1. Si guardamos los mandamientos de Dios, debemos amarlo con toda nuestra alma y corazón (vers. 5c; Cf. Mateo 22:37-39)
2. Si guardamos los mandamientos de Dios, no podemos permitir que nada ni nadie nos aparten de Sus caminos.
3. Si guardamos los mandamientos de Dios, Él nos transforma:
- a. Dios está por encima de nuestros sueños y proyectos.
- b. Si reconozco que Dios está primero, guardo Sus mandamientos.
- c. Si guardo Sus mandamientos, mi vida experimenta transformación.
- d. Si mi vida experimenta transformación, mis relaciones interpersonales mejoran.
5. Si mis relaciones interpersonales mejoran, mi testimonio cristiano impacta a otras personas.
CONCLUSIÓN:
El propósito eterno de Dios es que experimentemos una vida renovada y de crecimiento. Quizá hasta hoy no la hemos alcanzado, no obstante permanecer firme ese anhelo en el corazón.
Si es lo que esto lo que ocurre con su existencia, debe considerar seriamente la necesidad de ser fiel a los mandamientos del Señor.
La mejor decisión que podemos tomar hoy, mañana y siempre, estriba en volver nuestra mirada a Dios y abrirle las puertas de nuestro corazón al Señor Jesucristo.
Él es quien nos lleva a disfrutar plenamente de una vida edificada a partir de sanos principios y valores que permanecen en el tiempo.
© Fernando Alexis Jiménez. Todos los derechos reservados.
Me gustan mucho sus enseñanzas, me han ayudado para compartir a otros. Gracias
Los enseña amar las escrituras, ponerlas en practica y nos aumenta el conocimientos