestros, líderes cristianos y creyentes en general. Únete a nuestra comunidad global que comparte la Palabra de Dios con claridad y convicción. Descubre las mejores herramientas para enriquecer tus predicas cristianas, profundizar tus estudios bíblicos, y entregar mensajes cristianos sólidos que fortalezcan la fe y guíen a tu congregación con excelencia.

2 comentarios en «Debemos responder por nuestras acciones»

  1. Buenos dias, gracias por estos y tantos temas que de verdad ayudan a tomar cambios en la vida del ser humano , todos los días leo la biblia y he visto mi vida cambiar , pues este libro que es el más importante (biblia) es quie nos conlleva a la transformacion, pero estos temas que he podido leer tan bien detallados me han ayudado bastante a poder comprender y poder escudriñar cada pasaje biblico, gracias pues es de suma importancia el trabajo realizado por ustedes .Muchas bendiciones , y que el Señor siga iluminandolos.Animo.

    Responder
  2. Esto es realmente bueno, eres un blogger muy profesional. Me he unido a tu RSS y deseo encontrar más cosas en este gran blog. Además, !he compartido tu sitio en mis redes sociales!

    Saludos

    Responder

Deja un comentario