Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Prédica de Hoy: Jesús, un modelo de vida alcanzable
Bosquejos Bíblicos Base Bíblica: Juan 8:1-11
INTRODUCCIÓN:
Jesús enseñó a las multitudes la verdadera motivación que les debería de impulsar para vivir una vida plena. Claro que esta vida plena implica un verdadero sacrificio, grandes desafíos, mucho interés en integrar nuevas formas y estilos de vida, formas de conducta, nuevos hábitos, disciplina, etc.
La Biblia cuenta que muchos discípulos se volvieron atrás. (Juan 6:60). Vivir una vida conforme al modelo que Jesús nos demanda asumir desafíos, pero es la mejor oportunidad que tenemos para crecer y vivir bajo un propósito saludable.
Hoy examinemos algunas verdades que el modelo de Jesús nos dejó para transitar, la cual podemos alcanzar:
I. LA VIDA DE COMUNIÓN CON EL PADRE QUE JESÚS TENÍA (Juan 8:1)
A. Cuando las multitudes se iban a casa, Jesús se retiraba al monte para orar. Tenía comunión con su Padre, buscaba tener un espacio íntimo. La clave de Jesús a lo largo de todo su ministerio fue tener intimidad con el Padre, el mismo Padre al cual nosotros también tenemos acceso.
B. El monte de los Olivos era el lugar de refugio y donde Jesús libraba sus grandes batallas espirituales. Debemos definir un lugar especial donde tener nuestras batallas, momentos de búsqueda del Espíritu Santo y momentos de agradecimiento a Dios. En medio de las oposiciones que tengamos, necesitamos ese refugio, un lugar donde retirarnos para fortalecernos.
C. La clave que permitía a Jesús tener una respuesta para cada interrogante era el monte de los Olivos.
¿Cuál es tu punto estratégico de batalla?
II. LA VIDA DILIGENTE QUE JESÚS MANTENÍA (Juan 8:2)
A. A pesar de la oposición y de la incredulidad, Jesús seguía cumpliendo lo que el Padre le había encomendado. Jesús tenía el foco puesto en el plan perfecto de Dios y no dejó que sus propios deseos se interpusieran. Su convicción lo llevó a la cruz y su obediencia lo llevó al trono de la gloria.
B. Por la mañana estaba nuevamente en los negocios de su Padre. En su vida integraba el servicio. Jesús no se dejaba llevar cuando la gente decía que Él era el Mesías. Jesús nunca dejó de entregar su vida al servicio de las personas. Esa también es nuestra tarea como representantes de Jesús en la Tierra.
C. Nosotros somos llamados a ser diligentes y que nada nos detenga de realizar la obra de Dios. Más que nunca debemos mirar el ejemplo de Jesús. Recordemos que sin seguir sus pasos nunca llegaremos al objetivo.
III. LA VIDA SABIA QUE JESÚS MANTENÍA (Juan 8:3-6)
A. ¿Qué hubiera respondido usted ante tal pregunta?
B. Los fariseos querían encontrar de qué acusar a Jesús. Jesús no reaccionaba al instante, Él tenía prudencia. Su corazón no se exasperaba ante la arrogancia e hipocresía de los fariseos. Jesús siempre reaccionaba contundentemente, pero con amor.
C. Qué bueno es ver que Jesús mantenía calma y serenidad ante la actitud asolapada de los líderes religiosos.
Dice la Biblia que: mientras ellos hablaban, Él escribía en el suelo. Jesús nos enseña que nuestras reacciones no deben venir de nuestras formas arrebatadas sin fundamento, sino de las propias acciones prudentes que pone en el corazón. Que salen de nuestro corazón. Posiblemente, todas las cosas que salen del hombre lo contaminan. Que nuestras actitudes broten del Espíritu Santo.
IV. LAS RESPUESTAS ADECUADAS QUE JESÚS DABA (Juan 8:7)
A. Jesús no dijo que sí, ni que no, sino que apeló a la conciencia humana. Jesús, sin cargar contra la mujer adúltera ni tampoco contra la hipocresía de los acusadores (Jesús conocía todos sus pecados), Él simplemente apeló a sus conciencias. El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
B. Jesús resaltó la universalidad del pecado, y la oportunidad de que pidiendo perdón podrían reconciliarse con Dios. Pero Jesús no se tomó el pecado a la ligera. Él dejó en claro una cosa: Vete y no peques más.
C. Además de la respuesta, el escritor dice que Jesús se inclinó de nuevo hacia el suelo y siguió escribiendo en tierra.
V. LA ACTITUD DE JESÚS ANTE LOS PECADORES (Juan 8:9-11)
A. ¡Los líderes religiosos, acusados por su conciencia, comenzaron a retirarse de la presencia de Jesús! Qué triste es que una persona, ante la realidad de su pecado, se aleje de Jesús en lugar de acercarse a Él.
B. Jesús preguntó a la mujer: ¿Dónde están los que te acusan? ¿Ninguno te condenó? Ella respondió: ¡Ninguno!
Jesús le dijo: “Ni yo te condeno. Vete y no peques más.” No estamos para juzgar, estamos para bendecir.
C. La misión de Jesús es la de restaurar a todo aquel que lo permite. No le pongamos barreras al amor y la misericordia de Dios. Recordemos que si queremos ser como el Maestro, debemos dar gracia a los que pecan contra nosotros y contra Dios, pero además debemos permitir que la gracia de Dios nos santifique a nosotros mismos.
CONCLUSIÓN
Somos llamados a vivir en comunión con Dios, vivir diligentemente ante Él, andar en sabiduría, y responder adecuadamente las interrogantes del mundo.
Por supuesto que para que todo esto sea una realidad, necesitamos el perdón que solo Jesús nos da, también aprender a su lado, vivir nuevas formas e integrar nuevas maneras prudentes de vida.
Preguntémonos hoy: ¿Qué está saliendo de nuestro corazón? Qué triste sería que lo que sale de nuestro corazón sean las formas y reacciones que el mundo habitualmente usa (Mateo 15:19).
Estamos llamados a tomar las acciones de Jesús, abrigarlas en nuestro corazón. Porque viviendo conforme a lo que Él nos ofrece, tomando su modelo, alcanzaremos una vida saludable y tendremos proyectos alcanzables que darán oportunidades y dirección a nuestra vida.
© Francisco Hernández. Todos los derechos reservados.