IV. NO HABLAR MAL DE LOS DEMÁS. “…El que no calumnia con su lengua…” (vers. 3)
La comadre María se levantaba cada mañana para compartir las últimas noticias sobre los vecinos. Otras mujeres iguales que ella, se despertaban muy temprano para escucharla, con el pretexto de “arreglar el jardín.” Su audiencia crecía hasta que se metió en tremendo lío, y una de las personas a las que perjudicó con sus habladurías, llegó a agredirla. Ese día se dispersó el grupo de curiosas por conocer la vida de sus vecinos.
La Biblia enseña que tienen el favor de Dios quienes “…No calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino…” (vers. 3)
Jamás hable mal de otras personas.
No podemos pretender ir a la presencia de un Dios santo, en intimidad y oración, mientras los labios con los que elevamos clamor, están causando destrucción a quienes nos rodean.
Quinto Principio:
V. ALEJARNOS DE LA MALDAD. “…Ni hace mal a su prójimo…” vers. 3 (b)
La decisión de obrar maldad, es nada más que nuestra. Eso lo comprobó Julián cuando, al término de la jornada, un viernes, se vio tentado por una compañera de trabajo para ir a “otro lugar.” Es cierto, era atractiva, agradable y muy aventada. Pero una y otra vez el amor por su esposa, habló a su corazón. Lo siento, voy a casa. Amo a mi esposa y a mis hijos y no sería justo que les engañara–, se dijo.
Sus compañeros de trabajo, que luego se enteraron del asunto, le calificaron de tonto por “no aprovechar la oportunidad”. Él sigue felizmente casado y convencido de que aquella decisión de no caer en adulterio, fue su mejor decisión.
La Biblia enseña que quienes se alejan de la maldad, permanecen en la presencia del Señor: “…Los que desprecian a los pecadores descarados, y honran a quienes siguen fielmente al Señor y mantienen su palabra aunque salgan perjudicados…” (Salmo 15:4. Nueva Traducción Viviente)
¿Estás tentado a caer en pecado? Con ayuda del Señor Jesucristo puedo asegurarle que podrá huir victorioso de toda ocasión de caer en la maldad.
Sexto Principio:
VI. NO APROVECHARSE DE LOS DEMÁS
“…Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el inocente admitió cohecho…” vers. 5
Un joven estaba necesitado de dinero para pagar sus estudios, y estaba vendiendo su celular de 4ª. Generación por unos cuantos pesos para cubrir su necesidad. Alguien se aprovechó de la situación y le compró el dispositivo por muchísimo menos de su valor.
Luego me remordía la conciencia y hasta hoy, ese pensamiento no se quita de mi mente. Me aproveché de su necesidad; hoy es él, mañana puede ser un hijo mío— ¡me decía arrepentido!
Si anhelamos desarrollar intimidad con Dios es necesario que no abusemos de quienes necesitan algo, como enseña el salmista: “…Los que prestan dinero sin cobrar intereses…” (Salmo 15:5 a. Nueva Traducción Viviente)
Estamos llamados a generar cambios en nuestra sociedad a partir de un comportamiento justo; ayudando a quien lo necesite y no aprovechándonos de su escasez.
Septimo y ultimo Principio:
VII. SER INTACHABLE.
“…El que hace estas cosas, no resbalará jamás…” vers. 5 (c)
En cierta ciudad peruana un juez era conocido por ser implacable. Sin embargo saltó a la primera página de los diarios cuando las autoridades pusieron al descubierto que fallaba muchos de los casos, fundamentado en los “favores” que recibía de los familiares de quienes estaban siendo procesados.
Dios ama a quienes son intachables. Aquellos que hablan de la fe y del Evangelio, pero que lo viven. Son ellos quienes desarrollan intimidad con Él, como enseñan las Escrituras: “…y no aceptan sobornos para mentir acerca de un inocente...”(Salmo 15:5 b. Nueva Traducción Viviente)
Bajo ninguna circunstancia podemos abandonar nuestra condición de hombres y mujeres justos. Eso es lo que espera el Señor de nosotros.
No se aparte de Dios. Nuestro amado Dios y Padre debe ocupar el primer lugar en nuestros pensamientos y acciones. Si es así, tendremos intimidad en Su Presencia y podremos movernos en la dimensión sobrenatural que tanto anhelamos.
La Biblia enseña que quienes viven bajo sólidos principios de fe, que se reflejan en sus acciones, estarán ante el Padre celestial. “…Esa gente permanecerá firme para siempre...”(Salmo 15:5c. Nueva Traducción Viviente)
Es tiempo de traer cambio a su vida, y el crecimiento en todas las áreas: la conductual y espiritual, que genera armonía en su mundo interior e impacta positivamente a quienes le rodea. Sólo con ayuda de Dios podemos lograrlo.
Hoy es el día oportuno para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Puedo asegurarle que jamás se arrepentirá. Él será quien transforme todo su ser. No deje pasar este momento y recíbalo en su corazón como su único y suficiente Salvador.
© 2016. José Alfredo. Todos los derechos reservados.